*Miguelito
no sabe que sí debía obtener la cédula.
*Las
recompensas y el viejo oeste: A. Mattiello.
Marco
Antonio Aguirre Rodríguez | 24 enero de 2018
Tribuna Libre.- A Miguel Ángel Yunes Márquez, el precandidato
del PAN al gobierno del estado, le molesta que le pregunten por su cédula
profesional; es más, se siente hasta ofendido. Siente que se le ataca.
Miguelito, como le dicen muchos, desconoce
que sí debía registrar su título profesional en el Registro Nacional de
Profesiones, aún cuando hubiera realizado estudios en el extranjero.
Si no sabe cómo hacerlo, aquí le dejamos la
liga de la página para el "Registro de título profesional y expedición de
cédula para mexicanos con estudios en el extranjero para los niveles de
técnico, técnico superior universitario y licenciatura"
Si quiere, también puede consultar la sección
de "preguntas frecuentes" https://www.gob.mx/sep/acciones-y-programas/mexicanos-y-extranjeros-con-estudios-en-el-extranjero?state=published
Con un gracias, es suficiente, no necesita
auto flagelarse nuevamente.
Lo grave de la carencia de la cédula está en
que demuestra desconocimiento de las leyes, o -peor todavía- las conoce pero no
le interesa cumplirlas.
Él dice que cursó estudios en Administración
de Empresas, con especialidad en
Finanzas Internacionales, en la Universidad
de Miami. Eso dice.
Y que su título está apostillado y eso le da
validez en México.
Decir que la apostilla y la cédula son
equivalentes, ya muestra falta de claridez en el tema. Pero donde más denotó su
desconocimiento, fue con su siguiente declaración: para prestar sus servicios
profesionales vale lo mismo una cédula nacional que un apostillado del título.
¿¿??. ¿Quién le dijo eso?.
La apostilla, cuando se hace en México, se
realiza en documentos públicos de origen nacional (expedidos en cualquier parte
de la República Mexicana), los cuales surtirán efectos legales en Países
Adheridos a la Convención de la Haya, en el caso de los países que no estén
adheridos a dicha Convención, se deberá realizar el trámite de legalización de
firmas, de igual manera, en Documentos Públicos de origen nacional.
Si dice que su título está apostillado, debe
ser en los Estados Unidos.
Y qué bueno que así sea, pero ¿quién ha
certificado la validez del documento y le ha dado la aceptación en México?.
Vamos, que Miguelito puede consultar esto con
un abogado. Su padre es abogado, al igual que su hermano. Tal vez alguno de
ellos le pueda explicar la importancia de la validación de los documentos
extranjeros en México.
Cierto es que la función pública como
presidente municipal, como diputado y hasta como gobernador, la puede ejercer
sin título, con estudios mínimos, pero afirmar que la apostilla y la cédula
tienen el mismo valor, está completamente fuera de lugar.
Y precisamente debió registrar su título para
que se le diera una cédula profesional que le reconozca los estudios y su
validez en México.
El tema de su cédula profesional -dijo- es en
realidad "una vacilada".
¿Quién aspira a ser gobernador considera
"una vacilada" un trámite como la validación y certificación de
estudios en el extranjero?. ¿En verdad le da tan poca
importancia al cumplimiento de la ley?.
Pues eso dijo.
Vaya, la cédula profesional es una
prerrogativa, que permite decir rápidamente los estudios que se cursaron y el
grado académico obtenido.
Dice que cursó estudios en Administración de
Empresas, con especialidad en Finanzas Internacionales, en la Universidad de
Miami. Eso dice.
Pero públicamente no hay forma de
comprobarlo.
Y todo porque no hizo un trámite sencillo,
como registrar el título profesional en el Registro Nacional de Profesionistas.
Tampoco es necesario que muestre el título,
nada más que haga su trámite. Con influencias, es casi seguro que antes de la
elección ya todo estará arreglado.
Pero no hay problema, todavía puede obtener
la cédula.
El artículo 19 de la Ley Reglamentaria del
Artículo 5o. Constitucional, relativo al ejercicio de las profesiones, dice
que: "El profesionista, en todo tiempo puede obtener el registro de su título,
el trámite y la obtención de su cédula o Patente de Ejercicio, por sí o por
medio del Colegio respectivo".
Si no lo sabía ahora ya puede estar
tranquilo.
Que nos presuma sus estudios en el
extranjero, cursados gracias a los buenos ingresos de su padre.
¡Qué gran fortuna!. Porque hay quienes ni
siquiera pueden aspirar a estudiar más allá de la primaria, porque en su pueblo
es la única escuela que existe y no tienen medios para salir de ahí.
A Miguelito, Atticus Licona le pidió que
"hablando de su cédula" si podía comentar sus estudios.
Y así Miguelito presumió que además de la
licenciatura en Miami, realizó diversos cursos en Harvard, Columbia y el
Tecnológico de Monterrey. Una educación académica muy, pero muy cara.
Pero sin problema, porque había suficiente
recurso para pagar eso y más.
Vaya, tan el recurso era suficiente, que
incluso dejó trunca la maestría en Planeación Urbana, en la Universidad de
Nueva York. Y no debió de ser barata. Ni tampoco la debió abandonar por falta
de pago.
¿Qué ocurrió?. Es su historia particular y el
sabrá si alguna vez lo revela.
En esa entrevista con Atticus, dijo que le da
gusto que esos sean los ataques contra él, pues prefiere esas críticas sin
sustento a que le digan que es “inepto, ladrón o corrupto”.
¿Criticas sin sustento?.
El sustento existe y él mismo lo confirmó al
mencionar que carece de la cédula y su aseveración de que la apostilla vale lo
mismo que la cédula y demás declaraciones.
De esos últimos calificativos a lo mejor van
a ir saliendo en lo que falta para las elecciones. Por lo pronto, ya antes le
apuntaron el alto costo de la mansión que tiene y la dificultad para haberla
comprado con sus ingresos como funcionario público, que aunque son muy buenos,
no alcanza para eso.
Pero en fin, dejemos que Miguelito siga
diciendo que no es inepto, ladrón o corrupto.
Pero con éste asunto de la cédula profesional
ya mostró que o desconoce la norma o que le importa muy poco cumplirla.
Y cualquiera de las dos posiciones hablan muy
mal de un buen profesionista y sobre todo de alguien que aspira a ser
gobernador.
LAS RECOMPENSAS Y EL VIEJO OESTE. Arturo
Mattiello Canales, presidente de la Asociación Nacional de Consejos de
Participación Cívica, hizo una crítica muy certera: La propuesta de recompensas
por información sobre delincuentes hace que el estado de Veracruz se asemeje al
viejo oeste.
Pero además ésta no es la estrategia más
eficiente para combatir el crimen.
Señaló que sería mejor invertir ese dinero en
mayor capacidad de inteligencia y en más policías, pues recalcó que somos uno
de los países que menos policías tiene.
Arturo Mattiello dijo que es urgente que se
elija al nuevo Fiscal Anticorrupción, en Veracruz, y que éste sea completa y
absolutamente ciudadano y que no tenga nexos con ningún partido político para
que de esa manera pueda actuar libremente.
“La verdad, en los números fríos, Pitágoras
no falló. Estamos en segundo lugar en homicidios dolosos; en feminicidios,
estamos en los primeros cinco. En el tema del secuestro, yo quiero pensar que
estamos en los primeros cinco”; dijo.
Expresó que mientras las autoridades
estatales, federales y municipales no acuerden medidas para creación de empleo
y se ofrezcan mejores salarios, la delincuencia va a continuar pues si bien es
cierto que algunos delinquen por cuestiones de drogas, otros lo hacen porque
necesitan llevar de comer a sus familias.
Mencionó que el problema del gobierno es que
quiere transferir a la ciudadanía muchas de sus funciones. Es responsabilidad
del Gobierno de la República y de los Estados garantizar la seguridad, recalcó.