Lenin
Torres Antonio | 30 abril de 2018
Tribuna Libre.- No dejaba de escuchar y leer que le dieron
una encerrona al Sr. López, o que el más beneficiado del debate, pese a su
escándalo de corrupción, había sido el joven Anaya, y quizás su única virtud,
su juventud, y la puntada del “mocha manos”, y la condición de mujer de la Sra.
Calderón, y quizás su única ventaja, y con eso de la proporcionalidad de género
que el congreso aprobó como su máxima expresión de la igualdad entre hombre y
mujer, le tocaría ser la Señora Presidenta, y de la presencia gris del
candidato “ciudadano partidista” del Sr. Meade; y principalmente, los
posicionamiento en torno a la pregunta de ¿quién ganó el debate?
El debate no está quien ganó el debate,
puesto está más que visto la calidad del debate y el formato hecho a la medida
para la guerra de guerrillas, con el poco tiempo que tuvieron los candidatotes
para exponer sus ideas y propuestas, que daba tiempo sólo para la diatriba, la
mentada de madre, o para las ocurrencias inconcebible en un debate que tiene
como trasfondo una grave crisis de un país que se cae en pedazos en materia de
seguridad, pobreza, marginación, entre otros graves males. Un debate que se
asemejaba a una feroz pelea de perros rabiosos disputándose el hueso (el poder
público). Por eso pienso que el debate no está en quién ganó el debate, sino en
cómo dar continuidad a un proyecto de nación con una clase política decadente,
ciega, perversa y mezquina, y una sociedad dormida, ensimismada, o quizás
petrificada por el miedo real. Por lo que no dudo en señalar que el debate fue
un asco discursivo, moral y político, por lo que no pude soportar más q ver
unos segmentos, que me dieron los suficientes elementos para afirmar lo
anterior.
He de confesarles que esperaba ver a un Sr.
López pletórico en argumentos y contraargumentos, en propuestas e inteligencia,
y que me hubiera gustado que me escupiera a la cara, para desmentir todo lo que
he estado escribiendo y pensando de él, pero la verdad es que confirmó mi
afirmación que “no tiene un proyecto de nación, ni una nueva idea de mundo y
sociedad” desde donde hacer la nueva revolución del México del siglo XXI, pese
a su evidente derrota en el debate, creo que el pueblo mexicano no tiene otra
opción, y su única opción, porque así lo quiere, es elegir dentro de lo malo,
al menos malo, dentro de lo mediocre, al menos mediocre, dentro de decadencia,
la menos decadencia, aunque esto no garantice que se le resuelvan los graves
problemas que vive. Y digo que “porque así lo quiere”, porque esa revolución
está en sus manos “haciendo a un lado a esa decadente clase política” que le ha
clausurado la certeza de futuro, y lo tiene viviendo en el miedo, la pobreza y
la marginación.
Por eso viene a bien retomar algunas
fragmentos que he escrito, “el triunfo del Señor López nos desvelará la pobre
transición tan esperada hacia la “Gran Política” y la “Verdadera Democracia”,
constituyendo la puesta en escena en la política mexicana que ha aspirado a ser
moderna e ilustrada, una democracia mesiánica indirecta electoral mediocre que
aupará al poder político y social a personajes que forman la decadente clase
política, y uno que otro post-revolucionario de café (ahora de comunidades
virtuales).”
Estoy seguro que “desafortunadamente para
México AMLO no será el punto de referencia del nuevo modelo político, social y
económica que necesita México para salir de la Grave Crisis de certeza de
futuro, pobreza y violencia.”
Y que “esa influencia mesiánica indirecta
será el referente mayoritario del poder político que cuestionará la calidad de
nuestra democracia, y la altura de miras de la clase política enceguecida por
la lucha enconada por el poder económico y trascendental narcisista.”
Por lo que el Sr. López, “se quedará a años
luz de haber encabezado el Cuarto Movimiento Social y Político que sustituya el
desgastado y pernicioso Modelo Revolucionario de izquierda en un principio, a
neoliberal desideologizado por la pragmática y la virtualidad que cavó su
propia tumba”, “Por más de 100 años ese Modelo Revolucionario construyó el
México contradictorio, pobre, desgastado, peligroso y sin orgullo que hoy
vivimos los pequeños mexicanos.”
Los grandes tribunos seguirán siendo las
grandes mayorías legislativas que aplastarán cualquier voz discordante, y el
oficio político continuará siendo en el arte de hacer parecer verdad la mentira
y la falsedad.
El Pueblo Sufridor, Agachado, y Conforme
ahora salta por doquier para sólo pronunciar AMLO, AMLO, AMLO, sin la capacidad
de darse cuenta que esa política no salvará a México ni a los mexicanos de la
era del vacío que se avecina virulenta y cruel.
Vuelvo a afirmar que, no es una disyuntiva,
votar o no votar por AMLO donde se ubica el debate social y político, está en
el agotamiento de la política, la grave crisis de los partidos políticos sin
diferenciación y la decadencia de la clase política donde se ubica actualmente
el debate social y político, y es ese debate está ausente, porque la política
que debería ser ciencia, ahora es humor y circunstancias, es simple estrategia
maquiavelica.
“El diagnóstico del cuerpo enfermo del México
post revolucionario es de todos conocidos por sus afectaciones directas a la
calidad de vida del mexicano, el simple hecho de vivir con miedo y no poder
transitar tranquilo por nuestras calles es suficiente para decir que vivimos un
Estado Fallido y que la Política no sirve. Por eso temerosos y pusilánimes
muchos se precipitan en ver a AMLO como la única opción que se vislumbra dado
que la gran mayoría de los mexicanos sabemos que esa misma clase política
decadente y corrupta se agotó como opción de gobierno, y aunque el señor López
no podrá nunca borrar sus orígenes, y ocultar los motivos de su rompimiento con
el PRI, que seguro fue por la disputa de los espacios de poder y no por
convicciones e ideales comunitarios que tanto pregona, es la única opción
pragmática (y ese pragmatismo es lo peligroso no el populismo) que tenemos,
esto no debe entenderse que la opción sean los mediocres meades o anayas, ni
mucho menos la Señora Calderón ni mucho menos El Bronco, mejor conocido ahora
como el “mocha manos”, el problema es hacer que AMLO entienda que le
corresponde ser un parte-aguas en esa transición hacia la Gran Política y la
Nueva Clase Política, que implicaría un nuevo Constituyente, y la búsqueda
consensada y comunitaria de un nuevo modelo de sociedad y mundo que permita
reconstruir el lazo social carcomido por un Estado Débil y Fallido, reformar el
sentimiento de pertenencia que permita recuperar la identidad perdida de la
mexicanidad, y fundamentalmente, que instale la consciencia al pueblo mexicano
de la corresponsabilidad en la construcción, preservación y actualización de
los espacio públicos, el arte de vivir uno enfrente de otro, lo que llamamos
“comunidad”, así formar una Republica Comunitaria. Esto implica educar al
pueblo que la responsabilidad cívica, social, moral y política no termina en el
sufragio.
No está la crítica a AMLO en la ingenua
estrategia de esa parte de la decadente clase política de meter en el
inconsciente colectivo el símil de obrador con el chavismo, pues esto es parte
de esa asquerosa guerra sucia y el intento de no perder el poder, y que
obedecen a intereses geopolíticos para desestabilizar cualquier voz discordante
al imperio neoliberal que gobierna al mundo. Lanzan ingenuamente los resultados
y la crisis social que vive Venezuela como el contraargumento para asustar al
electorado, subestimando al pueblo mexicano y considerándolo como una bola de
ignorantes que se asustarán y aterrados por las imágenes en los mass medias no
podrán pensar y analizar más detenidamente el caso Venezuela, y ver que la
crisis del Estado Hermano de Venezuela es producida no por el populismo sino
por la intromisión del Imperio para acallar las voces opositoras a los macro
intereses del 1% que realmente gobierna éste mundo, y claro que México no está
exento de esto.
Trump al frente del imperio no le agrada
pensar que el El Sr. López llegue al poder, y obligará a sus esbirros a que
actúen, por eso vemos la puesta en marcha de hasta series en youtube sobre el
populismo como el gran mal del siglo, y no al Imperio vivito y coleando como el
gran mal del mundo.
Ojo esa crítica chavista está
descontextualizada, mejor vean que el Sr. López, si no le llega a los talones a
Francisco I Madero, tampoco a Hugo Chávez, éste cuando menos era un contrapeso
al Imperio, y sostenía un trasfondo ideológico bolivariano antiimperialista que
llegó a funcionar en el combate a la pobreza, pero la fuerza de la intervención
con sus esbirros internos (la casta cacical que gobernaba Venezuela antes de
Chavez), en suma, Obrador carece de ideología, es un voluntarista pobre, que
sólo recoge del diagnóstico las causas (la corrupción) y piensa ingenuamente
que con resolver la corrupción se resolverá la crisis social, política, ética,
de identidad, psicológica y filosófica que vive México, en otras palabras, como
lo dije antes, no tiene un modelo e idea de hombre y sociedad, y peor están los
meades y anayas, basuras, malas copias de políticos y esbirros del Imperio
neoliberal.
En el texto que titule Carta Urgente a AMLO y
a la Sociedad Mexicana, señalé que “es una condición necesaria e ineludible que
el que gane el poder público no debe ser un anti demócrata, sectario y
excluyente, ni mucho menos un mesías, y demuestre que puede gobernar para
todos, y fundamentalmente sea capaz de sentar en la mesa de la gobernabilidad a
los demás, para reconstruir al Estado Mexicano y comenzar un proceso sincero de
Reconciliación Nacional y Regeneración del Poder, propiciando una Nueva Cultura
Política. Y que entienda que la Gran Política pospuesta implica una historia
lineal que se alimenta de la acumulación de experiencias enriquecedoras, y no
cíclica que termina con la sustitución del hombre del poder en turno.”
Dimensionar lo que está en juego, implica
situarnos en lo real, tomar en cuenta que estamos ante el duelo de miles de
desaparecidos, el rescate de la marginación de miles de pobres cada día en
aumento, la recuperación de la certeza de futuro perdida de nuestros jóvenes y
niños, la exigencia de castigo a los que han hecho de la cultura de la
corrupción que lo poco que se haya tenido haya parado en los bolsos de unos
cuantos, el perdón sincero, si es que puede ocurrir, de la oligarquía que se ha
aprovechado para continuar protegiendo su pequeño mundo de privilegios a
expensa del dolor y la marginación de millones de mexicanos, y que ahora lo
vemos arrimarse al Sr. López.
Desvelar la decadencia de la “clase política”
como el factor determinante de la crisis social y política que vive el Estado
Mexicano, no condiciona la posible emergencia de un posible Proceso
Civilizatorio de Transición Democrática y Reconciliación Nacional, aunque éste
si entraña la condición de que esa clase política asuma la total
responsabilidad de esa crisis sin excepciones, porque no hay justificaciones
validas, somos historias y nuestra historia nos define, el transfuguismo fue y
ha sido la puerta de salvamento y de moralización de muchos miembros de esa
clase política, entre ellos Andrés Manuel López Obrador, entre otros muchos
más, más ahora cuando se colapsa el grupo del poder dominante. Así que todos
por pasivos o activos son responsables de esa crisis del Estado Mexicano y la cancelación
de la certeza de futuro de nuestras futuras generaciones.
“Además, resulta ineludible el reconocimiento
de facto del estado de emergencia que vive nuestra Nación, y la urgencia de
sentarse a hablar en un plano de igualdad y sinceridad para sentar las
condiciones políticas, legales, reformistas, éticas, y epistémicas que
determine el nuevo marco conceptual y los procesos civilizatorias pertinentes
que encamine al Estado Mexicano a su Regeneración.”
“Por lo que ninguna receta simplista y
monotemática (resolver la corrupción) como lo promueva el Sr. López, puede
enfrentar y dar solución a esa Crisis por la que atraviesa nuestra Patria. Hoy
son tiempos de TODOS. No hay cominos privados, Creonte emerge en contra de
todos los lamentos egoístas de Antígona.”
Un nuevo Marco Conceptual y Procesos
Civilizatorios condiciones sine qua non para que el estado de derecho no se
ponga entre dicho y funcione, comenzando con la total transparencia del proceso
electoral que se avecina, además es necesaria una hoja de ruta que garantice el
cumplimiento de dicho proceso civilizatorio de transición democrática y
reconciliación nacional e impida que se detenga el diálogo por la
transformación de México, y continué operando el puro poder excluyente que
tanto daño ha hecho a México. Le corresponde pues al pueblo mexicano obligar a
esa clase política que niega a regenerar a conducirse con decoro y ética, si no
es así, la política será un instrumento fallido, el Estado continuará siendo
Fallido, y creo que también la Historia continuará siendo un concepto fallido.
Sigo en la espera de la verdadera política en
un tiempo por venir.