El
Libro de Condolencias
Tribuna Libre.- Preocupa y, por supuesto, enoja (¿o al
revés?) que por un lado los procesos electorales que estamos viviendo,
incluyendo los dichosos debates “batidos”, no cambiarán mucho a México; y por
otro que la situación actual empeora. Estamos a la deriva.
Con el TLCAN, los países interesados
renegocian el futuro de todos los mexicanos. Y dicen que podrían ponerse de
acuerdo en diez días para evitar que los trabajos coincidan con las elecciones
de julio en México. ¿A poco? No será que también coincidan con el mundial de futbol
en Rusia y, claro, con algún partido de México en contra de... Entonces
andaremos más idiotas y ni nos daremos cuenta
cuándo nos cogieron.
Y hablando de partidos, partido se encuentra
el país, dividido, sin rumbo. Pero no tiene la culpa el indio… Sí, la situación
encabrona. No hay día que no amanezcamos con una mala noticia, con la violencia
ante nuestras narices, hasta en las mejores familias, con las temibles sonrisas
en las calles porque ya ni creer en nuestras sombras.
El escritor Sergio Cordero escribió: “Paradoja: Querer protegernos de la
muerte cada uno en particular es lo que está terminando con la especie
humana.” Y tal parece que así es. No hay forma de pensar en algo positivo. Los
asesinatos (los asesinos) de los jóvenes estudiantes cineastas y disueltos en
ácido, no tienen madre y quizás ni perdón, aunque dicen que perdonar es lo que
nos hace libres. Y no es el único caso y ni de ahora, ha sido y viene desde
hace mucho, desatada la inseguridad, la muerte y la impunidad. ¿Quién responde?
¿Nuestras autoridades tapándose unas a otras? ¿Las que vienen?
¿Cómo salir del fango? ¿Cómo detener la hecatombe?
La todavía embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson,
dijo hace poco que le hubiera gustado ver resultados ante “una epidemia de
opioides” en ambos lados de la frontera, lo que calicó de tragedia.”
(eluniversal.com.mx, 24/04/18).
Toda proporción guardada y en otro contexto, desde luego, la colombiana
Ingrid Betancourt comentó: “Cuando yo comparo las conversaciones que tenía con
la gente, con los colombianos en la calle, estábamos muy marcados, sin darnos
cuenta, por la violencia. Muy traumatizados por la sangre y también había una
forma de adicción a la violencia.” (elpais.com, 24/04/18).
¿Nos está pasando: “una epidemia de
opioides” y “adicción a la violencia”?
A estas alturas –más bien bajuras-, con
tantas muertes, lo más seguro es que sólo nos quedemos con el Libro de
Condolencias: lo escribiremos, seremos los protagonistas y lo leeremos nosotros
mismos, muy probablemente sólo por curiosidad. Porque la curiosidad mató al
ratón, no al revés.
Feliz Día Internacional del Libro.
Los días y los temas
Enhorabuena a la licenciada Mayra Teresita
Cortés Rodríguez, quien es la nueva encargada del Centro de Estudios para la
Igualdad de Género y los Derechos Humanos del Congreso del Estado, en
sustitución de Martha Mendoza Parissi.
Cortés Rodríguez señaló que su trabajo en la
LXIV Legislatura estará apegado a lo que marca el Reglamento de los Servicios
Administrativos del Congreso del Estado de Veracruz en relación a desarrollar,
formular y supervisar el trabajo de investigación que, desde una perspectiva de
los derechos humanos y de género, permita orientar y acompañar el trabajo legislativo
que hacen las diputadas y diputados.
Como siempre: resultados, resultados,
resultados, es lo que la gente reclama.
De cinismo y anexas
Armando González Torres escribió los dos
siguientes aforismos:
* “El único perdón que vale, el que carece de
motivo.”
* “Lo peor de todo es que nunca podemos
predecir hasta dónde podemos perdonar.”
Ahí se ven.