*Las propuestas de los candidatos significan
pérdidas tributarias y una forma de mantener la inflación de manera artificial,
algo similar a lo que ocurre actualmente, refieren especialistas.
Tribuna Libre.- Congelar o bajar los precios de las gasolinas
sí es posible como plantean los candidatos a la presidencia Andrés Manuel López
Obrador (AMLO) y Ricardo Anaya, pero a costa de sacrificar ingresos
tributarios, tal y como ocurre en la actualidad con la “suavización” de los
precios que hace Hacienda desde 2017.
El candidato por la alianza Juntos Haremos
Historia, López Obrador, promete que los precios de las gasolinas no suban en
términos reales, es decir que se ajustarían a la inflación.
Ante un escenario de que este candidato gane,
Citibanamex prevé que la inflación en 2019 sería de 3.8%, por lo que los
precios de las gasolinas sólo subirían ese nivel. Sin embargo, por el tipo de
cambio y el petróleo las gasolinas tendrían un repunte de 6%, por lo que esa
diferencia (con el 3.8%) debería ser cubierta con recursos del gobierno.
“Entonces la diferencia que resulte entre ese
6% y 3.8% sería un subsidio que no sería sustancial, serían unos 20,000
millones de pesos, pero se convierte en un costo fiscal, que golpea el
compromiso de finanzas públicas estables”, explicó Sergio Luna, director de
Estudios Económicos en Citibanamex.
También afectaría al compromiso de una
política monetaria sana, porque dar subsidios significa mantener los precios
artificialmente bajos, consideró Luna.
“En un momento, el costo de mantener estos
apoyos se puede hacer sustancial, induciendo a soltar los precios de los
combustibles y generar un gasolinazo como el de 2017, sería un regreso al
pasado”, advirtió el ejecutivo de Citibanamex.
A causa de la depreciación del peso y el alza
del precio del petróleo, el viernes pasado el litro de gasolina Premium alcanzó
por primera vez los 20 pesos en la Ciudad de México.
El pasado 5 de mayo, el candidato Ricardo
Anaya, de la coalición Por México al Frente, dijo que en caso de ganar los
comicios de julio bajaría los precios de las gasolinas a través de una revisión
y reducción a los impuestos que se cobran a los combustibles.
En promedio, por cada litro de gasolina un
tercio de su precio final corresponde al cobro de tres tipos de impuestos IEPS
(federal, estatal y por CO2), más el IVA.
La propuesta de Anaya no es nueva, el
gobierno federal lo hace desde 2017, a raíz de un decreto publicado por la
Secretaría de Hacienda, cuando el ahora candidato por la presidencia por la
coalición Todos por México, José Antonio Meade, era su titular.
Cada semana Hacienda sube o incrementa la
cuota del IEPS federal, para “suavizar” los impactos por el tipo de cambio y el
precio de referencia de la gasolina en Estados Unidos, país de donde México
importa más del 60% de sus gasolinas, explicó Luis Miguel Labardini,
especialista en materia energética de la firma Marcos y Asociados.
Para esta semana Hacienda redujo la cuota del
IEPS federal 60% para cada litro de Magna, el estímulo más alto en lo que va
del año; 43.6% para la Premium y 54.6% para el diésel.
Estos ajustes los hace a expensas de dejar de
recibir ingresos por este impuesto, explicó Labardini.
Por dar estos estímulos, Hacienda dejó de
recaudar 67,934 millones de pesos (mdp) en 2017, y en el primer trimestre de
2018 perdió 9,315 mdp, refieren cifras de Hacienda.
Labardini consideró que los precios de los
combustibles en México son caros porque los costos por transportar y
almacenarlos son altos a causa de tener una infraestructura logística
deficiente, Además de que México no es un país productor de gasolina.
“Apenas tenemos una capacidad de
almacenamiento para tres días, eso hace que el precio de las gasolinas se
comporte al día con el tipo de cambio y los precios de combustibles en el
extranjero”, dijo Labardini.
Entonces, una manera de tener precios más
competitivos de manera paulatina sería invertir en infraestructura para la
transportación y almacenamiento de combustibles, fijar una cuota de impuestos para
tener totalmente liberalizado el precio de las gasolinas (objetivo de la
reforma energética), y así permitir la llegada de más participantes en el
mercado, concluyó el especialista de Marcos y Asociados.
El candidato Meade ha referido que de ganar
las elecciones no controlará los precios de las gasolinas, que los dejará
fluctuar a libre mercado, uno de los principales objetivos de la reforma
energética.