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agosto 30, 2018

Crónicas Urgentes… El último estirón para solucionar de tajo los problemas de la UPAV


                                         Lenin Torres Antonio
Francisco Lenin Lara Grajales | 30 agosto de 2018

Tribuna Libre.- La  Asociación Académica y Docente de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz UPAV que nos honramos en presidir, hace unos días presentó una Iniciativa de Reforma Integral de la Ley 276 que crea a la UPAV, que estamos seguro resolverá definitivamente los problemas que la aquejan, producto de la carencia de un marco normativo completo que regule las actividades propias de una Universidad Pública.
Como lo hemos venido señalando la UPAV nace en un contexto contradictorio, puesto que por un lado, fue una atinada respuesta a la demanda sentida de ofertas educativas públicas de nivel medio superior y superior de los Veracruzanos, y por el otro lado, respondió a insanos intereses políticos; contradicción que trajo como consecuencia que la UPAV naciera con una Ley inacabada,  y que sólo respondiera al poder en turno, dejando a un lado la calidad educativa, los derechos laborales, y la democratización y pluralidad de las instancias de decisión. Por ello la Iniciativa de Reforma que presentamos se cimienta en cuatro ejes fundamentales, la democracia, la justicia, la transparencia y la calidad educativa. Esto implica que se refleje en la Reforma de la Ley 276, la Plena Autonomía Universitaria de la UPAV, los Derechos Laborales de sus docentes, y fundamentalmente, una reingeniería en los procesos académicos, escolares, administrativos financieros y sociales que redunden en la calidad educativa y la excelencia académica.
Pese a los intereses políticos, a los comportamientos contradictorios de los advenedizos venidos redentores de la UPAV, que en un primer momento, coinciden con lo que hemos venido señalando que la UPAV necesita una reforma de su marco normativo y autonomía, y que después, señalan que no hay tiempo para que el congreso asuma su responsabilidad de analizar, discutir y votar una propuesta de reforma de la Ley 276 de la UPAV que viene de auténticos universitarios upavistas, y que responde a una problemática educativa y social de los veracruzanos. Nosotros decimos si hay tiempo, hay una Legislatura en funciones que es su obligación responder a los problemas de los veracruzanos, de apoyar la Autonomía de la UPAV, los más de 4000000 de veracruzanos que no tienen educación superior la necesitan, y el Estado de Veracruz también si quiere desarrollarse y abatir la pobreza y darle una mayor calidad de vida a los veracruzanos, y fundamentalmente, pacificar a Veracruz, es la educación el instrumento de esa pacificación y ese desarrollo, porque ningún país en guerra puede desarrollarse.
Hoy vemos con  beneplácito y nos congratulamos que el Congreso de los Diputados de Veracruz en funciones, a propuesta de la Diputada Jazmín Copete, a quien agradecemos infinitamente su intervención que demuestra congruencia, altura de miras, y responsabilidad,  haya propuesto y logrado que se aceptara a trámite nuestra propuesta de reforma de la ley 276 de la UPAV, y que la hayan turnado a Comisiones, para después, pase a la sesión extraordinaria del Pleno de la LXIV legislatura de Veracruz para su debate final y en su caso aprobación, que creemos debe ser unánime, pues es una solución a un problema de los veracruzanos que no admite demora ni contratiempo, porque es una propuesta de reforma de la ley 276 profesional, democrática, plural y que obedece estrictamente a intereses académicos y sociales de los Veracruzanos.
La Reforma Integral de la Ley 276 de la UPAV, responde a la UNIVERSIDAD QUE VERACRUZ NECESITA.
De cara al pueblo de Veracruz, la Universidad Popular Autónoma de Veracruz debe ser una entidad generadora y potencializadora del cambio social de cara a la realidad de nuestro estado, pero no debe limitarse, como muchas otras instituciones de educación, en preparar hombres y mujeres aptos únicamente para el trabajo, para la fabricación o maquila de bienes materiales o para proyectos de explotación de recursos materiales y humanos, grave error de la educación pública, se debe reorientar la misión de la universidad para partir de la necesaria generación de una conciencia social que se identifique con su entorno biológico, antropológico, sociológico, económico, político, psicológico y cultural, se debe replantear el papel del humanismo como modelo generador de conciencia de pertenencia y de identidad y a partir de esto, se debe impulsar la generación de un pensamiento cada vez más universalista, más global, pero arraigado a su tierra, a su entorno, a sus raíces biológicas, históricas y culturales. Si se quiere hacer una verdadera universidad de carácter autónoma y popular, se debe replantear la educación precisamente a partir del reconocimiento de la diversidad social tan rica como variada en nuestro gran estado, se debe buscar un modelo adecuado al entorno biológico, reconociendo los factores que afectan el ecosistema, del mismo modo, considerar los aspectos demográficos y multiculturales, los cuales son sumamente importantes a la hora de determinar las políticas educativas que se deben implementar y la idea de la consciencia social y de la responsabilidad compartida así como la solidaridad con el entorno biológico, sociológico antropológico, económico y cultural es determinante para generar la idea de un individuo con una conciencia integral, que entiende la realidad social y que se compromete y coadyuva con el mejoramiento de su comunidad, de su municipio, de su estado, su nación y su mundo.

Si se logra el reconocimiento de la misión de la universidad a partir de generar una nueva visión de la realidad de manera integral, entonces, el aporte de la universidad a la vida de nuestro estado y de nuestro país no será solamente profesionistas que se inserten en el mercado laboral, sino hombres y mujeres con una integración social mucho más profunda, individuos dispuestos a ser agentes del cambio social, a ser solidarios con las causas populares, a saber trabajar en equipo, integrándose, sumando esfuerzos, a trabajar por un verdadero cambio estructural, a trabajar para generar entre todos, un nuevo paradigma, que genere desarrollo, crecimiento, y paz social a partir de valores como la solidaridad, honestidad, justicia y dignidad, es la hora de replantear el papel del nuevo ciudadano comprometido con el cambio social, es la hora de un nuevo renacer social, a partir de valores humanistas y con un enfoque práctico y metódico, basado en las fortalezas de nuestro entorno y de nuestra propia identidad, así, a partir de la unión de los aportes del conocimiento de las ciencias, las artes y las humanidades se concretará un modelo a partir de la consolidación de un humanismo acorde a las necesidades propias del tiempo y del lugar, un humanismo que busca arraigar como premisa fundamental del cambio social, el papel del individuo de cara a la sociedad, ante los retos del siglo XXI.

Son tres ejes fundamentales los que se deben considerar para plantar sobre bases sólidas el futuro de la UPAV, a partir de un modelo que es perfectible pero que ya demostró su funcionalidad y sus virtudes para llegar a todos los rincones de la geografía veracruzana y más allá, y por ello, consideramos que la evolución y consolidación de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz sea un hecho tangible y genere en su entorno las condiciones de crecimiento, desarrollo, certidumbre y calidad que la sociedad veracruzana requiere, estos ejes fundamentales son:

I.- PLENA AUTONOMÍA.

Partiendo de una realidad tangible, todos los involucrados con la comunidad académica de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz sabemos que la Autonomía en la UPAV es una verdadera falacia solo de nombre, ya que no existen las condiciones para hacer efectiva la autonomía, y esto lo podemos observar respecto de la designación del Rector, aun cuando se contempla en la ley 276 que la designación le corresponde a la junta de gobierno como máxima autoridad de la universidad, pero si analizamos el contenido del artículo 12 de la ley 276, el cual a la letra, establece lo siguiente:

Artículo 12. La Junta de Gobierno es el órgano máximo de dirección y autoridad de la Universidad, que se integra por:  
I. El Presidente, que será el Gobernador del Estado; 
II. El Secretario de Educación;
III. El Secretario de Gobierno; 
IV. El Secretario de Finanzas y Planeación; 
V. El Secretario de Salud; 
VI. El Presidente de la Comisión Permanente de Educación y Cultura del Congreso del Estado; y 
VII. Tres representantes de los académicos de la Universidad, a propuesta del Rector. 

En ése orden de ideas, no podemos hablar de PLENA AUTONOMÍA en la UPAV, si la junta de gobierno de la Universidad es un cuerpo colegiado que dimana directamente del poder ejecutivo del estado, al ser el presidente de la misma el C. Gobernador, y al estar respaldado en la toma de decisiones respecto del rumbo de la Universidad, por 4 secretarios de despacho, el presidente de la Comisión Permanente de Educación y Cultura del Congreso del Estado, y tres representante de los académicos de la universidad a propuesta del rector. Considerando lo anterior, queda claro que no podemos hablar de plena autonomía en su gestión si el cuerpo colegiado que decide sobre la gestión de la Universidad es parte del gabinete del gobernador en turno y cuenta solo con 3 académicos a propuesta del propio Rector, quien funge como secretario técnico de la junta de gobierno, cuando la Junta de Gobierno debería ser integrada por académicos de carrera, miembros de la comunidad universitaria, en la que debería de existir la figura del Consejo General Universitario, con representantes de las carreras y de las regiones geográficas en donde la UPAV tiene presencia, para dotar de una clara identidad universitaria que no se encuentre condicionada a los grupos que ostentan el poder político en el estado, situación que como se ha podido comprobar, genera criterios políticos partidistas en la toma de decisiones de una entidad que debería privilegiar la parte académica como sustento de las decisiones del órgano de gobierno más importante de la Universidad. Aquí resulta determinante hacer el siguiente cuestionamiento: ¿Hacia dónde se dirige una universidad cuya permanencia, consolidación y desarrollo dependen de la factibilidad de los proyectos políticos de quien gobierna Veracruz?

Es un hecho que si quien gobierna no conoce los alcances de una Universidad Popular, que a su vez no concibe la capacidad que posee la comunidad universitaria para ser autocrítica y buscar alternativas para alcanzar la superación personal y grupal en los ámbitos técnico - humanísticos y en los proceso de la enseñanza - aprendizaje, y que esto traiga como consecuencia que no pueda ver el potencial de crecimiento y de ser el factor de cambio coyuntural, detonante de un verdadero renacimiento socio - cultural de nuestra identidad como veracruzanos, y en ese sentido, se considera de gran importancia la necesidad de considerar replantear los objetivos de un programa de gobierno que identifique las fortalezas y las oportunidades que éste modelo trae aparejado, considerar la viabilidad de atacar sus deficiencias y mejorar los procesos que es lo que revitalizaría la universidad, en especial en la mejora continua de los planes y programas de estudio para actualizarlos y hacerlos más competitivos con la realidad no solo económica, sino, como bien se mencionó anteriormente, los aspectos sociológicos, antropológicos, biológicos, psicológicos y la sinergia coyuntural que trae consigo la necesidad de cambio de paradigma social en el país y en el mundo. La globalización es inevitable, ninguna sociedad podría sobrevivir aislada, pero se deben retomar los valores humanos y las identidades de las culturas que forjaron la identidad nacional para alcanzar el bienestar de las sociedades globales del siglo XXI, pero enfocado todo desde una perspectiva humanista y solidaria, justicialista e integradora, que considere los aspectos más vitales del comportamiento individual y colectivo, la marginación social, las sociedades de consumo y su indiferencia respecto de los menos favorecidos, la pérdida de valores en los aspectos morales y religiosos, la xenofobia producto de la constante invasión de formas y modelos de vida y de interacción social (religiones y costumbres no conocidas en el entorno social geográfico) que por ser tan variadas, hacen que en la mayoría de los casos resulte imposible la sana convivencia social, muchos de ellos producto de las migraciones, las condiciones de desigualdad, el desempleo, el terrorismo, los aspectos que derivan de las patologías sociales tales como las enfermedades neurológicas y psiquiátricas, el estrés como enfermedad y no como estado temporal, los procesos de cambio estructural, la violencia de género, la apología de la violencia y la discriminación en todas sus formas, la decadencia de la vida socialmente aceptada tomando como punto de referencia la sociedad occidental de la posguerra y de la guerra fría así como del llamado Nuevo Orden Mundial. Etc.

Si ésos son los retos en el futuro cercano para la UPAV y para cualquier institución de educación superior que privilegie la formación de individuos comprometidos con la realidad social, con un sentido práctico de la justicia social y solidarios con el resto de sus congéneres, y no solo obreros para operar las máquinas, estaremos en el devenir de un renacimiento socio cultural de enormes dimensiones, y lo que más se requiere para ello es precisamente con lo que más cuenta la UPAV, capital humano.

Y para alcanzar objetivos más prácticos en el rumbo de la Universidad, se necesita la Plena Autonomía y para ello es imprescindible un cuerpo colegiado que sea precisamente surgido de la propia comunidad universitaria, ya que cuenta con grandes hombres y mujeres con la experiencia, la capacidad, la visión y el compromiso con un proyecto que nació de su mano, de su esfuerzo compartido, de su fe en una universidad que debe aspirar a ser plenamente autónoma y verdaderamente popular, sin que ello no traiga aparejada la necesidad de mayor profesionalismo y la búsqueda de la excelencia que derive en mayor confianza de cara a nuestro pueblo veracruzano.  

La propuesta de reforma deberá generar para darle certidumbre democrática al interior de la institución, a la creación de un consejo popular universitario, mismo que con la plena autonomía, partiendo de un ejercicio democrático que dignifique el quehacer social y político de nuestra universidad, pero partiendo de la noción de que la universidad es popular y que en ello estriba precisamente la virtud del modelo, se debe atender a ése detalle para generar un consejo debidamente representado por regiones, mismas que para tal efecto, deberán reunirse para elegir a sus delegados al consejo popular universitario, éstos llegarán electos democráticamente en cada región y realizarán una asamblea para dar a conocer los temas a discusión en el seno de dicho consejo popular universitario, de lo que ahí se apruebe, se decidirá respecto de que la junta de gobierno esté integrada por 21 miembros del consejo popular universitario, y que a ellos les corresponda ser electos por un periodo de 3 a 5 años como máximo, y cuya primera acción al constituirse legalmente sea la elección de un Rector y de un Secretario Académico a propuesta de 3 ternas surgidas de la propia comunidad universitaria. Así mismo, crear a partir de instituir formalmente y en acto solemne al Rector y al Secretario Académico por parte de la Junta de Gobierno, también le corresponderá, crear la institución revisora para un adecuado control y vigilancia de las acciones de la Rectoría denominada Contraloría Social de la Universidad Popular autónoma de Veracruz, constituida por tres académicos que gocen de solvencia moral e intachable reputación, y que conozcan de cuestiones de políticas educativas, administrativas y legales, a fin de verificar que las acciones llevadas a cabo sean eficientes y eficaces para el desarrollo de nuestra universidad.

II.- CALIDAD Y EXCELENCIA ACADÉMICA.

Ahora bien, la aspiración fundamental de una Institución de Educación Superior radica en cómo lograr la calidad de la educación que se imparte y la excelencia académica para así lograr consolidarse como una institución confiable, que brinda certeza y certidumbre, que logre captar un interés cada vez mayor de una población ávida de oportunidades de crecimiento y desarrollo en los ámbitos personal y profesional. Para ello, consideramos indispensable una reforma que facilite la búsqueda de una mayor calidad en las cátedras que consoliden un modelo que trascienda rumbo a la excelencia académica. Pero debemos ser objetivos y analizar que en primer término se plantea la necesidad de integrar un panel de académicos especialistas en cada área del conocimiento, en cada una de las profesiones que se imparten en la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, creando, a iniciativa del Consejo Técnico Académico de la Universidad, estrategias de trabajo para realizar “Academias” que revisen los planes de estudio, hagan sus observaciones, sus aportaciones metodológicas y doctrinales y se actualicen dichos programas a la realidad del entorno académico tanto nacional como latinoamericano y global considerando los aspectos culturales y los paradigmas sociales en los que se encuentra nuestro entorno, todo ello, para definir las políticas educativas que consoliden dichos programas y para hacerlos un modelo de mayor eficiencia respecto de los que actualmente se tiene.

No solo se plantea la idea de la innovación en los aspectos metodológicos y las técnicas didácticas que deben ser consideradas en la revisión de los planes y los programas de estudios, sino la realidad palpable, la necesidad de mejorar las condiciones de vida, no solo del estudiante, sino, como se mencionó anteriormente, dotarlo de una visión cada vez más solidaria y comprometida con su entorno biológico y social, que pueda determinar la vocación de éste para formarse como un agente de cambio social en su región. Por ello, los planes y programas deben ser puestos en un análisis más objetivo y más congruente con la realidad de nuestro entorno social, esto tendrá como consecuencia, un mayor compromiso entre los actores que forman parte de nuestra comunidad académica.

Así mismo, y de la mano con lo anterior, resulta evidente que es necesario implementar una serie de programas de capacitación y mayor profesionalización docente que genere un mayor rendimiento académico por parte de quienes son actualmente Asesores Solidarios, tendiente a formarlos más como catedráticos, y con el tiempo, con la implementación de los programas  de posgrado enfocados hacia la Investigación, podamos generar dentro de nuestra estructura docente, a los investigadores que necesitamos para consolidar la universidad. Entonces, consideremos el proceso de mejora de la calidad docente y la excelencia académica en tres etapas:

Primera etapa:          Revisión exhaustiva de los planes y programas de todas y cada una las diferentes carreras y posgrados de la UPAV a fin de actualizarlos y, a partir de ello, lograr fortalecer los procesos de enseñanza aprendizaje al hacerlos más eficientes, para lo cual es necesario la creación de academias por áreas del conocimiento, con docentes altamente calificados y competitivos dentro de todas las áreas del saber, así como dentro de las diferentes asignaturas y profesiones que se imparten en la UPAV. Todo esto, acompañado de una visión clara y concreta del rumbo a seguir por parte de la universidad para lograr una consolidación del modelo académico, para ello, se debe llevar a cabo el análisis, discusión y en su caso la propuesta, debidamente sustentada metodológicamente y que implique, en caso de así determinarse, la modificación de los mismos, con un exigente rigor metodológico, concreto y claro, para que esto permita una mayor consecución de los objetivos de una cada vez mayor, calidad en las cátedras que se imparten, la meta es garantizar, con la ejecución de los mismos y de manera conjunta con la implementación de un programa de mayor profesionalización y actualización docente, la excelencia académica.

Segunda etapa:       Proceso de profesionalización de los docentes en servicio, consistente en cursos de actualización, cursos de técnicas docentes adecuadas para el bachillerato, para el nivel superior y los estudios de posgrado, en virtud de mejorar las técnicas didácticas y desarrollarlas de mejor manera frente a grupo considerando para ello, las fortalezas, las oportunidades, las debilidades y las amenazas (análisis FODA). Se debe mejorar paulatinamente los procesos de enseñanza – aprendizaje, la idea que se plantea sería enfocada en homologar en cuanto hace al fondo (objetivos generales y específicos de cada asignatura), pero permitiendo la sana y correcta libertad de cátedra en lo que hace a la forma (aspectos doctrinales subjetivos), todo ello con una adecuada supervisión por regiones y medición de resultados, en cuanto hace a los procesos de evaluación del desempeño docente. Por lo tanto, resulta imprescindible enfocarnos en la mejora continua a partir de herramientas didácticas variadas, pero probada la eficiencia de las mismas en la práctica docente, es decir, que se debe hacer un análisis comparativo de las experiencias que cada docente comparta, para buscar las herramientas y que permitan implementarlas en el entorno del aula y extra muros, mismos que faciliten y hagan más eficiente el proceso de enseñanza – aprendizaje.
                               
Tercera etapa:          La investigación y la extensión universitaria, a partir de un modelo que privilegie el uso de la tecnologías de la información para que nuestra universidad se consolide y obtenga el pleno reconocimiento y pueda estar en el catálogo de Universidades Públicas nacionales, así mismo, pueda ingresar a la ANUIES y de ésta manera, conseguir los apoyos del gobierno federal y de organismos internacionales. Desde luego, para lograr lo anterior, resulta imprescindible que se desarrollen las áreas de investigación, implementando programas de investigación que, en coordinación con instituciones nacionales e internacionales, se desarrollen en el seno de la UPAV y consoliden la investigación como generadora de conocimientos en las diferentes áreas del saber, abarcando con ello, el concepto de universalidad del conocimiento, en especial, sacando provecho de las tecnologías de la información, desarrollando a su vez, el área de extensión universitaria, con programas de desarrollo social y humano, enfocados al mejoramiento de la calidad de vida de los miembros de la comunidad universitaria, y acercando éstos proyectos de mejoramiento a la sociedad en general, en especial, a las comunidades más apartadas del estado, es decir, generando proyectos de participación social en coordinación con la Universidad, a fin de acercar a la UPAV con la sociedad y hacerla una entidad determinante y comprometida con el cambio social que el país necesita.   

III.- JUSTICIA LABORAL PARA LOS ACADÉMICOS.

Para consolidar el pleno desarrollo y fortalecimiento de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, resulta fundamental el pleno reconocimiento de los derechos de las personas que desde hace tiempo y hasta la actualidad se han venido desempeñando como asesores solidarios, auxiliares y directores solidarios, ya que desde que se puso en operación la UPAV, son muchos los que han ayudado a consolidar el modelo dedicando su tiempo los fines de semana a la universidad.

En éste orden de ideas, se debe considerar la manera en que la universidad incentive y realice el esfuerzo de mejorar la calidad académica y así fortalecer todas las áreas del conocimiento respecto de todas y cada una de las profesiones que se imparten de acuerdo con la currícula de licenciaturas y posgrados aprobados por la Dirección General de Profesiones dependiente de la Secretaría de Educación Pública.

De conformidad con lo que establece la Ley Federal del Trabajo, se debe reconocer la relación laboral que existe entre la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, quien para efectos prácticos, es el patrón dentro de la presente relación laboral y los asesores solidarios, auxiliares y directores solidarios, mismos que son los trabajadores dentro de la relación laboral existente, la cual no se puede desconocer, ya que aunque la naturaleza de ésta relación es un tanto sui géneris respecto de otras reconocidas plenamente por la Ley, resulta evidente que existe dicha relación y no se puede sustraer la universidad de las obligaciones adquiridas por ésta razón. Es por tanto una cuestión de justicia para los trabajadores y es, por tanto, el motivo primordial de otorgar dicho reconocimiento, que no puede ser otro, que el de fortalecer el modelo académico, a partir de una relación laboral, que arraigue a la universidad, a todos los talentos que la han hecho solvente en cuanto hace a la calidad académica,  así mismo, que logre motivar a futuros profesionales que se sumen a sus filas como académicos y como consecuencia de ello, se logre incentivar la excelencia académica que fortalezca el modelo y lo consolide como una opción de calidad para los egresados de los bachilleratos del estado.

A partir de dicho presupuesto, se debe incentivar y motivar a todos aquellos quienes tienen la vocación de servicio y la capacidad para así, entonces, con plena certeza, se debe realizar un proyecto de mejora de incentivos económicos, para que a mediano y largo plazo, se considere la idea de generar una plantilla de académicos de tiempo completo, especialmente enfocados en fortalecer las futuras áreas de investigación y de extensión universitaria, y paulatinamente, llegar a tal grado de profesionalización, a través de la celebración de convenios de cooperación e intercambio con instituciones de educación superior de probada calidad y reconocimiento, y así, realizar éstos intercambios de personal académico y respecto de proyectos de investigación, logrando formar a futuros académicos de tiempo completo, a fin de generar una plantilla de académicos de carrera que sustenten el crecimiento y la búsqueda de la excelencia en la Universidad Popular Autónoma de Veracruz.

Esta reforma  de la ley 276 que crea la UPAV sí será histórica no tan sólo para los universitarios de la UPAV, también para todos los veracruzanos.

Una Universidad vanguardista, con un Modelo Educativo Popular Vasconcelísta, identitaria y social, un Modelo Educativo que es la respuesta a la masificación de la educación con calidad y responsabilidad, en Veracruz nos adelantamos a las respuestas de cómo llevar la educación a todos los mexicanos, Veracruz muestra a México un modelos educativo social que se organiza con y para el pueblo, un Modelo educativo basado en la solidaridad y la voluntad.

El último estirón para salvar a la UPAV.

Agosto de 2018

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