Tribuna Libre.- Al escribir esta columna he visto a la gente
muy divertida, al conocer la emisión de un nuevo billete de 500 pesos
mexicanos, con la imagen de Benito Juárez, que también aparece en los viejos
billetes de 20 pesos; chistes irán y otros vendrán, pero si supieran que los
billetes plásticos ni siquiera se hacen en México, sino en Australia y que cada
vez que se emiten nuevos billetes hay una gran cantidad de dinero que pudiera
“fugarse” y causar inflación, pues las reservas de la nación siguen siendo las
mismas, pero con un mayor circulante, respaldado por esas mismas reservas;
entonces la gente no estaría tan contenta haciendo chistes. En los años
ochenta’s, en la época de mayor inflación, cuando los gobiernos “ocupaban
dinero extra sin avisar al pueblo”, emitían nuevos billetes casi a diario. En
fin, mientras, el tema es una diversión popular.
La época actual se ha venido caracterizando
por el crecimiento de la intolerancia social, en función de la inacción de las
autoridades o de la discrecionalidad autoritaria con la que actúan, como cuando
quieren ser senadores y gobernadores al mismo tiempo; tan es así, que la
población al ver la abulia oficial, toma sus propias acciones, unas buenas y
otras muy malas. Entre las buenas hay infinidad de asociaciones civiles que
suplen o ayudan a la labor de las autoridades, llenando los espacios que no
hace el gobierno.
La Alerta AMBER es un extraordinario ejemplo
de una acción social que superó cualquier iniciativa pública, para localizar a
niños robados y personas desaparecidas, a las que las autoridades sólo atinan
en llamar “personas ausentes” por no aceptar que hay “robo de niños”, “levita
de jóvenes para llenar los ejércitos del crimen” y “la sustracción de mujeres
para la trata de blancas”, entre otras cosas similares; que en general,
implican “una explotación de personas, con o sin vida”; o maneras nuevas de
esclavitud, lo que es una prohibición prioritaria de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, al señalar en su primer artículo, que la esclavitud
está prohibida y que si entrara a México cualquier esclavo, quedaría en
libertad inmediata por ese simple hecho; pero poco se hace por cuidar estos
nuevos flagelos.
Las comunidades cansadas con esa apatía e
incompetencia social, han creado policías o guardias comunitarias, “armadas”;
lo que según la ley sería una aberración, pero, ahora en varios sitios es ya
una penosa necesidad. En otros lugares, la falta de compromiso de los
gobernantes, ha propiciado que ante el temor por la inseguridad y niños que
roban y dejan libres sin mayor consideración, se han organizado para cuidarse
del famoso “derecho de piso”, que en su tiempo hizo ricos a los capos
italianos; por lo que han creado grupos de whats app para avisarse de
sospechosos en su colonia o pueblo, para salir a “linchar” a los delincuentes,
que a veces dicen que no lo eran, pero mientras, la gente les ha privado de la
vida, incluso prendiéndoles fuego, quemándolos vivos, en pleno año 2018; cuando
al leer la historia, nos extrañábamos de las barbaries de la antigüedad o las
sanciones actuales en Pakistan, Afganistan y países con medidas extremas y
sumarias, que aplican las amputaciones de miembros a quien roba o la pena de
muerte.
La población ha determinado calificar y
castigar en las urnas, las malas acciones de gobierno, pero tal parece que
sigue estando activo el famoso refrán que reza: “Nadie experimenta en cabeza
ajena”; pues en lugar de aplicarse la autoridad en pro del beneficio social e
investigar el destino de los fondos del ISSEMYM y de los recursos públicos,
varios gobiernos estatales y municipales, promueven leyes para “exprimir”
económicamente a la población de manera “legal”, pues de algún lado tienen que
conseguir ingresos; lo que también incrementa la corrupción, pues ha vuelto la “entrega de maletas”, lo que se
observa con toda facilidad al momento en que policías en lugar de dedicarse a
la seguridad o a la organización de la vialidad, los vemos muy activos
extorsionando a los familiares de los pacientes hospitalizados en los alrededores
de los hospitales “Nicolás San Juan y el
ISSEMYM” en Toluca, donde los gobiernos no planearon estacionamientos, pero sí
pusieron discos de no estacionarse absolutamente en todas las calles, habiendo
filas de policías extorsionadores, cuando los familiares de los pacientes no
pidieron estar ahí ni quieren estacionarse, ya que lo hacen por verdadera
necesidad; en esas zonas debieran retirar los discos de no estacionarse, pues
seguro que para el gobierno, no fueron obligatorios los dictámenes de impacto
regional, ni los hoy costosos llamados “DUC’S”.
Actualmente, por todos lados aparecen
supuestos retenes de seguridad, pero que al final sólo es para extorsionar,
siendo los “paisanos más afectados”, los choferes con camionetas de carga que
van de todo el país a la central de abastos y que tienen que dejar en cada
esquina para “el chesco”, pero ahora, tamaño familiar; esto quiere decir que si
los de abajo “muerden” es porque los de arriba exigen “la maleta”; pero que al
final, es una forma muy efectiva para ir sembrando votos de castigo para esos
gobiernos no efectivos ni honestos. Todo se confirmará en las próximas
elecciones.
Hasta en tanto, seguiremos viendo
“justicieros” individuales para repeler los asaltos en los vehículos del
servicio público o de manera colectiva, “linchando” delincuentes, que al fin no
es algo nuevo; solo basta recordar aquella frase literaria cuando gritaban:
“¿Quién mató al Comendadoooor? Y le respondían: Fuente Ovejuna Señor”; para
referir que nadie, pues había sido todo el pueblo.
*Consultor Político y Empresarial
nacho@lujano.mx