*El
magistrado de la Sala Superior del TEPJF señaló que el debilitamiento de los
sistemas de partidos, la proliferación de candidatos antisistema y la creciente
desafección democrática, ha obligado a replantear el diseño actual de las
democracias.
Xalapa, Ver. | 05 diciembre de 2018
Tribuna Libre.- El magistrado de la Sala Superior del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), José Luis
Vargas Valdez, aseguró que, ante la necesidad de dotar de mayor eficacia y
adaptabilidad al sistema de justicia, corresponde a los jueces garantizar la
neutralidad de las autoridades, hacer efectiva la integridad electoral y
proteger su independencia e imparcialidad.
Además, dijo el magistrado, los jueces
electorales tienen la obligación de fortalecer aún más la protección de los
derechos político-electorales de la ciudadanía y generar mayor cercanía,
incluso, mediante la implementación de métodos alternativos de resolución de
conflictos.
“La certeza en las normas y en nuestras
sentencias, la transparencia, lo que el Tribunal Electoral ha denominado
justicia abierta, son factores fundamentales para privilegiar, precisamente,
esa certeza de la ciudadanía de que las decisiones que se tienen que hacer
valer son las de la mayoría y también que tenemos una función primordial cuando
existen factores, de hecho, antidemocráticos que hacen no respetar esa voluntad
popular depositada en las urnas o cuando es afectado ese principio fundamental
de independencia e imparcialidad por parte de las autoridades que les
corresponde resguardar esa voluntad depositada en las urnas”, indicó.
Al participar en la mesa Mecanismos de
resolución de conflictos electorales ante la coyuntura mundial: un resumen de
las experiencias compartidas, en el marco de la Segunda Asamblea Plenaria de la
Red Mundial de Justicia Electoral, Vargas Valdez comentó que los jueces
electorales han probado ser una pieza clave para el fortalecimiento de las
democracias y la tutela de derechos político-electorales. Sin embargo, agregó,
“quizá valga la pena explorar diversos métodos alternativos que, insisto, no es
privar a la ciudadanía del derecho y acceso a la justicia, sino probablemente
encontrar fórmulas de conciliación para permitir que la política también haga
su parte”.
El magistrado de la Sala Superior del TEPJF
añadió que si bien diversas democracias han adoptado por la vía judicial para
resolver los conflictos, lo cierto es que “a raíz de las condiciones globales
actuales, del debilitamiento de los sistemas de partidos, la proliferación de
candidatos antisistema y la creciente desafección democrática, nos hemos visto
obligados a replantear el diseño actual de nuestras democracias”.
Vargas Valdez reconoció que las nuevas
realidades tecnológicas son el reto más importante que tienen las democracias
hoy día, al tratarse de un fenómeno todavía no comprendido y del que no sabemos
cuál es su alcance, cuáles son sus capacidades y cuáles son sus riesgos frente
a los valores y a los principios democráticos.
“Me parece que parte de lo que hoy estamos
llamados a realizar es una combinación entre un modelo regulatorio, así como de
mejores prácticas en lo cual todo mundo, actores privados y actores públicos
entendamos que los derechos, el ejercicio de derechos a la libertad de
expresión, al derecho a recibir todo tipo de información, tiene que estar
acompañado de una responsabilidad social de los agentes privados y públicos
frente a lo que se denomina la información veraz y adecuada para la
ciudadanía”, aseveró el magistrado de la Sala Superior.
En la mesa participaron el director para
América Latina y el Caribe (IDEA-Internacional), Daniel Zovatto, y el director
del Centro de Investigación Aplicada y Conocimiento de la Fundación
Internacional para los Sistemas Electorales, Chad Vickery.