*Dice
el sabio refrán..."Piensa mal y acertarás".
Xalapa, Ver. | 30 marzo de 2018
Tribuna Libre.- Si Malón Ramírez Marín gana la dirigencia
estatal del PRI, automáticamente lo que queda de ese partido pasará a control
de Miguel Ángel Yunes Linares, quien pretende usarlo para apoyar nuevamente a
su hijo (Miguelito) para la gubernatura en 2024.
Obviamente si eso sucede habrá una gran
desbandada de lo que queda del PRI, pero si actúan con inteligencia los
miembros del revolucionario institucional que van a elegir a su próximo
dirigente estatal, y se inclinan por Adolfo Ramírez Arana y su compañera de fórmula,
el PRI podría lograr mucho de cara a los próximos procesos electorales, y
recobrar la confianza perdida por gran parte del electorado y de sus propios
militantes.
No hay que olvidar que "el que traiciona
una vez, traiciona siempre" y el señor Malón Ramírez lo ha hecho una y
otra vez durante toda su grisacea carrera política.
Los Yunes lo tiene comiendo de su mano en el
Ayuntamiento del Puerto de Veracruz, donde gana más de $200 mil pesos al mes,
más obras y contratos que le han sido asignados por debajo de la mesa,
privilegios que ni los propios regidores del PAN tienen en dicho ayuntamiento.
Así que OJO en el PRI de Veracruz, porque si
llega Malón Ramírez a la dirigencia estatal, le estarían entregando en charola
de plata lo que queda del partido a quien tanto daño les causó durante su mini
mandato.