A
propósito de una sociedad crítica y civilizada
Lenin Torres Antonio | 29 junio de 2018
Tribuna Libre.- El 10 de octubre de 2016 publiqué un texto
que titulé, “Veracruz: a propósito de los responsables del deterioro de una
sociedad”, donde hice algunas observaciones que creo que son pertinentes en los
tiempos actuales,
“Hace un tiempo fui candidato a diputado
local por el distrito de Xalapa Urbana, como no tenía la opción de las
candidaturas independientes, busqué un partido que me postulara, y así poder
participar y proponer una serie de iniciativas legislativas para mejorar la
vida de los ciudadanos de Xalapa, por lo que me di a la tarea de elaborar mi
propuesta legislativa para presentársela a los votantes de Xalapa Urbana.
Iniciado la campaña electoral comencé mi periplo político con 100 carteles con
la leyenda “limpiemos la política”, y 5000 trípticos, pareciera que esa leyenda
después de más de una década sería una advertencia de la desconfianza y lo
peligroso (por sus consecuencias) en que se convertiría la política y los
políticos en Veracruz.”
“Dos eventos quisieran destacar, más allá de
mi fracaso como político, puesto que, con una moto, 100 carteles, 5000
trípticos y una propuesta legislativa no se podrían ganar, puesto que me
faltaba lo principal, las cuentas de vidrío y la complicidad con los
profesionales del poder y el engaño: Uno, ante la desacostumbrado que en ese
entonces teníamos de los debates, solicité que en ese distrito se permitiera un
debate; afortunadamente se me fue concedida tal solicitud, y se hizo un debate;
pensando desde una lógica mínima que el debate sería una confrontación de ideas
y de propuestas, me di a la tarea de presentar mis propuestas e ideas
legislativas; al otro día, unísonos “todos los medios de comunicación libres de
Veracruz”, principalmente la prensa escrita, destacaron el ciudadano X (que no
era yo) ganó el debate”, pese a que sólo se recuerda su saludo zen de la
candidata del PRIAM, y la ausencia en su narrativa de propuestas legislativas,
pero como en ese entonces muchísimos medios estaban comprados por el Estado, la
clase política en el poder los usaba para legitimarse en el poder público.
“Dos, lo primero que me encontré en los ciudadanos que visité para pedirles su
voto fue una nula vocación social e ignorancia de lo que representa ejercer el
voto; después de mi perorata de las propuestas legislativas la gran mayoría me
preguntaba que les había llevado o que les regalaría, haciendo silencio a un
diálogo mínimo que les permitiera tener elementos de juicio para decidir su
voto”
“Hoy Veracruz se presenta con un escenario
lamentable, la política ha fracasado, el estado de derecho está ausente, la
sociedad sufre las consecuencias de su falta de entendimiento que la construcción
de los espacios públicos y de la política es una corresponsabilidad, y que el
voto irresponsable trae consecuencias, pedimos a gritos limpiar, reivindicar y
que funcione la política para hacer frente del deterioro de nuestros marcos de
convivencia y viabilidad. Y lo peor es que no se sabe qué hacer para volver a
transitar por nuestras calles sin miedo, para tener certidumbre que podamos
sostener a nuestras familias, para darles certeza de futuro a nuestros jóvenes,
y para hacer de Veracruz un referente de civilidad, orgullo y hospitalidad.”
“Hace un rato platicando con un buen amigo,
quien me externaba su preocupación por lo que pasa en Veracruz y lo que se
tiene que hacer, le dije, que lo primero que debíamos entender que ese
deterioro no sólo es producto de una clase política mala, enferma, y de la
improvisación; sino también de una sociedad irresponsable y cómplice, que han
aupado al poder a esa clase política que hace mucho tiempo ha dado señas de su
decadencia, y falta de inteligencia y visión. Que no pensemos que esa misma
clase política resuelva ese estado deplorable y de deterioro de nuestra
sociedad; sin que antes entiendan que tienen que anular sus pasiones y
vorágines de poder, que tienen que enterrar sus herencias malditas del poder,
que dejen su retórica malsana por un diálogo franco y serio, que hagan de la
política el instrumento para resolver el dolor que viven nuestros pueblos. Y
que, sólo convocando a todos por igual al rescate de Veracruz, y ciudadanizando
la política con estrategias que involucren a todos los veracruzanos en la
gobernanza, podríamos realmente cambiar el destino de nuestro Estado.”
“Dos son los problemas más grave que vive
Veracruz, la inseguridad y la pobreza, para el primero, la vía institucional de
militarizar nuestras calles, coartar nuestras libertades, armar a los
ciudadanos, meter a la cárcel a los culpables, convertir a cualquier ciudadano
en chivo expiatorio con programas obsoletos de prevención del delito, es más
que retórica, el problema es multifactorial, y como tal debe tratarse; para lo
segundo, no hay más que crear fuentes de empleo y combatir la precariedad
laboral, hay que castigar al delincuente de cuello blanco, hay que crear un
sistema económico democrático, y un sistema de libre mercado regulado por el Estado
para que no cree un mundo donde surja unos pocos Slim y millones de pobres
extremos. Veracruz espera esos tiempos, y no tiene margen de error ni tiempo.
Es hoy, tomemos la palabra todos, y vayamos a la acción, ni un pobre extremo ni
un asesinato más.”
“Para ello tendrían que entender que este
periodo de gobierno de dos años no debe politizarse partidistamente ni verse
como la antesala o precampaña para el periodo de seis; que este periodo es una
etapa de transición para sentar las bases legales, sociales, morales,
culturales y políticas para rescatar a Veracruz, una etapa de ciudadanización
de la política que genere estrategias que involucren a todos los ciudadanos en
la gobernanza, sólo así podríamos realmente cambiar el destino de nuestro
estado, sino corremos el riesgo de más dolor y sufrimiento de nuestra gente.”
Pero no fue así, ese período de dos años fue
más de lo mismo, lo público entrampado en los intereses personales del grupo en
el poder, y la funcionalidad institucional sometida a los humores y a la
improvisación y el deterioro, la falta de una política sana e incluyente llevó
a que ese tiempo elemental y prioritario de transición no cumpliera con las
expectativas de cambio, el PANRIP continuó con las practicas malsanas y
concibiendo lo público como un coto personal donde satisfacer sus egos y llenar
sus bolsos de dinero público, el sueño que muchos veracruzanos de ver alejar el
aciago y tenebroso tiempo duartista-fidelista se frustró pues fue “más de los
mismo”, como dos moldes cortados a la misma medida, sin diferenciaciones, y
confirmó lo que Andrés Manuel López Obrador venia denunciado y que etiquetaba
como la “mafia en el poder” y que irónicamente llamaba “el PRIAN”.
El hartazgo y la frustración ciudadana
hicieron que las pasadas elecciones hubiera una nueva alternativa en el
gobierno federal y estatal, y el fenómeno MORENA asumiera el reto, uno, de ser
la verdadera transición democrática, y dos, resolver la grave crisis social y
económica que vive México y Veracruz, crisis que tiene dos responsables, la
clase política postrevolucionaria decadente y egoísta, y la falta de civilidad
del pueblo mexicano, y eso hay que señalarlo.
En los tiempos actuales la vida pública deben
ser otra; una sociedad crítica y civilizada, que entienda que hay corresponsabilidad
en la construcción de ese nuevo espacios públicos para que sean más sano y
eficaces, espacios públicos que tiene que ser formados con una nueva visión del
hombre público y de la política, y esto implica invertir la pirámide del poder
público y una gobernanza donde sí sea real la participación ciudadana, por lo
que se hace urgente construir esos instrumentos legales y políticos que la
permitan y posibiliten.
Desafortunadamente, como lo he dicho, esa
transición democrática corre peligro de fracasar una vez más:
Uno, por la guerra fratricida y la mala
política que está haciendo lo que quedó del poder de esa clase política
decadente, la oposición partidista y algunos gobiernos estatales y municipales,
que fincan su regreso al poder público en el fracaso de esa transición, y eso
es muy peligroso, porque están siendo capaces de encontrar en la diatriba y la
retórica los argumentos para descalificar, y no en la legitima propuesta
gobierno que debe hacer para resolver los graves problemas que vive México y
Veracruz, fincar sus esperanzas en el fracaso de esta transición democrática
que no tiene margen para el error es atentar contra el mismo pueblo mexicano y
veracruzano; y eso es poco inteligente y desleal; porque hoy hay una urgente
Agenda local y federal que hay que atender, la inseguridad, la violencia, la
pobreza y la desigualdad, Agenda Política que amerita la participación de todos
los sectores de la sociedad, más allá de siglas e intereses de grupo, una
Agenda que no tiene margen para el error, porque eso significa más
sufrimientos y muerte (y no
necesariamente por la violencia sino por la mala alimentación y desnutrición de
nuestros pueblos).
Dos, por la falta de una consciencia social
que nos haga entender que las reglas de la política han cambiado, y que la política
debe recobrar su condición de “gobernar obedeciendo” con una escucha incluyente
y solidaria; estoy convencido que esta transición política que vive México y
Veracruz, nos pondrá en un espacio público y político más democrático, más
humano, y más eficiente en la medida que todos nos involucremos y garanticemos
que no fracase, hoy son tiempos del nosotros, y no del tu y yo, y esto nos es
un exhorto romántico ni sentimental, es un exhorto real, no hay otra salida,
más que la consciencia social.
Si hacemos una línea en el tiempo, podremos
decir que del periodo postrevolucionario, en la mitad de ese tiempo se
construyeron las instituciones sociales y políticas para organizar la vida en
sociedad de los mexicanos, y la otra mitad, fue el periodo demiurgo y oscurantista
que hicieron que la política y el Estado mexicano, su funcionalidad, estuviera
yuxtapuesta a los intereses de una clase política, y para ellos, esa clase
política iba construyendo mecanismos y entramados de complicidades para
mantener el poder público y un cierto equilibrio, mecanismo que hacia funcionar
las instituciones públicas y al mismos Estado ad hoc de los intereses de esa
clase política, clase política que paulatinamente se fue deteriorando y
gangrenando por un relevo generacional sin “oficio político” (y entiendo por
“oficio político” la capacidad de esa clase política de mantener un equilibrio
entre los intereses públicos con los personales), que destruyeron toda
capacidad de legitimación e interlocución con la ciudadanía. Es indispensable
entender que esa cultura de la simulación, y esa superestructura de poder que
estaban por encima de la funcionalidad de las instituciones públicas y del
mismos Estado Mexicano fue lo más grave que hizo esa clase política, porque
prácticamente el Estado Político, las instituciones públicas, y el estado de
derecho fue secuestradas y dejaron de funcionar con autonomía e imparcialidad,
propiamente el Estado y el poder público era un asunto personal, por lo que el
reto es mayúsculo del nuevo Gobierno de la Republico y del Estado de Veracruz,
pues lo que están haciendo es Restituir la Funcionalidad Institucional del
Estado, ni siquiera estamos en la antesala de hacer políticas públicas, porque
todo las redes institucionales del estado mexicano estaban corrompidas y
funcionaban de acuerdo a los intereses de esa mafia en el poder, y esto no es
poco cosa, puesto que tenemos que tener Instituciones públicas funcionando
correctamente para que podamos hacer políticas públicas que realmente resuelvan
los graves problemas que vive México y Veracruz.
Es decir:
Si no somos capaces de hacer funcionar
correctamente al Estado sin que estemos preocupados y fiscalizándolo para que
la corrupción no lo siga gangrenando, estaremos posponiendo lo urgente, que es
construir las correspondientes políticas públicas para enfrentar con eficiencia
los graves problemas que vive nuestros pueblos y la ciudadanía.
Si no somos capaces de sumarnos con plena
consciencia social a la transformación de México y Veracruz, y esto va para
todos; medios de comunicación, partidos políticos, ciudadanos, en fin, la
sociedad en general, y concebir esa transformación no como un eslogan
ideológico, y entendamos que vivimos un estado de excepción que plantea una
Agenda Político corresponsable, seguro estaremos posponiendo la recuperación de
México y de Veracruz.
Xalapa
Eqz.Ver.
Junio
de 2019