*“No
pasa nada” si se mueren los pacientes
*Secretario
de Salud defiende a empresa que incumple con el servicio de hemodiálisis
*El
89.2% de las personas siente que los servicios de salud no han mejorado
Tribuna Libre.- El Secretario de Salud de Veracruz, Roberto
Ramos Alor, reconoce que no se está dando el servicio de hemodiálisis a los
pacientes con enfermedades renales en las instituciones de salud del gobierno
del estado.
Lo que no dice, es que esto puede hasta poner
en peligro la vida de los pacientes.
Pero lo que sí asegura, simplemente, es que
con la suspensión de los servicios de hemodiálisis: "No pasa nada".
O sea que si alguien se muere, no pasa nada.
Con todo descaro protege a la empresa Gifyt,
a la que le dieron el contrato aún cuando tenía malos antecedentes y presentó
documentos falsos -al parecer- para ganar la licitación.
Entrevistado, dice a los reporteros, con voz
pausada, como queriendo tranquilizar, que el servicio no se da desde hace 15
días.
Pero, agrega, “no pasa nada”
Total, ¿qué puede pasar porque un paciente no
reciba hemodiálisis en 15 días?.
En sus palabras: “No pasa nada”
Ramos Alor en lugar de proceder a revocar el
contrato otorgado, solapa y protege a una empresa que fue de las consentidas de
Miguel Ángel Yunes, con muy malos antecedentes, señalada de incumplimiento de contrato, tráfico
de influencias y malas prácticas empresariales, entre otros (los detalles los
puede consultar en https://misticosyterrenales.blogspot.com/2019/07/misticos-y-terrenales-secretaria-de.html
).
Lo intrigante también es ¿porqué el gobierno
de Cuitláhuac García encubre, protege y alienta a una empresa ligada con el
exgobernador Yunes Linares?.
¿Acaso hay algún acuerdo secreto?.
Debe existir una explicación para esto, que
excluye el buen servicio de Gifyt, porque demostrado está que no lo tiene, tan
sólo con el tiempo que lleva sin poder instalar una sola máquina de
hemodiálisis en el estado.
Lo que sea el origen de esta irregularidad,
debe ser protegido por alguien muy poderoso, porque este tipo de situaciones
son las que hacen que el gobernador Cuitláhuac García tenga tan bajos niveles
de calificación ciudadana.
¿No se han dado cuenta que casi el 90 por
ciento de los habitantes del estado sienten que los servicios de salud no han
mejorado?.
Sólo un 3.9% de quienes viven en Veracruz
consideran que sí hay mejoría.
La Secretaría de Salud es una de las áreas
donde se debe de cambiar al titular y todo el cuadro directivo con urgencia,
para que coloque a alguien que si conozca del sector y a quien si le preocupe
la salud de los veracruzanos, no el cuidado de sus uñas y que sólo se dedique a
buscar reflectores para salir en medios.
Pero Ramos Alor se siente en los cuernos de
la luna, protegido por Rocío Nahle, que fue quien lo colocó en el puesto.
Y con quien, seguramente, debe “comentar” los
resultados de las adjudicaciones que se hacen en el sector salud, sobre los
“buenos resultados” de estas operaciones, para que la funcionaria este
contenta.
El titular de la Salud –hoy- con total
descaro reconoce que la empresa a la que se le dio el contrato para los
servicios de hemodiálisis, Gifyt, ni siquiera ha podido instalar los equipos en
los hospitales del Centro de Alta Especialidad (CAE) “Doctor Rafael Lucio” en
Xalapa y el Hospital Civil “Luis F. Nachón”; ni en el Hospital de
Coatzacoalcos, ni en el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz; tampoco en
el Poza Rica en donde hay 35 pacientes que requieren hemodiálisis, ni en Tierra
Blanca que tiene a 50, ni en Yanga con 20 pacientes.
Como el mismo Ramos Alor dijo, la
hemodiálisis es un procedimiento que requiere primero una empresa con equipos
sofisticados que reemplazan el riñón y permiten la vida.
Pero Gifyt no tiene ese equipo, por eso no lo
ha instalado.
El concurso se lo asignaron el 15 de julio de
éste año, porque supuestamente tenía todo para dar el servicio desde ese
momento.
A la fecha en que el titular de Salud
justifica la ineficacia de la empresa, pasaron ya 23 días y no han puesto una
sola máquina.
Pero, pues, “no pasa nada” dice Ramos Alor.
Total, si se mueren, vendrán nuevos
pacientes.
¿O qué habrá querido decir con ese “no pasa
nada”?.
Lo importante es que Gifyt siga con el
contrato, aunque este incumpliendo.
El que la empresa carezca del equipo después
de tantos días sin servicio, Ramos Alor lo ve sólo como “meramente procesos
administrativos” y lo dijo entrecerrando los ojos, como para minimizar la
situación.
A esto le agrega que es un tiempo de “enlace
con el nuevo gobierno”.
¿Cuál nuevo gobierno?. La actual administración
está en su octavo mes de gestión.
Ramos Alor ya debería de tener conciencia
plena de lo que significa suspender un servicio tan necesario para los enfermos
renales, como la hemodiálisis.
Es más, dice que "no hay nada
oscuro" en esto.
En esto tiene toda la razón. No hay nada
oscuro. Es más que evidente su defensa de la empresa.
La licitación, enfatiza, “fue legal”.
Si “fue legal” ¿porque los funcionarios no
comprobaron que la empresa si podría cumplir lo que ofrecía?.
No lo hicieron, porque si lo hubieran hecho
se habrían dado cuenta que Gifyt no tiene los equipos.
Lo suyo, puede incluso encuadrarse en
incumplimiento de un deber legal.
¿Quiénes intervinieron?. Según el acta de
asignación del contrato fueron:
Antonio Pola Navarro, subdirector de Recursos
Materiales; Darío Fernández, jefe del Departamento de Aquisiciones; Patricia
Gaona Hernández, representante de la Dirección de Atención Médica; Alfredo
Cortez Cruz, representante de la Dirección Jurídica y Luz H. Pizaña Hernández,
cotizadora adscrita.
Pero en esa licitación “No hay nada
perverso”, añade Roberto Ramos.
¿Qué puede haber de perverso en que un
funcionario público defienda a una empresa con malos antecedentes y que está
incumpliendo un contrato?.
¿Qué puede haber de perverso?, ¿quién puede
pensar que está defendiendo un beneficio económico personal por ello?.
Lo suyo, la actitud de Ramos Alor es de buena
fe –según dice-, para que Gifyt mantenga el contrato aún cuando se lo deberían
de haber revocado y puesto a otra empresa que inmediatamente pueda cumplir con
el servicio.
Quien piense que aquí hay algo perverso, algo
oscuro, algo indebido, seguramente es un mal pensado.
Pero, “no pasa nada” con la ineficacia de la
empresa que debería dar el servicio.
Pero si debería de pasar algo con el titular
de Salud al que le preocupa más defender los intereses de una empresa que la
salud de los veracruzanos.
¿Qué debería de pasar?
Que lo debería despedir el Gobernador
Cuitláhuac García inmediatamente.
¡Ah, no!. ¿Cómo lo va a despedir?. Con todas
estas irregularidades no hay “nada oscuro”, no hay “nada perverso”.
Pero sobre todo “no pasa nada”.
Entonces ¿se justifica que siga en el
puesto?.
La importancia que este gobierno le da a la
vida de los terrenales veracruzanos, está bien demostrada con las “buenas acciones”
de Roberto Ramos Alor.