Lenin Torres Antonio | 31 octubre de 2019
Tribuna Libre.-
Primero.
-
Entender que por más de 100 años ese modelo
post revolucionario de la dictadura perfecta presidencialista construyó el
México contradictorio, pobre, desgastado, peligroso y sin orgullo que hoy
vivimos.
Segundo. –
Entender que la clase política que ha
gobernado el poder público en México hizo desaparecer la funcionalidad legal y
democrática del Estado mexicano a través de instalar una cultura de la
simulación y el engaño (dictadura perfecta), ¡no había Estado!, y que ahora
estamos viendo el intento de recuperar la funcionalidad del Estado mexicano, y
que eso no es suficiente para resolver los graves problemas de pobreza,
marginación e inseguridad que vivimos los mexicanos, que tienen que ver con un
rezago histórico.
Tercero. –
Que no puede continuar topándose con la
pared:
1. con
las falsas expectativas del mundo global.
2. con
la carencia de una identidad de la mexicanidad.
3. con
una sociedad ajena a las responsabilidades de la res pública.
4. con
la irresponsable y avariciosa oligarquía local y externa que es la única que
siempre sale indemne de estas crisis y cambios sociales.
5. con
el acecho de los herederos insanos de la praxis política de la vieja clase
política,
6. y
con una clase política todavía decadente.
7. con
esa herencia maldita de degeneración que nos dejó esa dictadura perfecta que
hace que comencemos literalmente de cero.
8. sin
una cultura de la legalidad y la paz.
9. sin
una conciencia social que nos corresponsabilice de la construcción de nuestros
espacios públicos.
10. sin
un sistema de partidos moralmente correctos puesto que sólo fueron educados
para la lucha por el poder por el poder.
11. con
una sociedad acrítica y pasiva.
Cuarto. –
Que no puede repetir la historia de la
cultura de la simulación y engaño que tanto ha gangrenado a México, por lo que
tiene que pensar que la participación política no termina en el sufragio, y que
la construcción del nuevo México no es cosa de los profesionales de la
política, o de un hombre por muy bien intencionado que sea. Y que exactamente
por esa actitud de silencio, por no pensar, es por lo que ha ocurrido lo que ha
ocurrido.
Quinto. –
Entender la obsolescencia de la política y la
clase política, es decir, que la política como la hemos venido practicado en
México no ha servido para hacer un mundo mejor para los mexicanos, en ese
sentido podemos decir que, ¡la política no sirve!
Sexto. –
Entender que la única vía para transformar
México de forma pacífica es refundando al Estado mexicano.
Séptimo. -
Creer que, para ello, se necesita una
sociedad critica capaz de organizarse para relevar a esa vieja casta de
políticos que son causantes directos de la crisis pública y el deterioro de
nuestras instituciones.
Octavo. –
Entender que para refundar al Estado mexicano
tenemos que convocar a un Nuevo Constituyente.
Noveno. –
Que, si no se hace, continuaremos destinado a
la marginación, al hambre y a la muerte a miles de mexicanos incluso aun sin
haber nacido.
Decimo. –
Y que, llego la hora de ciudanizar la
política y volver hacer comunidad.
Octubre de 2019
Xalapa Eqz. Veracruz.