"Nuestro
país no debe ser hazme reír de nadie”
Andrés Manuel López Obrador
César A. Vázquez Lince |
21 octubre de
2019
Tribuna Libre.- En Enero de 1989 Colombia despertaría en una
pesadilla, Pablo Escobar le declararía la guerra al gobierno colombiano y se
conocería como la “Guerra al Estado”.
Esta guerra se traduciría al estallido de un avión en pleno vuelo,
decenas de atentados con dinamita, el asesinato del candidato favorito a la
presidencia de Colombia, todos los días habría ejecuciones de funcionarios que
le trataran de hacer frente al crimen organizado, y coches-bomba en medio de
Bogota. Demostrando así que no tenían límite alguno en sus objetivos militares,
poniendo así al gobierno contra las cuerdas, dejando cientos de bajas civiles.
No fue hasta que el Gobierno colombiano, se
dio cuenta que no podría negociar con Pablo Escobar que dieron caza y pusieron
fin a su reinado de terror.
Con la liberación de Ovidio Guzmán, el
Presidente López Obrador le abrió las puertas al narcoterrorismo.
Haber accedido a las demandas del Cartel de
Sinaloa fue admitir que el crimen organizado supera a la Guardia Nacional y que
el Gobierno de México no tiene la capacidad de brindar seguridad ni hacer valer
el estado de derecho.
Quedo exhibido que no hay planeación,
estrategia, capacitación y que cuando hay conocimiento de los protocolos de
actuación, simple y sencillamente, no se cumplen
Liberar a Ovidio es una claudicación ante el
Cartel de Sinaloa. Es como decirles: “Ustedes son los dueños y los que mandan
en Sinaloa”.
¿POR QUÉ FALLÓ EL OPERATIVO?
El operativo fue hecho a petición de la DEA.
Ovidio, alias él “El Ratón”, tiene orden de aprensión y de extradición para
Estados Unidos, por lo tanto fue la Guardia Nacional en coordinación con la
Policía Federal, quienes llevaron a cabo la detención.
El problema radicó en qué la Guardia Nacional
está formada de diversas fuerzas policiacas y a pesar de ser una policía
militarizada, no cuenta con entrenamiento militar especializado, por lo que
fueron superados por el Cártel de Sinaloa.
Aunado a que la estrategia del operativo fue
diseñada entre el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Alfonso Durazo
en coordinación con el Presidente López Obrador sin tomar en cuenta al General
Crescencio Sandoval, titular de la SEDENA para así “colgarse la medalla” de la captura
de Guzmán López.
El General Sandoval no fue informado sino
hasta que el operativo ya se le había salido de las manos a Durazo y López
Obrador.
Aquí cabe preguntarse ¿si fue por colgarse la
medalla o el Presidente no confía en el ejército?
Lo cierto es que Andrés Manuel López Obrador
quiere alejarse de la idea de represión, de matanza, de masacres, que están
asociados a gobiernos anteriores, pero eso lo ha llevado a una inacción,
inoperatividad y, a una sumisión y sometimiento”. Porque si hubiera dejado a
Sandoval actuar, otro cantar hubiera sido.
La SEDENA tiene la capacidad, el
adiestramiento y el armamento para hacerle frente a un grupo de sicarios en una
guerrilla.
Lo que quedó totalmente expuesto con el sitio
de Culiacán es que entre Ismael "Mayo" Zambada y Ovidio Guzmán hay
una alianza. Sin la orden del Mayo no se hubiera desplegado tanto pistolero
para intimidar y doblegar al Gobierno de México
LAS CONSECUENCIA
Las inversiones extranjeras y nacionales se
pueden ver afectadas, ya que al no tener el gobierno capacidad de garantizar la
seguridad, preferirán evitar México para invertir y buscar orientes menos
rentables pero más seguros.
De no haber inversión entraremos en recesión
y los planes de rescatar a PEMEX y mantener los programas sociales del Gobierno
de la 4T serán insostenibles, desarrollando una serie deficiencias en la
administración pública.
La violencia se puede incrementar, al haber
sido superada la Guardia Nacional eso puede avalentonar a los grupos
delincuenciales a frentarse con ella sabiendo que pueden salir victoriosos.
Ahora los Carteles saben que tomando rehenes,
el Gobierno de México va a ceder a sus demandas, así que se puede repetir lo
ocurrido en Culiacán en otras partes de la república y recrudeciendo cada vez
más.
Los dejo con una reflexión
En septiembre de 1973 durante la ceremonia luctuosa de Eugenio
Garza Sada, el ideólogo del sector privado Ricardo Margáin dijo:
“Sólo se puede actuar impunemente cuando se
ha perdido el respeto a la autoridad, cuando el Estado deja de mantener el
orden público, cuando no sólo se deja que tengan libre cauce las más negativas
ideologías, sino que se les permite que cosechen sus frutos negativos de odio,
destrucción y muerte”.
¿Este será el caso del México de hoy?
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