* Otra
vez los excesos de la Fuerza Civil *
Protestan y los reprimen * Agreden
policías a periodistas * Y Eric los
criminaliza * Homenaje a Gadafi, el
perro policía * “La Paloma Negra” en
nómina de CAEV * Y operando para
Mijangos * Bulmaro: destruir al
Itesco * Víctor Rodríguez: el fantasma
de Encinas * La tanga de Olaf * Carlos no será candidato
Mussio Cárdenas Arellano | 14 febrero de 2020
Tribuna
Libre.- Bajo fuego, Isla ve a
sus nativos golpeados y vejados, inermes ante la Fuerza Civil que los entrega a
malosos que los torturan y violan, reprimidos los que protestan, apaleados los
periodistas que informan y finalmente criminalizados desde la estupidez del
poder.
Isla, célebre por la desaparición de mujeres
que el maestro Luis Velázquez retrató como nadie más, refleja el laberinto de
violencia del que el gobernador Cuitláhuac García no sabe y no puede salir.
Como el primer día, el grupo policíaco de élite, la Fuerza Civil, ataca y
agrede, enfrenta y es rebasado, apela al clamor de las balas y a las ráfagas de
los fusiles.
Isla, zona piñera, frontera con Oaxaca,
tierra de nadie donde el cacique rural come en el plato del líder narco, y bebe
sus tequilas y disfruta sus mujeres, donde el productor cede a cambio sus
parcelas para el trasiego ilegal o la trata de migrantes, hoy confronta las
acciones y los excesos de los que debiendo garantizar el orden representan el
terror: la Fuerza Civil.
Martes 11. Apostados a unos metros de la base
de la Policía Federal, decenas de habitantes, motivados o no por el narco,
demandaban la salida de la Fuerza Civil, acusados de abusar del poder, de
atacar civiles, de ponerlos en manos de células de la delincuencia organizada,
como ocurría en los tiempos de Javier Duarte, como sucedió con los cinco
jóvenes que al pasar por Tierra Blanca los entregaron a malosos y nunca se les
volvió a ver.
Irritados, según consta en videos, pobladores
bloquearon la carretera que va de Isla a Santiago Tuxtla y exigían poner en
libertad a familiares detenidos. Rebasados, jefes policíacos intentaban
dialogar. A lo lejos se observaba el humo negro provocado por el incendio de
una patrulla de la Fuerza Civil. Y de pronto el tableteo de las armas. Y el
pánico. Y la represión.
Al fondo la columna de humo y en primer plano
la gente que corre buscando un refugio para librar las balas, el despliegue de
los elementos policíacos, vestidos de negro, su rostro embozado, empuñando sus
armas, disparando unos al aire, otros a ras de piso, intentando así aplicar la
disuasión, dispersando a los que protestan, reprimiendo a mansalva.
De ese caos, una imagen atizó el infierno del
gobernador: Juan Alberto Carmona Contreras, reportero de El Piñero de la
Cuenca, golpeado por los elementos de la Fuerza Civil de la Secretaría de
Seguridad Pública de Veracruz.
Sin dejar de grabar, transmitiendo en vivo,
Betillo Carmona captó la salida de una patrulla de la base policíaca. Luego el
andar de los efectivos. Se escuchan los disparos. Se observan los impactos de
balas en una pared, a punto de alcanzar a uno de los pobladores. Y luego la
seña para que Betillo y otros más se replegaran.
Carmona Contreras continuó grabando. “Soy
prensa, jefe”, dijo. Varios policías caminaron hacia él y se observa el golpe
que le asesta uno de los elementos. Luego se percibe el forcejeo y el teléfono
celular vuela y cae al piso.
Otro video, a por lo menos unos 10 metros de
distancia, capta como Betillo Carmona es llevado por la fuerza. En el trayecto
lo patean. Es tirado al piso y levantado. Sigue la felpa mientras quienes
graban se asombran de la forma en que es reprimido.
Lo que sigue es la síntesis del caos. Hugo
Gutiérrez Maldonado, secretario de Seguridad, trepado en su camioneta de lujo,
grabando un video en que describe a la Fuerza Civil como víctima de un ataque
de la población; la detención de 12 personas; el aseguramiento de armas.
Eric Cisneros suelta una más de sus
zarandajas sin sentido, la criminalización del reportero que evidenció el nivel
de brutalidad de la Fuerza Civil. Esa prensa, dijo el secretario de Gobierno, fue
reclutada por el crimen organizado para difundir los hechos violentos.
Acusa que la delincuencia “estuvo reclutando
algunos comunicadores de las regiones cercanas para llevarlos a filmar, a
grabar y hacer una serie de cosas a la hora que tenían planeado realizar ese
‘evento’ ”.
En el reino de los imbéciles, el secretario
de Gobierno es rey.
Cuitláhuac García, ya en esa dinámica cobarde
y de cinismo puro, cuestionado por un reportero, reacciona fuera de sí. Según
el gobernador, Betillo Carmona “¿qué hacía ahí?”. La respuesta de quien lo
cuestionó, lo deja mudo: “su trabajo”.
Contundentes, las imágenes evidenciaron un
ataque artero, perpetrado por la policía de Veracruz. Pero Cuitláhuac apela a
la mentira: “No fuimos nosotros, le pegó un grupo criminal”.
La felpa que le espera es fenomenal. El
gobierno represor, vulgarmente agresor de pobladores y prensa, se gana los
principales espacios informativos de la televisión nacional e internacional.
En un rasgo de solidaridad con Alberto
Carmona, centenares de periodistas condenan la agresión. La Comisión Estatal de
Atención y Protección de Periodistas de Veracruz reprueba el ataque policíaco y
exige una investigación que deslinde responsabilidades. Artículo 19,
organización que vigila el respeto a la libertad de expresión y la integridad
de los periodistas, difunde un comunicado en que condena a los hechos.
“Dichas agresiones —señaló Artículo 19— se
realizan en un contexto donde Veracruz sigue siendo una de las entidades más
violentas contra la prensa a nivel nacional y constituyen serios abusos de
autoridad por parte de los elementos policiales, un uso indiscriminado de la
fuerza pública contra las y los manifestantes así como contra contra la prensa,
quienes pretendían informar un hecho de interés público relacionado con
violaciones graves a derechos humanos cometidos por elementos de la Fuerza
Civil.
“Asimismo, preocupan las declaraciones
vertidas el día de hoy por el Secretario de Gobierno, Erick Patrocinio Cisneros
Burgos, quien afirma que las y los periodistas fueron ‘reclutados’ por los
manifestantes para cubrir la actuación de la policía. Esto genera un clima de
permisividad de las violaciones a derechos humanos previamente denunciadas por
parte de los cuerpos policiacos en contra de periodistas y de quienes ejercen
su derecho a la protesta social.
“En ese sentido ARTICLE 19 exige al
Secretario de Gobierno abstenerse de realizar dichas declaraciones que
criminalizan la protesta y la labor periodística.”
Cuitláhuac es altanero y soez, un mediocre
sin formación política, torpe y necio, con desplantes de gran señor, el truhán
de taberna al que lo bebido le atrofió la razón.
Cisneros es peor: ignorante y deslenguado Su
visión de la justicia es un galimatías que sólo sus dos neuronas pueden
entender. El trabajo y la crítica periodística equivale, según dice, al
patrocinio de grupos criminales.
Fuera de control, el conflicto define que el
gobierno de Veracruz no existe. El gobernador es un ente que habla y parlotea,
que justifica la represión, que acusa al inocente y exonera al culpable.
Isla es un caos. La violencia escala. Si la
protesta es reclamo del pueblo, es preocupante. Si el narco movió los hilos y
generó la quema de la patrulla de Fuerza Civil, es grave. Cuitláhuac esta
rebasado, suplantado por el poder narco.
Un año va y hay un hecho innegable: la Fuerza
Civil continúa con el sello de la represión y el atropello. En Actopan detuvo,
torturó, le sembró armas a una familia, mexicanos con residencia en Estados
Unidos, uno de ellos con nacionalidad estadunidense. Una vez que intervino la
embajada de aquel país, el conflicto escaló y tuvieron que librar a los
inocentes. Nunca, sin embargo, presentó la SSP ante la Fiscalía General a los
responsables del abuso de autoridad.
Un año hace que el Cártel Jalisco persiguió a
una patrulla de la Fuerza Civil, tomó carreteras, quemó tráileres, rafagueó la
base de Jáltipan en el sur de Veracruz. Obligó así a Cuitláhuac García a mover
a su fuerza policíaca de ciudades clave.
Isla es hoy un infierno. Deja ver signos
ominosos: una Fuerza Civil que dispersa manifestaciones a punta de bala,
provoca el caos y golpea a un periodista que sólo cumple con su labor de
informar.
Es el infierno de Cuitláhuac.
Archivo muerto
Gadafi, el perro policía, es prioridad de Estado.
Al “agente canino”, en su retiro, honores y pleitesía. La parafernalia del
poder en torno a Gadafi, el reconocimiento del payasito Cuitláhuac, su fiscal
carnalilla, su secretario de Gobierno, su secretario de Seguridad y los altos
mandos militares, alineados en torno al animal (me refiero al pastor alemán).
Veracruz arde, Veracruz se sacude por el reto del Cártel Jalisco en Ciudad Isla
y el gobernador se embebe en un homenaje al perro policía que ya quisieran los
hombres y mujeres policías al pasar a retiro. Veracruz impactado por la
violencia y el bufón de palacio desplegando el aparato mediático que eleve a
Gadafi a la categoría de héroe nacional. Sólo resta otorgarle la Medalla Ruiz
Cortines. Cuitláhuac García es como Andrés Manuel. Si el presidente divierte al
pueblo, ocurrente como es, deschavetado como está, el bufoncillo xalapeño no se
puede quedar atrás. Y mientras, Veracruz viendo cómo los cárteles mandan y
vuelven a mandar. Eso le pasa a Veracruz por entregarle el poder a un
improvisado que con solo cuatro años en política le cayó la gubernatura de
rebote. Si Calígula, el loco emperador romano, nombró cónsul a su caballo
Incitatus, el Cuit bien podría designar a Gadafi como secretario de Gobierno.
Seguro lo haría mejor que Eric Cisneros… No es fedayín pero da la pinta. No dio
golpe en CAEV Coatzacoalcos pero cobraba o cobra. Inscrito en la nómina,
Gerardo Hernández usó sus mañanas para operar, hablar, convencer, vender que
Alberto Mijangos Martínez, ivanista y ex secretario del gobierno municipal de
Morena, es “la mejor opción”. Percibía —o percibe— puntualmente, quincena a
quincena, un salario que sus compañeros de trabajo (?) no ven que lo devengue.
Gerardo Alfredo Hernández Aguilar, alias La Paloma Negra, categoría 5, analista
administrativo especializado en el Departamento de Administración de la
Comisión de Aguas del Estado de Veracruz, Oficina Coatzacoalcos, aparece en la
nómina con salario de 14 mil 31.18 pesos. Esa cantidad por operar para Alberto
Mijangos. Por lo menos en dos fechas fue captado en horario de trabajo
realizando operación política; una en Vips del centro, el 28 de noviembre de
2019, y otra en el Italian Coffee de la avenida Zaragoza, el 9 de enero de
2020, y hay evidencia gráfica. Mijangos y Gerardo Hernández son activos en la
cuadra de Iván Hillman y Mónica Robles, apéndices del Clan de la Succión…
Altivo y sin brújula, Bulmaro Salazar Hernández precipita al Itesco al caos.
Hoy es la protesta del Sindicato Independiente del Instituto Tecnológico
Superior de Coatzacoalcos por violaciones a los derechos laborales del personal
y la repulsa del estudiantado a la remoción de la jefa de la carrera de
Ingeniería Química, Elizabeth Nolasco, que detonan en plena visita el
secretario de Educación de Veracruz, Zenyazen Roberto Escobar García. Ayer fue
la marcha de egresados a quienes por años se les ha negado el título
profesional que se ganaron en las aulas y el amago del crimen organizado a
detonar la violencia, levantar a uno de los alfiles del director del Itesco,
Bulmaro Salazar, por temas de drogas, esparciendo volantes con texto amenazador
en instalaciones de esa institución. Y la sumisión y entrega al clan de Ricardo
Orozco Alor, el poder tras el trono en el sindicato oficial del Itesco, el
Sutitesco, el que pervirtió al alumnado con calificaciones y hasta títulos
profesionales a cambio de dejar de ser disidencia o inscribirse en el ejército
del PRI. Con esa pandilla, que usa la educación para medrar, va destruyendo
Bulmaro Salazar la esencia de lo que fue el Itesco, una alternativa de altísimo
nivel para los jóvenes de Coatzacoalcos y el sur de Veracruz… ¿De cuánto fue la
observación de la Auditoría Superior de la Federación a Marcelo Montiel en sus
días de delegado de Sedesol federal en Veracruz, en 2015? La cifra de 400 mil
pesos únicamente en Techos Fijos. Todo el contrato —número AD/SDS VERACRUZ
01/2015— se lo llevó Grupo MCI, S.A. de C.V., pero “autorizaron y pagaron
trabajos por conceptos con características diferentes y adicionales a los
conceptos originalmente pactados”. Y quien controlaba la subdelegación
administrativa era Víctor Rodríguez Gallegos, hoy potentado inversionista en
Quintana Roo, vinculado a Morena, con pretensiones de reventar al PRI desde
adentro. Una minucia lo de los Techos Fijos. Lo de la denuncia —ya reactivada—
del hoy subsecretario de Derechos Humanos del gobierno de Andrés Manuel López
Obrador, Alejandro Encinas Rodríguez, esa sí pesa. Alcanza los 500 millones de
pesos y suena a escándalo y huele a cárcel… Badulaque sin ética, Rafael Olaf
López Blanco usa tanga sobre el uniforme de Pemex. Una fotografía muestra al
ayudante del alcalde Víctor Manuel Carranza en pleno baile, la tanga con el
ratoncito blanco al frente, y debajo un uniforme que merece respeto, el de
Petróleos Mexicanos. Es el mismo Olaf que aparece en dos nóminas, la del
ayuntamiento de Coatzacoalcos, y la de Pemex. En una tiene salario de 20 mil
pesos netos; en la otra, de 27 mil 619.41 pesos. Lo suyo es ilegal, como todo
lo que circunda al alcalde Carranza, el Comediante Supremo. Es ilegal cobrar
salario en dos dependencias de gobierno, sea una municipal y la otra federal. Y
pese a ser tema del conocimiento público, el alcalde lo solapa y encubre. Esa
es la Cuarta Transformación, que pregonaba no ser igual al PRIAN… ¿Quién es ese
priista al que al más alto nivel de su partido se decidió vetarle la
candidatura a alcalde de Coatzacoalcos? Pista: sus iniciales son C de Carlos y
V de Vasconcelos…