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abril 14, 2020

Rocío Nahle...Mucho por transparentar y explicar del rescate petrolero de TRUMP


Ciudad, de México. | 14 abril de 2020    
Tribuna Libre.- Para Trump, está visto, la ayuda a México al hacerse cargo de la reducción de 300 mil barriles de petróleo que México NO quiso reducir, no luce como un mal negocio.

El cierre del acuerdo de la OPEP+ para bajar la producción mundial de crudo, en la coyuntura del momento es un triunfo de la diplomacia como lo dijo Ebrard, que el poderoso cartel petrolero haya aceptado la propuesta de México de bajar en sólo 100 mil barriles diarios de producción a PEMEX.

Seguro, la diplomacia mexicana conducida por el ministro de relaciones exteriores estuvo trabajando horas extras con el gobierno de los Estados Unidos, quien diseñó el plan de apoyo para cerrar la negociación para nuestro país, tras de que la resistencia de México en la persona de Rocío Nahle, mantuvo en impasse por más de dos días el acuerdo petrolero mundial.

Pero, pasada esta etapa, el gobierno de México debe transparentar de inmediato los términos del acuerdo con los Estados Unidos.

¿A qué se comprometió López Obrador con Trump, a cambio de que éste aportara a nombre de nuestro país el 75% de la cuota de reducción en la producción es decir 300 mil de los 400 mil barriles diarios demandados por la OPEP (sólo 100 mil para México)?

Está claro que México tendrá que pagarle a los Estados Unidos en un año, el plazo aparente de vencimiento de este acuerdo bilateral. Multiplicados estos 300 mil barriles diarios por 360 días, tendría que devolver a Estados Unidos 109.5 millones de barriles.

¿México regresa los volúmenes de barriles independientemente del precio vigente en un año, presuntamente mayor?

Pareciera que sí: Te aporto barriles, me devuelves barriles, independientemente de lo que cuesten cuando cierro el trato y cuando me los reintegres.

Pero como todo tiene un valor de mercado, independientemente de que el retorno sea en unidades físicas, si el precio en 12 meses, en abril de 2021, fuera de 35 dólares el barril (ahora es de 17 dólares), el acuerdo de salvar a México (término que utilizó Trump) será de $3,832 millones de dólares, que a $25 pesos como tipo de cambio significan $95 mil 812 millones de pesos.

La cifra no es menor.

Más allá del tono festivo del acuerdo donde se dice que nos fue "requete bien", de quienes calificaron el trato como un triunfo de la soberanía de México, a la luz de los números fríos todo indica lo contrario.

¿Pudo México haber evitado el pago de este adeudo a los Estados Unidos, si hubiera bajado la producción en los 400 mil que pidió la OPEP+?

Sin lugar a dudas el tema encenderá debates entre los analistas.

Podría decirse por el lado del beneficio, y esa es la idea del corte mundial de oferta petrolera orquestado por la OPEP+, que el precio del petróleo subirá y que México puede vender más crudo (300 mil barriles diarios más justamente, la cuota que aporta Estados Unidos) a un precio más alto, que el que habría ofertado, en ausencia de la intervención de Trump.

Posiblemente pueda haber otros beneficios.

Pero está claro que México tendrá que pagar un precio muy elevado por esta "ayuda", en un año, al vencer el trato.

Estado Unidos deja de bombear más petróleo (300 mil barriles diarios), que se quedan en el subsuelo, y ahora vale 17 dólares el barril, y recibirá en un año 109.5 millones de barriles aproximadamente (si es que ese fue el trato) a un precio que entonces costará más.

TRUMP gana por no hacer nada. México pierde por empecinarse en NO reducir su producción de petróleo durante los próximos meses.

En la óptica económica, debiera verse como un análisis de evaluación de dos alternativas, con números a la mano, de que conviene más:

A) Si haber recortado los 400 mil barriles que dijo la OPEP.

B) La ruta que se decidió, cortar sólo 100 mil y poner a cuenta los 300 mil que aporta Estados Unidos que tendrán que pagar México, tarde o temprano. Pero se sospecha que estos cálculos fifís, comunes en evaluación de proyectos de cualquier lugar del mundo, no son del agrado del nuevo gobierno, el cuál dice que con dicho pacto con USA le fue "Requete Bien".

En términos economistas (un criterio microeconómico que aplica también a empresas paraestatales como PEMEX), el nivel de producción de una empresa, no es vender necesariamente más, sino maximizar el rendimiento, lo cual se da no necesariamente vendiendo más petróleo.

Independientemente de que, en el balance, visto en pesos y centavos (o dólares), si México incurre en un costo, cualquiera que éste sea, para López Obrador es de enorme valor no bajar la producción de PEMEX, un tema que considera de prioridad para su gobierno.

La pregunta es si ¿¿Lo que conviene a López Obrador conviene al país??.

Más allá de todo esto urge transparentar este acuerdo con los Estados Unidos.
(Juan Tirado)

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