'No podemos permitirnos' esperar a que se
descubra una vacuna para reabrir el país, justificó el sábado el primer
ministro italiano, Giuseppe Conte.
*La
próxima etapa del desconfinamiento será el 25 de mayo, con la reapertura de
gimnasios, piscinas y centros deportivos.
*El 3
de junio, el país abrirá sus fronteras a los turistas europeos, una prioridad
para las autoridades para relanzar el sector clave del turismo.
*También
está prevista la reanudación de misas y celebraciones religiosas en las
iglesias de todo el país, manteniendo las medidas de distanciamiento social. El
papa Francisco se congratuló el domingo de 'esta señal de esperanza'.
Tribuna
Libre.- Italia,
el primer país del mundo en declarar el confinamiento en todo su territorio por
el coronavirus, entró este lunes 18 de mayo de 2020 en una decisiva fase de su
desescalada, con la reapertura casi el total de los negocios y actividades en
el levantamiento de muchas restricciones de movimiento. 'Serán meses muy duros
y complejos, no debemos ignorarlo', advirtió, no obstante, el primer ministro,
Giuseppe Conte, al considerar la reapertura como un 'primer paso' hacia 'una
cotidianidad literalmente cambiada'.
Los italianos pudieron volver tomar su
capuchino matutino, aunque a cierta distancia el uno del otro, en lo que Conte
admitió el fin de semana que es un 'riesgo calculado' del desconfinamiento.
'No he trabajado por dos meses y medio. Es un
día hermoso y emocionante', dijo Valentino Casanova, un barman en Caffe Canova,
en la céntrica Piazza del Popolo de Roma. Comercios, restaurantes, hoteles,
peluquerías, museos y hasta las playas se sumaban hoy a los lugares abiertos
desde el comienzo de la emergencia sanitaria, como las tiendas de alimentación
o farmacias, y también se reanudaban las misas, pero siempre con medidas de
seguridad, distancias y mascarillas.
'Hoy es nuestro primer día, no creo que
tengamos muchos clientes pero lo necesitaba aunque sea psicológicamente',
cuenta a Efe Tania, dependienta en una pequeña tienda de ropa en la céntrica Vía
dei Coronari, cubierta con la preceptiva mascarilla. Nada más entrar, un bote
de gel desinfectante para los clientes, y nos enseña una especie de plancha de
vapor con la que debe 'desinfectar la ropa cada vez que alguien se la pruebe'.
En el barrio romano de San Giovanni, bastantes personas hacían cola,
distanciadas entre sí, para entrar a sendas tiendas de dos conocidas cadenas de
ropa, como si el fin del confinamiento marcara también el reinicio de la
normalidad del consumismo.
La basílica de San Pedro de Roma reabrió este
lunes sus puertas al público, símbolo de un retorno a una relativa normalidad
en Italia, con la reanudación de las misas. Ante un grupo de unos 30 fieles,
dispuestos a distancia de seguridad, Francisco celebró una misa en la capilla
dentro de la basílica de San Pedro, donde se conservan los restos mortales del
papa Juan Pablo II, precisamente en el centenario de su nacimiento en Polonia,
el 18 de mayo de 1920.
'San Juan Pablo II encarnaba los tres rasgos
del buen pastor: la oración, la cercanía al pueblo y el amor a la justicia',
dijo. Pese al clima religioso, un miembro de la gendarmería del Vaticano pidió
con firmeza a los fieles que cumplan las nuevas indicaciones. '¡Se cubra la
nariz!', ordenó a una persona que intentaba bajar su mascarilla para respirar
mejor.
La famosa basílica de San Pedro, cerrada
desde el 10 de marzo, fue totalmente desinfectada este fin de semana. En
presencia de numerosos policías con mascarillas, los visitantes, hicieron la
fila respetando una distancia de dos metros entre uno y otro e ingresaron al
templo, luego de que se les tomara la temperatura y la desinfección de sus
manos con gel. En los negocios del barrio romano de Borgo Pío, muy dependientes
del turismo, abrían hoy con pocas esperanzas, y algunos ni siquiera tienen
intención de hacerlo.
'Sí, hemos reabierto, estamos organizando,
porque trabajo no hay mucho, pero solo pasar un buen rato es suficiente. Hemos
hecho la desinfección, todo, pero somos de los pocos abiertos por aquí', dijo
el dueño de un restaurante a la agencia EFE.
También está prevista la reanudación de misas
y celebraciones religiosas en las iglesias de todo el país, manteniendo las
medidas de distanciamiento social. El papa Francisco se congratuló el domingo
de 'esta señal de esperanza'.
'Pero, por favor, avancemos con las normas
que nos han dado para asegurar la salud de cada uno', insistió. En Milán, una
misa a media jornada en su majestuosa catedral gótica, símbolo en la capital de
la Lombardía, recordará a los muertos de una de las regiones más castigadas por
la pandemia.
'No podemos permitirnos' esperar a que se
descubra una vacuna para reabrir el país, justificó el sábado el primer
ministro italiano, Giuseppe Conte.
'Nuestros principios siguen siendo los
mismos: proteger la vida, la salud de los ciudadanos. Pero tenemos que
declinarlos de forma diferente', insistió. La propagación de la pandemia parece
estar bajo control en el país, donde el balance de víctimas mortales volvió a
descender este fin de semana, con 145 decesos, la cifra más baja desde el
inicio del confinamiento.
Unos 800.000 comercios pudieron reabrir este
lunes, según la confederación patronal Confcomercio. Siete bares de cada 10, y
el 80% de las imprescindibles 'gelaterie' (heladerías), prevén volver a recibir
clientes. Los italianos podrán de nuevo reunirse con su familia, amigos o
compañeros, en el domicilio o en el exterior.
Las grandes congregaciones siguen no obstante
prohibidas, así como las fiestas privadas. El uso de la mascarilla es
obligatorio en los lugares cerrados abiertos al público y los desplazamientos
entre regiones requieren una justificación. La próxima etapa del
desconfinamiento será el 25 de mayo, con la reapertura de gimnasios, piscinas y
centros deportivos.
El 3 de junio, el país abrirá sus fronteras a
los turistas europeos, una prioridad para las autoridades para relanzar el
sector clave del turismo.
Con información de AFP, EFE y Reuters