*Las cárceles en Veracruz, un negocio de la SSP y del Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.
Claudia Guerrero Martínez | 27 enero de 2021
Tribuna
Libre.- La
muerte de un preso en el Penal de Pacho Viejo, al ser obligado a limpiar el
drenaje de este Reclusorio, evidenciando omisión a un deber legal, abuso de
autoridad y se olvidan las medidas cautelares que tienen derecho todos los
presos en el país. Los abusos de los custodios y personal administrativo, así
como del Director y Subdirector de este penal, deberán rendir cuentas, sin
olvidar los negocios del el propio Secretario de Seguridad Pública, Hugo
Gutiérrez Maldonado.
Y lamentamos decirlo, pero esta muerte
evidencia el abuso perpetrado a presos y familiares de reos, quienes tienen que
pagar cuotas, de entre $15 mil y $20 mil pesos, si es que quieren que su hijo,
hermano, padre o primo, entre otros, no sean obligados a que realicen limpieza
de esta enorme olla de desechos, que por mucho tiempo, año tras año, se hace la
limpieza por los propios internos, que no tienen dinero para pagar la cuota. Y
si no quieres hacer este trabajo, expuesto a oler gases y poner su vida en
peligro en un mar de desechos, el llamado número 2, Daniel Espinoza Sánchez, es
quien cobra estas cuotas y ahora, presuntamente fue removido del cargo desde
este 22 de enero, por un tema administrativo y eso no le exime a ser el
culpable de la muerte un preso en Pacho Viejo. Y tenemos datos concretos
comprobatorios de que la víctima, un joven que acababa de llegar al penal y aún
no estaba vinculado a proceso.
El pago para no ser sometido a trabajos que
ponen en peligro su vida, es una práctica que sigue implementado este Gobierno
Estatal de MORENA, quien se hace llamar “Honesto”. Los penales en Veracruz se
han convertido en una caja chica de dinero fresco, que día con día va generando
recursos sin auditar. El pago de cuota de entrada es lo primero, para después,
tener una cama y cobija. Se venden o rentan las resistencias para calentar el
agua y poderse bañar, así como tener
agua para la letrina. Los cigarros, refrescos, comida enlatada es un privilegio
que se paga, así como las drogas y hasta pastillas para dormir. Los celulares
son controlados por el mismo Daniel Espinoza, quien pone los castigos y hasta
golpizas, si el preso no obedece las presuntas reglas internas.
Unos verdaderos mafiosos, quienes imponen su
ley dentro de estas cárceles y no existe una presunta readaptación, sino al
contrario, los presos deberán sobrevivir a los grupos de poder, quienes se
protegen y asesinan a la carta. La familia tiene derecho a estar por 10 minutos
en locutorios, si quieren la visita conyugal o estar la familia todo el día con
el preso, tendrá que pagar $1,500 pesos.
Fidencio Pérez Rojas, director del penal de
Pacho Viejo no tiene poder y sólo se limita a ser un simple florero decorativo.
Quien mueve los hilos es la Subsecretaria de Prevención y Participación
Ciudadana, Sarahí Peña Galaviz, quien sigue en el cargo, aun cuando ella es la
que recolecta las cuotas y ser protegida
por el titular de la SSP, Hugo Gutiérrez Maldonado, quien deberá rendir cuentas
por la muerte de este joven, quien realizaba trabajos de desazolve en la olla de desechos y sin las
condiciones adecuadas, aspirando gas metano y desmayándose, para morir
asfixiado. Y fue porque no había pagado la cuota de ingreso.
Según el boletín oficial, la Secretaría de
Seguridad Pública asegura haberse registrado un “incidente”, cuando en realidad
es un claro abuso de autoridad y obligar a presos a que realicen limpieza
de ollas de desechos, sin las medidas
adecuadas y violentar la unidad de medidas cautelares. En el mismo informe,
miente al asegurar que por iniciativa propia, la víctima se introdujo y sufre
un desmayo, sin importar que el inhalar gas metano es venenoso y sin
mascarillas industriales adecuadas, ni tanques de oxígeno. Los directivos del
Penal de Pacho Viejo expusieron la vida de los presos y ser responsables por la
muerte de una víctima y la afectación de los otros tres pacientes
hospitalizados.
El conocido como “El Talachos” fue quien
acababa de ingresar y no tenía para pagar la cuota y es obligado a trabajar por
parte de Daniel Espinoza Sánchez, quien es el encargado del cobro de todo tipo
de necesidades ilegales, además de realizar torturas, golpes y castigos. Y ser
la misma Sarahí Peña quien sabe muy bien qué tipo de persona es Daniel
Espinoza, protegido desde la SSP. La investigación se debe realizar de manera
profunda y ejercer un procedimiento de oficio y por obligación ante la muerte
del llamado “El Talachos".
Las familias de reclusos ya no quieren pagar
cuotas por todo. Es una mafia interna, que se aprovecha de la desgracia de
cientos de presos, quienes están
recluidos por delitos graves y del fuero
común. Además de llevar su proceso y reclusión para cumplir su condena, tienen
que pagar por todo, al habitar en los penales Lo interesante es que el mismo
día en que falleció este preso por la contaminación de gases venenosos en una
olla llena de residuos fecales, Hugo Gutiérrez Maldonado estaba en el penal de
Amatlán y el mismo titular sabe que a los presos, los ponen a chapear, pintar
paredes, limpiar y realizar herrería, si no aceptan estos trabajos, los mandan
al cuarto de castigo, los golpean o les pegan con una pala. Algunos han muerto
dentro del penal por las golpizas y ocultan sus muertes, asegurando que
enfermaron o tenían problemas en el corazón. No olvidemos, las muertes en los
separos en el Cuartel de San José, donde también cobran cuotas para no ser
golpeados y son varias las víctimas quienes fueron asesinadas y el propio Hugo
Gutiérrez Maldonado miente al decir que en la SSP se trabaja para la
ciudadanía, cuando la misma población se tiene que cuidar de los policías, con
instrucción de cobrar cuotas, piso y hasta roban negocios.
Dudas y comentarios; claudiaguerreromtz@gmail.com
Visite: www.periodicoveraz.com y www.claudiaguerrero.mx
Twitter;@cguerreromtz
Comentarios
Publicar un comentario