*La CNDH confirmó que, desde hace 27 años, Mario Aburto ha sido víctima de violaciones graves a los derechos humanos y al debido proceso, así como actos de tortura e incomunicación.
Ciudad de México | 27 octubre 2021
Tribuna
Libre.- La
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió este martes una
recomendación a la Fiscalía General de la República (FGR) para que realice una
nueva investigación sobre Mario Aburto Martínez, preso desde 1994 por el
asesinato del entonces candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta.
En la recomendación, que también va dirigida
al Comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y
Readaptación Social (OADPRS), la CNDH confirmó que desde su sentencia, Mario
Aburto ha sido sometido a actos de tortura, incomunicación y violaciones graves
a los derechos humanos y al debido proceso.
En la actualidad, Aburto Martínez se
encuentra en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) número 12 en
el municipio de Ocampo, en Guanajuato, donde incluso se le prohibió establecer
comunicación con el organismo nacional de derechos humanos.
"Desde hace 27 años, la víctima ha
denunciado actos de tortura en su contra, además de que en ese centro
penitenciario se le prohibió la comunicación con este organismo autónomo",
denunció la CNDH.
Esta no es la primera vez que la Comisión
Nacional emite una postura por el caso de Mario Aburto. En febrero de este año,
informó que iniciaría una investigación por presuntos actos de tortura y de
obstaculización al acceso a la salud.
A siete meses de iniciada la investigación
–que surgió por una queja presentada por el propio Aburto Martínez–, la CNDH le
da el carácter de víctima y confirma que desde hace 27 años ha denunciado actos
de tortura reiterada y continua.
Según Mario Aburto, desde el 31 de agosto de
1994, el Ministerio Público federal tiene abierta una carpeta de investigación
por los hechos denunciados y con relación al asesinato del político priista.
Además, la víctima manifestó a la CNDH que en
esos 27 años las autoridades penitenciarias lo han mantenido aislado de su
familia, toda vez que los centros penitenciarios donde ha sido recluido están
lejos del lugar donde radican.
Mario Aburto, un obrero originario de
Michoacán, fue detenido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, en
Baja California, al finalizar un evento de proselitismo político en el que Luis
Donaldo fue atacado con arma de fuego.
En esa ocasión, la víctima fue trasladada en
calidad de acusada a la agencia del Ministerio Público Federal de la entonces
Procuraduría General de la República (PGR) de esa ciudad. Después lo llevaron
al penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Posteriormente, ha sido internado en centros federales de diferentes entidades.
Ahora, la CNDH reconoce que desde abril de
1994 tuvo la posibilidad de actuar para proteger los derechos humanos de Mario
Aburto y sus familiares, e incluso, garantizar una investigación y un proceso
justo y apegado a derecho, lo cual no ocurrió.
De hecho, en los expedientes de la CNDH hay
una entrevista de queja de aquellos años, realizada sin autorización de Aburto
Martínez, "lo que cuestionaría las actuaciones de esta comisión porque no
corresponden a su función legal".
Lo que hace pensar, destaca el organismo, que
desde el primer momento las autoridades incurrieron en actos de tortura en su
contra, y los médicos que intervinieron en los hechos actuaron de forma
irregular al pretender ocultar o tolerar dichos actos.
"Las nuevas consideraciones y hallazgos
advierten violaciones graves a derechos humanos, por ello, la CNDH establece
que la FGR deberá realizar una investigación del caso que dio origen a la
detención y sentencia de la víctima; además, estas nuevas diligencias se
deberán abordar sin perjuicio y con perspectiva pro homine, aportar como prueba
la propia recomendación y considerar las múltiples omisiones, ocultamientos y
acciones generados en el pasado", señala la comisión.
La CNDH busca que la nueva investigación, o
la reapertura de la anterior, tenga como finalidad subsanar deficiencias y
llegar al pleno esclarecimiento de los hechos, que permitan a la víctima y a la
sociedad mexicana acceder al derecho a la verdad de manera individual y
colectiva de las reiteradas violaciones a los derechos humanos cometidas.
En este sentido, también se recomienda a las
autoridades reparar integralmente el daño a Mario Aburto y a sus familiares,
inscribirlos en el Registro Nacional de Víctimas, y otorgarles atención médica
y psicológica.
Desde 2019, el presidente Andrés Manuel López
Obrador consideró que era necesario que el asesinato de Luis Donaldo Colosio se
siguiera investigando "para que se conozca la verdad", pues hasta la
fecha hay preguntas sin resolver y no se tiene constancia de que el crimen no
está impune.
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