Tras la muerte de Diego Verdaguer a los 70 años, le sobreviven su esposa Amanda Miguel y sus dos hijas Ana Victoria y María Jimena
Ciudad de México | 29 enero 2022
Tribuna
Libre.- Tras
la muerte de Diego Verdaguer a los 70 años —por complicaciones del Covid-19—,
dos mujeres se quedan sin su amado papá; ellas son Ana Victoria Boccadoro
Miguel y su media hermana, por parte del cantante, María Gimena; ambas se aman
profundamente.
A
María Gimena, Diego la tuvo fruto de su primer matrimonio con una estudiante de
derecho. El artista y la futura abogada hicieron una vida en común. Tras su
boda se fueron a vivir juntos, pero su compleja relación, debido a la
convivencia diaria, no prosperó.
El
primer matrimonio de Verdaguer, él mismo lo compartió, no llegó a buen puerto,
debido a que él en algún momento se quedó sin dinero porque los contratos que
tenía con Canal 13, de Argentina, y su discográfica no fueron renovados, además
no quería cantar en bares.
Se
dejó el bigote y trabajó de todo lo posible; como obrero, vendedor ambulante,
albañil (oficio que le enseñó su papá y en el que trabajó revolviendo cemento,
gracias a la recomendación de un primo que era arquitecto) y repartió volantes.
Su separación no fue por falta de dinero, sino que su pareja sufría de
depresión.
Diego
no podía "ayudarla", explicó, y al cabo de un tiempo, cuando Gimena
tenía un año (nació en 1971), les dijo adiós. Pero no se separó de la niña,
siempre trató de ser un papá presente y los primeros años de su vida los pasó a
su lado, ayudado por don Miguel Ángel Boccadoro Verdaguer y doña Elodia María
Hernández Pérez.
Cuando
la mamá de Gimena rehízo su vida, se casó e iba a tener otro bebé, ella regresó
a su lado, hasta los 12, cuando vino a México y su papá le pagó los estudios en
Suiza. La batalla más difícil de su vida fue que compaginaran su hija y su
esposa Amanda Miguel, relación que tardó más de 30 años en lograr ser lo
positiva que es ahora.
Ana
Victoria nació en 1983, es la única hija de Amanda Miguel y la segunda de
Verdaguer. Quiso seguir los pasos de sus papás y debutó en el programa especial
La Noche de Navidad, en 1994, su madrina fue nada menos que Verónica Castro,
quien fue de las primeras en darle el pésame.
La
hija menor de Diego pudo darle una de las mayores alegrías el 9 de noviembre,
cuando lo convirtió en abuelo otra vez (Malena, hija de Gimena fue la primera)
con el nacimiento, de parto natural, de Lucca, a quien seguramente le enseñará
los valores que aprendió de su papá.
Ana
Victoria se define a sí misma como "libre. Soy feliz. Soy afortunada y
agradecida. Soy fiel a mis ilusiones. Soy pura con mis emociones. Soy honesta
con lo que observo y valiente con lo que digo. Amo vivir y permitirme vivir
porque entendí que lo más importante es ser yo misma en esencia: en tiempo
presente, sin tenerle miedo a nada".
La
relación entre Ana Victoria y Gimena (que vive en Florida), como lo compartió
su papá en una entrevista con el periodista Gustavo Adolfo Infante, y se puede
ver en las redes sociales de ambas, es la mejor; llena de amor, entendimiento y
respeto, con un apoyo rotundo entre ellas, por lo que ahora estarán más cerca
que nunca.
Con información de Eduardo Gutiérrez Segura (Del mundo de los espectáculos… Quien)
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