*Viernes se plantarán frente al Palacio y le exigirán respeto.
*También que cese agresión contra medios de comunicación.
Carjesus | 11 febrero 2022
Tribuna
Libre.- A
FALTA de personalidad y estilo propio, y en ese afán de imitar en todo y para
todo al Presidente Andrés Manuel López Obrador (convirtiéndose en una copia
burda del tabasqueño), el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez perdió el
miércoles los estribos y se le fue encima a una reportera cuyo único afán era
preguntar en torno al tema que más lo saca de sus casillas como es el delito de
ultrajes a la autoridad (reformado por el Congreso Local para que García
Jiménez y Eric Patrocinio Cisneros Burgos pudieran reprimir a su antojo),
argumentando que diversas barras y colegios de abogados se han pronunciado en
contra, lo que motivó que el Ejecutivo Estatal retara violentamente a la
comunicadora Sarah Landa, de Mega Noticias, solo porque al plantearle el cuestionamiento
generalizó a los grupos que demandan la derogación del ilícito, lo que molestó
al mandatario que le exigió a gritos descontrolados dijera los nombres de qué
barras o qué abogados –como si no fuera público y notorio-, porque él sabe de
una que dice que el delito de ultrajes a la autoridad es correcto. El coraje de
Cuitláhuac fue tal, que poco faltó para que bajara del estrado y abofeteara a
la reportera, a la que dijo que hay una organización que apoya que continúe
tipificado el delito (aunque tampoco dio nombre), refiriéndose acaso al grupo
de abogados que lo asesora, pero de ahí en fuera, la gran mayoría de los
colegios, barras y asociaciones de abogados, reconocidos y serios se han
pronunciado en contra de ese delito de marras, pero sobre todo, del uso
faccioso y abusivo del mismo por parte de la Fiscalía General del Estado para
encarcelar a los adversarios políticos del gobierno morenista, por lo que
reporteros no solo repudiaron su actitud contra la comunicadora, sino que en
una especie de huelga informativa anunciaron que dejarán de asistir a sus
conferencias, con el válido argumento de que todo lo que declara “nunca tiene
importancia”.
AHORA QUE, si el Gobernador quería saber que
barras y colegios de abogados repudian la reforma al código penal para que
ultrajes a la autoridad fuera motivo de cárcel sin derecho a fianza, vaya que
no tendrá que esperar mucho, ya que este viernes diversas juristas (que
representan a las barras y colegios de abogados de Veracruz) se le plantarán
frente a Palacio de Gobierno donde leerán un pronunciamiento de repudio a
ultrajes a la autoridad. Se trata, en
efecto, de representantes de Colegios, Asociaciones, Círculos y Barras de
Abogados de todo el Estado de Veracruz, así como abogados litigantes,
académicos y miembros de la comunidad jurídica en general, quienes “de manera
respetuosa, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 8 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; y señalando como domicilio para
recibir notificaciones el ubicado en Avenida Orizaba, número 419, Colonia
Obrero Campesina de Xalapa, Veracruz. C.P. 91020, respaldarán el
posicionamiento emitido por la Comisión Estatal para La Atención y Protección
de Los Periodistas en relación al hecho registrado el miércoles, durante la conferencia
de prensa del Gobernador en la que señaló que la periodista Sarah Landa,
perteneciente al medio informativo Meganoticias se condujo con falsedad, y la
desacreditó afirmando a gritos: ¡Vé que papel estás jugando como medio! y esto
la sociedad lo tiene que saber. ¡No hay que mentir!¡y tu mientes!.
Y ES que tras el exabrupto del Gobernador, la
Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP)
exhortó (¡Por fin!) al Poder Ejecutivo y a su titular, Cuitláhuac García
Jiménez a respetar el quehacer informativo de los periodistas veracruzanos en
todas sus expresiones. La CEAPP dejó en claro (hasta que se puso las pilas),
que desde ese Organismo Autónomo “hacemos hincapié a lo establecido por la
Relatoría Especial de las Naciones Unidas sobre la Promoción y Protección del
Derecho a la Libertad de Opinión y de Expresión, desde donde se precisa lo
siguiente: “Es legítimo que los políticos y los funcionarios públicos formulen
críticas, correcciones u objeciones con respecto a reportajes específicos en
los medios. Sin embargo, cuando lo hagan, siempre deben tener cuidado de
asegurar que sus comentarios sean precisos, evitar la estigmatización y la
desacreditación de los medios y no amenazar a periodistas ni socavar el respeto
de la independencia de los medios de comunicación”. Le recuerda a García
Jiménez que en diversas jurisprudencias y resoluciones emitidas por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, se ha exhortado a que los servidores
públicos y/o funcionarios de los Estados deben sujetarse a un escrutinio
riguroso por la prensa y la opinión pública, y en consecuencia, en razón de la
naturaleza pública de las funciones que cumplen, deben tener un mayor umbral de
tolerancia ante la crítica. Por ello, y en virtud de lo anterior, la CEAPP
reitera la necesidad de que se enriquezca el debate público bajo un ambiente de
respeto a la libertad de expresión y del acceso a la información. De igual
manera, se reconoce al Poder Ejecutivo que se promuevan los ejercicios de
transparencia y rendición de cuentas, siempre y cuando éstos se desarrollen con
todas las garantías de respeto para los comunicadores y quienes tienen la
encomienda de informar a la sociedad. Asimismo, la Comisión considera
indispensable que desde el Estado, en todos sus niveles (federal, estatal y
municipal), se erradique todo tipo de violencia contra los periodistas,
evitando su descrédito en espacios públicos y agravios que afecten la
integridad de quienes ejercen la libertad de expresión.
SARAH LANDA, al cuestionar a Cuitláhuac, solo
ejercía la máxima del novelista, periodista, escritor de cuentos cortos,
dramaturgo, ensayista y poeta checo, Milán Kundera que señala que un periodista
no sólo pregunta, sino que tiene “el sagrado derecho de preguntar” y además
tiene el derecho a exigir respuestas. Pero, qué pasa cuando a la persona a
quien se le pregunta, ¿también tiene derechos? ¿tiene derecho a responder lo
que quiera o no y a quien quiera?. Si un periodista hace preguntas a alguien,
ese alguien probablemente es una figura pública, alguien que ha hecho algo por
el cual al menos un par de personas están interesadas en él, y por lo tanto,
muy seguramente se vale de la aceptación y aprobación de las personas para ser
lo que es. De esta manera, esa presión social que se genera, lo obliga o lleva
a ser claro con sus respuestas.
POR LO pronto, García Jiménez tendrá este
viernes respuesta puntual a la exigencia que le hizo el miércoles a la
reportera, cuando frente a Palacio de Gobierno se le planten los abogados
postulantes agrupados en distintas organizaciones, y le exijan espeto a todos y
cada uno de los periodistas del Estado de Veracruz, y le pidan de manera
enérgica “se abstenga de criminalizar a los ciudadanos al señalar que los
abogados únicamente defendemos a delincuentes”, porque en base al principio de
presunción de inocencia, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo
contrario, y esto significa que mientras no exista una sentencia condenatoria
que haya causado estado, todas las personas deben ser tratadas y consideradas
como inocentes”. Y todo, como bien dijera el poeta y filósofo Juanga: “pero que
nece(si)dad”. OPINA carjesus30@hotmail.com
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