De los creadores de “Soy honesto”, tienen casas en Houston y ahora, se descubre el negocio del Tren Maya
Claudia Guerrero Martínez | 18 febrero 2022
Tribuna
Libre.- Cómo
ha cambiado el ambiente político en México, que los antes chairos adoradores de
López Obrador, quienes se sentían empoderados y conquistadores del mundo, ahora,
después de los escándalos de entrega de enormes sumas de dinero entregados a
los hermanos Pío y Martín Jesús, así
como los contratos a la prima Felipa, están decepcionados por la demoledora
bomba nuclear tirada a Palacio Nacional, evidenciando al hijo del presidente
como un mantenido, holgazán y sobre todo, sin justificar su vida llena de lujos
en Houston, Texas, resultando que todo fue pago de sobornos, gracias al
otorgamiento de contratos por parte de PEMEX a una empresa petrolera en los
Estados Unidos.
Y al ser evidenciado, López emprende una
campaña de desprestigio y persecución en contra del periodista Carlos Loret de
Mola y la agrupación Mexicanos contra la Corrupción para proteger a su hijo
mantenido de 40 años, quien ha vivido a la sombra de su padre. Lo que nunca
contó es que el ineficiente Júnior, planeó su derecho de réplica basada en
mentiras y hundirse más, involucrando a más socios y prestanombres del
presidente de México.
Con base a informes de medios de comunicación
nacionales, el Grupo Vidanta, conglomerado turístico propiedad de Daniel Chávez
Morán, prestanombres, asesor y amigo personal de Andrés Manuel López Obrador,
quien benefició a su “cuate” para una ampliación de concesión por 15 años, para
ocupar una playa y la construcción de un teleférico en estados de Jalisco y
Nayarit.
En la política y en el periodismo no hay
coincidencias y al mismo tiempo que le otorgaban beneficios a Daniel Chávez, el
hijo mayor de López Obrador obtuvo una visa de trabajo en Estados Unidos, bajo
la empresa KEI Partners, con giro en bienes raíces y propiedad de los hijos del
dueño de la empresa Vidanta. Ahí se comprueba un terrible conflicto de
intereses.
Fotografías robadas por Google, que visten a
un portal subido un día antes del derecho de réplica de José Ramón, asegurando
que el “Júnior holgazán” trabaja como abogado para una empresa, cuando no tiene
licencia para litigar en un país extranjero, ni paga impuestos por asesorías
jurídicas, cayendo en fraudes que pueden ser merecedores a una investigación
federal por parte del gobierno de los Estados Unidos.
Y luego, el papá, al no salirle bien sus
venganzas, le brotan las lágrimas en la mañanera, simulando dolor e impotencia,
pues su reino de mentiras se cae a pedazos. Y lo hace para causar lástima entre
la ciudadanía, quienes molestos, exigen explicaciones de cómo el hijo del
“honesto” presidente fue beneficiado con contratos de PEMEX para vivir como
virreyes.
El mini dictador pretende castigar a los
periodistas que tocaron temas sensibles, pues sus hijos estaban en la línea de
la honestidad y la sencillez. Pero José Ramón se salió de contexto para agradar
a su esposa, una mujer que le exige lujos, una vida llena de excesos y mucho,
mucho dinero. Algo que López Obrador se jactaba de estar en contra o eso
simulaba detestar.
Cuando el hijo hizo todo un engrudo de
mentiras y hunde más la presidencia de su padre, al sacar a la luz la relación
de Chávez Morán como representante personal de López Obrador en el tramo del
Tren Maya que atraviesa la Riviera Maya y curiosamente, Vidanta y sus hoteles
saldrían beneficiadas con el paso ferroviario. Además, nadie conocía a la
empresa KEI Partners, la misma fue fundada en octubre de 2018 en Houston, dos
meses antes de que el “honesto” Andrés Manuel López Obrador ocupara la
presidencia de México.
Además de tanto embrollo, el presidente
resentido lanza dardos envenenados a medios de comunicación, entre ellos, los
que le publican a Carlos Loret de Mola, como es el Washington Post, medio de
comunicación que fue parte fundamental de la renuncia a la presidencia de
Richard Nixon, con el escándalo Watergate, sin olvidar su crítica e
investigación a la administración de Donald Trump y ahora, López Obrador se ríe
por el encabezado de este pasado miércoles, publicando el Washington Post su
preocupación por los asesinatos de periodistas en México.
Cínicamente, al presidente le “causa risa”
que un periódico de Estados Unidos lo coloque como un miserable gobernante, a
quien no le interesa las muertes por la pandemia, los feminicidios, los niños
con cáncer y ahora, los asesinatos a periodistas incómodos a funcionarios
deshonestos.
Cabe destacar que el conocido como “El Wapo”,
“El Post” o Washington Post es un periódico líder en comunicaciones, muy
influyente y fundado en 1877, que tiene presencia en todo el mundo. Y no es
cualquier periódico, pues su liderazgo y credibilidad es comprobada. López, tonto y soberbio, lo trata de
demeritar.
Hay mucha “carnita” para una investigación
federal por parte de autoridades de los Estados Unidos, pues los negocios de
los López huele a fraude, conflicto de intereses y si se sigue el hilo, se
encontrarán los negocios en EU de la familia López Obrador y López Beltrán en
bienes raíces y fortunas millonarias bajo prestanombres, como lo hizo Fidel
Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro y otros dictadores, quienes empobrecieron a
su país y se beneficiaron bajo el hambre y violencia que azota, como ocurre
también en México.
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