Las refinerías han sido parte elemental del discurso presidencial, pero el camino hacia la autosuficiencia es largo
Ciudad de México | 19 marzo 2022
Tribuna
Libre.- El presidente Andrés Manuel López Obrador lo
ha refrendado de nueva cuenta: su estrategia para lograr la autosuficiencia
energética sigue adelante. El plan del gobierno federal, que fue nuevamente anunciado
durante el 84 aniversario de la Expropiación Petrolera, dicta que a partir de
2023 el país pondrá fin a las exportaciones petroleras y la demanda nacional de
gasolinas, diésel y turbosina se producirá en su totalidad en el país.
Pero el proceso para lograr la meta
presidencial ha estado lleno de vaivenes y algunos de los objetivos no han sido
cumplidos. Te explicamos cómo ha avanzado el camino hacia la autosuficiencia en
cuatro gráficos:
El discurso presidencial ha asegurado de
manera continua que las seis refinerías de la estatal Pemex fueron abandonadas
durante los sexenios anteriores y que durante esta administración se ha
aumentado la utilización de estos complejos.
Esto último es realidad, de acuerdo con los
datos de la compañía. Pero las cifras de procesamiento aún están por debajo de
la meta de la compañía. El plan de la Secretaría de Energía se basaba en
procesar entre 900,000 y un millón de barriles desde finales de 2019, pero los
seis complejos aún no registran el procesamiento prometido, de acuerdo con los
últimos datos. En enero, las refinerías procesaron 800,000 barriles diarios.
Ayer Rocío Nahle, la secretaría de Energía,
aseguró que las refinerías están procesando actualmente 1.100 millones de
barriles diarios, pero de momento esta cifra aún no se encuentra en ninguna
base de datos oficial.
Las seis refinerías de la estatal han
aumentado la producción de gasolinas, aunque ésta no ha logrado sostenerse en una
racha al alza.
Desde septiembre pasado, la producción de
gasolinas se ha mantenido por encima de los 250,000 barriles diarios. En enero
–la última cifra disponible– la elaboración de gasolinas fue de 271,000
barriles diarios. La producción de diésel también se ha mantenido al alza
durante los últimos meses, pero no ha logrado ser constante.
Pero durante el sexenio, la producción del
combustible también ha tenido periodos muy bajos. En julio del 2020, en medio
de los momentos más álgidos de la pandemia, las refinerías reportaron una
producción de 145,000 barriles diarios.
Los analistas han asegurado que la apuesta
por producir más combustibles tendrá un alto costo para la petrolera debido a
la ineficiencia de sus complejos y su estructura de costos, pues las refinerías
operan con una gran cantidad de personal y los barriles del petróleo no son del
todo bien aprovechados.
Producir más combustibles ha traído también
un aumento en la producción de combustóleo, un subproducto de la refinación que
no tiene gran valor en el mercado.
Por más de año y medio, la estatal produjo
más combustóleo que gasolinas en sus refinerías. La tendencia comenzó desde
agosto del 2020 y hasta noviembre del año pasado. La petrolera nacional posee
seis refinerías, tres de estas son las que más combustóleo han aportado en los
últimos meses: Salamanca, Tula y Salina Cruz.
Durante ese periodo, alrededor del 30% de la
producción de las refinerías fue de combustóleo.
El discurso presidencial respecto a las
exportaciones de crudo ha ido evolucionando. Durante 2020 los planes se basaban
en reducir las exportaciones a un tercio de la producción hacia 2024. Pero
ahora la administración ha asegurado que acabará con los envíos al extranjero
para centrar su producción en el uso de sus refinerías.
Enero pasado fue el primer mes en que ese
plan comenzó a ser tangible. Pemex exportó 832,000 barriles diarios durante
dicho mes, la cifra más baja de la que tiene registro la compañía.
Aunque, el aumento en el precio del petróleo,
derivado de los conflictos geopolíticos en Europa del este, podrían cambiar el
plan presidencial. El gobierno federal ha comenzado a dar muestras de una
flexibilización en su discurso frente a los envíos al extranjero.
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