Ángel Rafael Martínez Alarcón | 27 junio 2022
Tribuna
Libre.- La
semana que empezó, lunes 20 de junio del
2022, tuvo un sello muy peculiar y de
victoria para el gobierno federal de la 4T.
Con bombos y platillos se anunciaban que había superado el número
homicidio doloso, en tan sólo 43 meses, de los sexenios de Enrique Peña Nieto y
del inspirador Felipe Calderón Hinojosa.
Por fin la mafia del no poder había superado en algo a sus antecesores en el
gobierno federal. Así se confirma la profunda vocación por la muerte del
gobierno de la esperanza. Y todavía faltan dos largos años para que finalice,
la peor pesadilla del gobierno en los últimos 200 años de la vida independiente
de México.
El martes 21, las redes sociales, y los
noticieros de la radio y la televisión informaba de los asesinatos de unos
jesuistas; así con rápida la
condena de la Conferencia del Episcopado
Mexicano, por los asesinatos de dos sacerdotes de la tercera
edad, pertenecientes de la Compañía de Jesús. Allá la lejana sierra del Estado
de Chihuahua, en estas primeras horas en que dio a conocer tan alteró crimen al
interior de la Iglesia católica apostólica y Romana. La noticia más impactante,
dos sacerdotes asesinados a sangre fría en el interior de su Iglesia. La
noticia de esta mañana corrió como pólvora a nivel nacional e internacional. Ni
la invasión rusa a Ucrania, que lleva más de 120 días, se han cometido
semejantes asesinatos.
Los sacerdotes de la Compañía de Jesús,
fundada en la segunda mitad del siglo XVI, en los reinos de Felipe II, por
joven Iñigo de Loyola. Perteneciente a la provincia mexicana, Javier Campos Morales, nacido en la ciudad de México, el 13 de
febrero de 1943, fue asesinado a los 79
años de edad,el pasado 8 de junio del
presente año, cumplió 50 años de su ordenación sacerdotal. Con casi 25 años en
la parroquia de Cerocahui, en la Sierra de Chihuahua. Joaquin César Mora
Salazar, nacido el 28 de agosto de 1941, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
Desde muy joven ingresó a la compañía de Jesús. Fue ordenado, el primero de
mayo de 1971, contaba el día de su martirio con 51 años de vida sacerdotal. El lunes 20 de junio, fueron
asesinados al interior del templo, junto a laico, Pedro Palma, un guía turista,
que quiso ser levantado por el crimen organizado, se refugió al interior del Iglesia, donde el
criminal no paró, y todo comenzó en un partido de béisbol ese deporte que
promueve el dictador de cuarta y desviando millones de pesos para su capricho
personal.
Muy rapido se supo quien habia cometido
dichos asesinatos, un beneficiado de la politica de abrazos y no balazos, la
estetegia del actual gobierno. Y llamado
José Noriel Portilla Gil, de
apodo El Chueco, nacido el 12 de mayo de 1992, y seguramente en alguna mañanera
próxima, el Presidente de México, le
llamara por su nombre y no por su apodo, por el respeto que se merece. Además
abogará por sus derechos humanos, será acusado con mamá y abuelita.
Quienes hemos tenido el privilegio de la
amistad y del trabajo de los hermanos de la Compañía de Jesús, sabemos del
apostolado que tiene para anunciar el reino de Dios, aquí en la tierra. Siempre
caminando con los humildes y pobres de la tierra, acompañándolos con la
esperanza del Sermón de la Montaña, y con acciones concretas en la sociedad. En
estos casi 500 años de presencia en estas tierras del Nuevo Mundo, y más tarde
México, hay una huella fundamental para entender nuestra historia, el culto a
Santa María de Guadalupe. En el siglo XVIII, a pesar de que Carlos III, los
expusó a los territorios de la monarquía borbónica, ellos fueron los formadores
de Miguel Hidalgo y Costilla. En el siglo XIX, también van estar con el pueblo
mexicano, sin adjetivos de bueno o malo.En la revolución cristera de 1926-1929.
Con la proclamación del Concilio Vaticano II, y la Conferencia de Bogotá, en
1969. Trabajando en la opción preferencial con los pobres.
En Xalapa, la última gran obra de los
hermanos jesuitas, fue hace 30 años, la fundación de Matraca, un acompañamiento
a los niños trabajadores en las calles, y extraordinario trabajo del sacerdote
David Fernéndez Dávalos, Sj, por citar
un ejemplo. Muy lamentablemente la compañía de Jesus salió de la arquidiócesis
de Xalapa, en tiempos del IV arzobispo de Xalapa, Hipolito Reyes Larios.
Su Santidad Francisco, también integrante de la Compañía de Jesus,
ha con cendado los asesinatos, https://youtu.be/QwamlQ_j_Mk la conferencia
episcopado de México, miles de voces importantes de la vida política, económica,
y educativa, como la sociedad en general hemos levantado nuestra voz de condena
e indignación, por dichos asesinatos, y sobre todos por estos 43 meses de una
guerra civil que hay en país. Donde el
ejército mexicano, está sometido a las obras faraónicas del dictador. No
coincidieron en la urgencia de cambiar la estrategia, y la necedad o el pacto con el crimen organizado, el narco
no se quiere cambiar.
En México, desde hace 212 años, los
sacerdotes han sido asesinados, ya sea por el Estado en turno o por el crimen
organizado. Los ejemplos de Miguel Hidalgo, José María Morelos,los sacerdotes
asesinados en la guerra de Reforma, en la Revolución Mexicana, la guerra
cristera, Miguel Agustin Pro. En pleno salinismo, la ejecución del cardenal Juan de Jesus Posada Ocampo, en mayo de 1993,
y se señaló al narcotráfico como los responsables. Y la lista de estos últimos
años es grande.
En los funerales de los martires de
Chihuahua, el sábado 25 de junio,
el Superior de la compañía, Luis Gerardo
Moro, afirmó:Los obispos han llamado a un diálogo nacional y queremos secundar
esta iniciativa. Hacemos un llamado a la sociedad y autoridades a ya no
agudizar la polarización del País, necesitamos construir puentes para encontrar
caminos de paz. Queremos trabajar con todas y todas para crear esas condiciones
de paz que tanto necesitamos
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