José Miguel Cobián | 11 julio 202
Tribuna
Libre.- Imagine
que usted contrata un pintor, para que le pinte las paredes de su casa. Ud lo contrata por un salario diario, y ud y
él saben que tiene la obligación de pintar de blanco todas las paredes de su
casa… Antes debe revisar para reparar cualquier fisura o humedad que se
encuentre, para dejar su casa impecable.
Como ud le paga por día, comienza a darse
cuenta de que el pintor le platica a usted que llega muy temprano para pintar
los exteriores de la casa, pero, ud no nota ningún avance. Le dice que está reparando cualquier
área insegura, pero ud cada día se
siente más inseguro con la fisura que tiene la pared, y no ve avance en su
reparación.
Resulta que el pintor se pasa el día
platicando con ud, y con quién encuentre a su paso, de los chismes que según él
le inventan sus adversarios. En lugar
de verlo trabajar, ud y su familia lo escuchan quejarse de una vecina que no lo
quiere, de un conocido al que no le gusta que al pintor le vaya bien, incluso
de sus clientes, cuando éstos le reclaman por algún trabajo mal hecho o no
realizado.
El pintor para ofrecer sus servicios se
presentó como el único conocedor de todos los problemas que podría tener su
pared y el único capaz de solucionarlos.
Ahora, con cada problema que se encuentra, el pintor acusa a los
pintores anteriores, a los albañiles que construyeron la casa, a la zona donde
esta construida la casa, a los antiguos
propietarios del terreno, al arquitecto que diseñó la casa, y a cualquier otra
posibilidad o persona de usar como pretexto, pero resulta que no cumple con su
función.
Usted comienza a pensar que es un pintor muy
caro, porque aunque desde el primer día le dijo que iba a cobrar por día mucho
más barato que cualquier otro pintor, cuando usted observa los resultados de su
trabajo, se da cuenta que los días pasan y no avanza en nada. Ya lleva cuatro años desde que usted lo
contrató y no ha podido hacer un buen resane, o pintar la pared de una
recámara.
Pero cómo resulta que es simpático, dicharachero,
chismoso, y aunque usted y su familia saben que también es mentiroso, lo siguen
manteniendo como su pintor favorito, porque el 60% de la familia lo apoya y les
cae bien, sin importar lo nulo de sus resultados.
Para lograr sea simpatía, resulta que el
pintor regala todos los días dulces a sus hijos, y también les lleva un
regalito al par de abuelos que habitan en la casa. Los niños y los abuelos, están felices con el
pintor, por sus atenciones, y no les importa que los regalos que les entrega,
provengan directamente del pago que usted le entrega semanalmente. Ellos no entienden que quién paga esos
regalos es usted mismo, no el pintor, ese pintor que no hace nada.
Llevando al pintor a la presidencia de la
república, nos encontramos con Andrés, quién en campaña conocía todos los
problemas de México y ofreció resolverlos muy rápido. Por ejemplo, los asesinatos y el crimen
bajarían tan solo porque él llegara al poder.
Los servicios médicos serían mejores que los de Dinamarca en menos de un
año, la reparación de la línea 12 del metro estaría terminada hace poco, cuando
se cumplió un año. La explicación por
la cual cancelar los fideicomisos que tenía México ahorrados para enfrentar
cualquier contingencia mundial, estarían a las dos semanas, es decir hace más
de un año.
Los corruptos que se beneficiaron con el
aeropuerto de Texcoco serían denunciados y enjuiciados hace más de dos
años. Ningún mexicano iba a morir por
falta de medicinas ni vacunas. Los
laboratorios corruptos y sus corruptelas estarían denunciados hace más de un
año.
El gobierno sería mucho más eficiente, con lo
cual se reducirían los tiempos perdidos en cualquier trámite (y quiero suponer
que incluso hasta en el paso de cada caseta de cobro en las carreteras). Cuando gobernara Morena la gasolina estaría
a $10.00 el litro. En fin, una y mil
mentiras que ha ofrecido y no ha cumplido.
Nada de lo que ofreció cumplió.
Pero eso sí, es un saco de pretextos,
cualquier cosa que no funciona y que con el gobierno de los prianistas
funcionaba o funcionaría, acusa siempre a alguien. Ya sea Calderón, Salinas, Hernan Cortés, los
españoles, los católicos, los médicos, los padres de los niños enfermos de
cáncer, la clase media, los estudiantes y maestros de la UNAM, los periodistas,
los conservadores, los fifís, los enemigos de la 4T. En fin, siempre hay alguien responsable por
la ineptitud, incapacidad, incompetencia e ineficiencia de lo que yo he llamado
el gobierno de las cuatro i, en sustitución de la 4T.
Y sin embargo, como el pintor del cuento,
muchos mexicanos que reciben alguna limosna lo siguen apoyando. No importa que él y sus cómplices se llenen
los bolsillos. No importa que lo que reparten sean migajas, no importa que el futuro
de todos los mexicanos sea peor en los próximos años debido a los errores y
fallas del gobierno de Morena. Mientras
reciban sus regalitos, o mientras crean que es su ángel vengador que castiga
(aunque está más que probado que no castiga a nadie) a los que les hicieron un
supuesto daño, seguirán votando por Morena y hundiendo más al país,
sacrificando su futuro y el de sus familiares.
www.josecobian.blogspot.comelbaldondecobian@gmail.com
@jmcmex
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