Ciudad de México. | 01 agosto 2022
Tribuna
Libre.- Las
elecciones internas de Morena podrían ser impugnadas, por el cúmulo de
irregularidades ocurridas antes y durante el proceso interno realizado este fin
de semana y que conducirá a la renovación de las 32 dirigencias estatales en
agosto, y en septiembre el comité nacional.
Boletas falsas, robo y destrucción o quema de
urnas y papelería electoral, embarazo de urnas, acarreos, compra del voto,
conatos de violencia, intervención de funcionarios públicos o uso de recursos
públicos, distribución de papeles para “orientar” el voto, exclusión de
escrutadores responsables del cómputo para que no lo atestiguaran, fueron sólo
algunas de las irregularidades denunciadas por militantes que podrían ser
materia de la impugnación.
El académico y militante de Morena, John
Ackerman, quien junto con la exsecretaria de la Función Pública, Irma Eréndira
Sandoval, integran la Convención Nacional de Morena (CNM), llevó a cabo las
brigadas “cazamapaches” y documentó decenas de anomalía.
Esto porque desde antes de la jornada
electoral de este fin de semana esa organización cuestionó la apertura
indiscriminada del proceso a personas ajenas a Morena para que votaran en el
proceso interno, con lo cual se habría viciado todo el proceso.
En sus redes sociales, Ackerman compartió un
formato para denunciar las presuntas irregularidades y así “evitar el fraude
electoral en las asambleas distritales del 30 y 31 de julio”, según se lee en
la página para presentar las quejas.
“Enorme decepción, estamos reuniendo un
impresionante caudal de evidencias”, escribió el académico universitario en sus
redes sociales, pues -dijo- “nos están lloviendo fotografías y videos” de las
irregularidades.
Sin embargo, el dirigente nacional de Morena,
Mario Delgado, minimizó las anomalías. Según reportó, en total habrían votado 3
millones de personas en un “proceso democrático plural y transparente”, pero
reconoció que hay irregularidades, mismas que se investigarán para de ser
necesario anular votaciones en algunos distritos.
El sábado sólo se cancelaron las actividades
en 11 centros de votación y -aseguró- por “incidentes que provocaron personas
ajenas a nuestro movimiento”.
Ese día habrían votado entre 1.5 y 2 millones
de personas en 20 entidades donde se instalaron 345 centros de votación, de
acuerdo con sus datos.
Este domingo fueron instalados 197 centros de
votación en 12 entidades y se esperaba que sufragaran de entre 900 mil y un
millón de personas, a pesar de que uno de los estados que fueron a las urnas
hoy es el estado de México, el de mayor padrón de todo el país, informó Delgado.
Entre las anomalías más graves que fueron
documentadas estuvo la presunta participación de funcionarios públicos.
En la convocatoria compartida por Ackerman,
se precisan los casos en los que integrantes de Morena deberían denunciar:
*Distribución de propaganda o de cualquier
documento con indicaciones para votar a favor de algún candidato.
*Ataques o calumnias en contra de cualquier
candidato.
*El ofrecimiento de dinero o de cualquier
dádiva a los votantes.
*El ejercicio de presión o amenaza hacia los
votantes.
*El transporte (acarreo) de votantes el día
de las asambleas distritales.
*La intervención de cualquier funcionario o
empleado de los gobiernos estatales o federal en cualquier momento del proceso
de preparación y realización de las asambleas distritales.
*Votar sin estar debidamente acreditado o
votar en más de una ocasión.
*Violación a la secrecía del voto.
*Irregularidades en el conteo y el
procesamiento de los votos por los funcionarios de casilla.
Decenas de videos circularon en redes sociales
de militantes de Morena sobre las anomalías, y todos grabadas por los mismos
morenistas.
La denuncia más generalizada quizá fue el
acarreo de personas, con o sin promesa de pago o dádivas, y para favorecer
alguno de los candidatos.
En cada uno de los 300 distritos hubo 400
abanderados, pero sólo para elegir 10 coordinadores distritales, la mitad
hombres y la mitad mujeres, quienes simultáneamente ocuparán los cargos de
consejeros estatales, congresistas estatales y nacionales.
En algunos casos se acusó también que las
boletas empleadas por el partido carecían de folio. También se denunció que en
papeles distribuidos venían los nombres de las personas que debían escribirse
en las papeletas. Además se señalaron supuestas reuniones privadas para indicar
por quién votar. Los casos fueron ventilados en videos que circularon en redes
sociales.
En ellos también se reflejaron filas enormes
de ciudadanos para votar en las internas de Morena, muchos de ellos
presuntamente trasladados hasta las casillas.
Los casos de agresiones y violencia se
presentaron por ejemplo en Huehuetán, Chiapas y en Tehuacán Puebla, donde hubo
quema y destrucción de urnas y de boletas, o bien robo de boletas en el
distrito 10 de Chiapas.
En algunos casos donde no se destruyó la
papelería, videos mostraron que se rompió la cadena de custodia y los mismos
morenistas responsables de las mesas de casilla violaron las urnas y las
rellenaron.
En su Twitter, Ackerman denunció además que
en Guerrero surgieron supuestos casos de falsificación de papeletas. Aunque
recomendó que se contara y firmara cada papeleta antes de la votación,eso no
ocurrió en el proceso morenista.
El mismo Ackerman planteó que hubo “descarado
acarreo y presión” a votantes.
Planteó en sus redes que dentro de Morena hay
quienes “antes luchaban por la justicia y la democracia, y ahora avalan las más
rancias prácticas del viejo régimen”, y defendió sus críticas al proceso, pues eso
no es “hacerle el juego a la derecha”, sino defender a Morena.
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