José Miguel Cobián | 03 octubre 2022
Tribuna
Libre.- Todos
los ciudadanos de todos los países, están orgullosos de haber nacido en sus
respectivos países, y cada uno tiene una historia, un cuento, una ¨narrativa¨
que justifica su orgullo por su nacionalidad.
Los mexicanos no somos la excepción, solo que la imagen que existe de
los mexicanos en el mundo es una imagen ganada a pulso, y cuando es mala, no
hacemos nada por remediarla.
Es lógico pensar que no todos los mexicanos
somos así, pero cuando analizamos a detalle, vemos que una mayoría de la
población si lo es. Y ese comportamiento, esa actitud, es la que debemos de
cambiar como nación. Para que no resulte
que cuando un extranjero quiera explicar la razón de tal o cual comportamiento,
solo necesite decir: ¨Es que es mexicano¨.
En una reunión por zoom con amigos que
trabajan en distintas partes del mundo, salió a colación cómo nos ven en sus
países. Por ejemplo, Antonio, que
trabaja en la VW de Alemania, en la ciudad del lobo o Wolfsburg, me decía que
sus jefes no le creen que sea mexicano, porque es puntual, comienza a trabajar
a tiempo y también termina a tiempo. Se dedica a cumplir sus compromisos, en
fecha y hora acordados. Allá saben que los mexicanos son impuntuales,
incumplidos, irresponsables y que cuando pueden, se hacen tontos en su trabajo,
y eso lo saben por todos los becarios que han recibido a lo largo de los años,
o empleados que vienen de la planta de Puebla.
Pedro que vive en Francia, no puede
explicarle a los franceses –tan republicanos ellos-, que aquí en México no se
le exige nada al gobierno. Si acaso nos quejamos en redes sociales, en
reuniones, y a veces acudimos a una marcha que no tiene mayores consecuencias.
Sus amigos franceses no conciben como no iniciamos acciones legales correctivas
ante la corrupción del gobierno, ante las obras mal hechas, y ante los muertos
por inacción por parte del gobierno. En
resumen, no conciben a un ciudadano (citoyen) agachón y sumiso.
Luis trabaja en Suecia, y allá no conciben
ver la rapiña o los robos que tan comunes son en México. El famoso agandalle,
de aprovecharse cuando se puede, y que tan común es para el mexicano, no tiene
explicación. Nos decía que no puede
explicar cómo es posible que cuando hay oportunidad la mayoría de los mexicanos
sea deshonesta.
El estereotipo del mexicano tirado en un
nopal, con las balas silvando su alrededor, ya salió en Charlie Ebdo en
París. Ellos no conciben que esté
ensangrentado todo el territorio nacional y que el mexicano lo vea normal, se
sume al crimen organizado, se someta al crimen organizado o lucre con sus
relaciones con el crimen organizado.
En Chile no conciben que las filtraciones y
escándalos que ha habido en el gobierno de México simplemente no causen impacto
en la sociedad mexicana.
Los palestinos no conciben que la falta de
justicia no provoque una Intifada en el país.
Y lo que es peor, cuando me tocó comentar al
respecto, tuve que reconocer que en un programa de ¨La Polémica¨ preguntamos adjetivos
calificativos del mexicano, y solo dos, ¨leal¨ y ¨Solidario¨ fueron
positivos. El resto pasaba por gandalla,
abusivo, macho, sumiso, agachón, tranza, derrochador, presumido, arrogante,
despiadado, prepotente, etc., uno tras otro, hasta superar más de cien, lo cual
significa que el propio mexicano entiende, comprende y conoce los errores de
comportamiento social, pero que nada hace por corregirlos.
Por último yo comenté que somos tan
ignorantes que no somos capaces de argumentar, y mucho menos llevar una
discusión ante opiniones distintas. Nos molesta quién opine diferente, y
tememos defender nuestras ideas. O nos enojamos o nos callamos, ante el temor
no saber defender lo que pensamos con argumentos, con educación y con empatía,
esa tan necesaria para poder comprender el punto de vista del ¨otro¨, del que
piensa diferente.
No queda más que reflexionar, y entender cómo
es el mexicano hoy, y cómo nos gustaría que fuera el mexicano del futuro, con
lo cual, debemos comenzar a cambiar nuestra sociedad, para que cuando alguien
te diga ¨Es que es mexicano¨, se refiera a una cualidad, a un valor, y no a un
defecto, no a algo digno de ser
mencionado como equivocado o erróneo.
Podemos engañarnos a nosotros mismos y gritar
que como México no hay dos. Y que ser mexicano es lo mejor del mundo. Pero eso es negar una realidad con la que nos
topamos día con día.
elbaldondecobian@gmail.com
@jmcmex
https://josecobian.blogspot.com/2022/10/es-que-es-mexicano.html
Comentarios
Publicar un comentario