Víctor Hugo Arteaga | 26 octubre 2022
Tribuna
Libre.- Mientras
el secretario de gobernación Adán Augusto López nos anunciaba el fin de semana
la posibilidad, cada vez más real, de que un militar pueda ser Presidente de
México vía las urnas, la artillería de Claudia Sheimbaum sigue haciendo el
trabajo sucio para tratar de posicionarla rumbo a la sucesión presidencial
dentro de dos años.
Una vez que el Presidente de México tuvo que
reconocer que el líder del Senado, Ricardo Monreal, ha crecido y ya aparece
entre los presidenciables, de inmediato el Grupo de Las Niñas Bien, pero bien
maquiavélicas, comenzó a hacerle el “trabajo sucio” a la Sheimbaum.
Por si alguien todavía no supiera que Layda
Sansores es el equivalente a lo que era Santiago Nieto en la Unidad de Inteligencia
Financiera (UIF), es decir un brazo armado del régimen totalitario del sistema,
por increíble que parezca, la campechana, de forma inexplicable, y totalmente
fuera de lugar, ha decidido atacar a Monreal.
El fin de semana amenazó con sacar el martes
en su programa de cuarta (transformación), información de quién quizá es el
político más coherente de la 4T o T de 4a (depende de usted cómo quiera nombrar
este movimiento) y quien para la clase
media mexicana y pensante, se ha constituido como una real opción para suceder
a AMLO.
Para Sheimbaum y Las Niñas Bien, pero bien
maquiavélicas, la idea de ir quitando del camino a cualquiera que le haga
sombra a la Jefa de Grupo ya está posicionada en las mentecitas retorcidas de
esta Asociación Delictuosa.
Porque vaya que ah cómo han cometido delitos
en su afán de ganar sus posiciones, para poder tener un fuero importante
después del próximo proceso electoral del año 2024.
Y si no a las pruebas me remito!
Sheimbaum ya tiene una serie de expedientes y
acusaciones, pues por todos los rincones del país ha comenzado a ejercer
recursos de dudosa procedencia, patrocinando sus cuadros y armando sus
estructuras electorales, que le permitan ser la candidata oficial rumbo a la
Presidencia de la República.
Rocío Nahle, quien forma parte de este
grupúsculo, no es nada bien vista en la OPEP, en las petroleras internacionales
a las que les jugó rudo con el proyecto del Parque Acuático de Dos Bocas en
Tabasco e incluso con serias diferencias con los altos mandos de Pemex.
La riqueza inexplicable de Nahle pronto
tendrá que ser explicada, con investigaciones serias en Texas, Nueva York,
paraísos fiscales en el Caribe, Centroamérica y también en Andorra, donde la
que se encarga de “arreglar” todas las cuentas es la ex gobernadora de Sonora,
Claudia Pavlovich.
Pero como diría La Nana Goya: Esa es oooootra
historia.
Los ataques de Sansores a Monreal, demuestran
y confirman una vez más que los equipos de intercepción y cifrados de mensajes
de distintos dispositivos electrónicos del gobierno peñanietista y que acusó la
Auditoría Superior de la Federación (ASF), muy seguramente sí están en manos
del “Romeo” Renato Sales, hoy flamante Fiscal General de Campeche.
Y si de ese equipo saldrán más audios y
sábanas de llamadas, en este caso del Senador Monreal, pues bien haría en de
verdad actuar conforme a su derecho y denunciar a la campechana y no sólo
dejarlo pasar, como el “Alito” Moreno, quien muy enojado, muy enojado, pero
parece que se le olvidó tanto agravio de parte de la titular del ejecutivo
campechano.
Y pensando en Layda Sansores, a lo mejor se
levanta y desayuna un buen plato de inmortalidad con jugo de impunidad, porque
al parecer no se acuerda de los más de 60 millones de pesos que su
administración lavó cuando era delegada en Álvaro Obregón.
Lo anterior fue dado a conocer en 2021 por el
portal Forbes México, cuando se exhibió una denuncia ante la Fiscalía General
de la República (FGR), en la que se acusa que la administración de Sansores
otorgó contratos a empresas fantasma.
Esas empresas todavía están señaladas en la
lista negra del Servicio de Administración Tributaria (SAT), con quienes Layda
Sansores celebró adquisiciones, arrendamientos, servicios y obra pública entre
2019 y 2020.
La ASF pudo documentar apenas un daño al
erario por 33 millones de pesos, pero de acuerdo a información actualizada, los
tratos de dudosa reputación de la campechana, podrían alcanzar por lo menos los
60 millones de pesos.
Mientras Layda Sansores se cree inmortal, el
“fuego amigo” que busca la cabeza de Monreal, más bien es “metralla salvaje”,
de quien sin lugar a dudas es el brazo ejecutor político en este régimen.
Lo que sucede alrededor del partido oficial
en el poder podría definirse de la siguiente manera: Es Morena siendo Morena.
Por lo pronto iremos por las palomitas,
porque esta película se está poniendo hartamente buena y sin duda en la semana
se escribirán muy buenas escenas, para que el titiritero mayor se siga dando
gusto desde Palacio Nacional, observando quién se defiende y actúa mejor.
Twitter@arteaganoticias
El autor de la columna es Premio Nacional de Periodismo 2016 por Las Empresas Fantasma de Duarte
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