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Onésimo manosea licitaciones y pide el token bancario para vigilar pagos
* La denuncia fue interpuesta ante el contralor municipal, Mario Pintos
Mussio Cárdenas Arellano | 01 noviembre 2022
Tribuna Libre.- Por actos de corrupción, “ofertar
obras a cambio de dinero”, maniobrar en las licitaciones restringidas y exigir
documentación legal de contratistas, el director general de Obras Públicas
Municipales, Arturo Delgadillo Medina, y su subalterno, Onésimo Mendoza Flores,
fueron denunciados ante la Contraloría del ayuntamiento de Coatzacoalcos.
El delegado de la Sociedad Mexicana de
Industriales Transformadores de la Construcción (SMITC) en el sur de Veracruz,
Gabriel Rivera Cerdán, acusa que las licitaciones son manipuladas para
favorecer a empresas allegadas al director de Obras, Onésimo Mendoza Flores,
estando ya dirigidas hacia “empresas a modo”.
Advirtió que en algunos casos, “la empresa
que se encuentra ejecutando la obra no es la asignada al contrato”. O sea, una
licitación simulada.
Gabriel Rivera señaló que Onésimo Mendoza
exige documentación legal de las empresas, integrarlas al padrón de contratistas
“para poder trabajarlas él mismo” y les requiere el token bancario “para poder
manejar los recursos asignados”.
La denuncia de la SMITC parte del testimonio
y queja de sus afiliados, quienes han participado en las licitaciones por
invitación restringida, percatándose que existe favoritismo hacia empresas
ligadas al director de Obras, Onésimo Mendoza.
El oficio, entregado en la Contraloría
interna, así como en la Presidencia Municipal de Coatzacoalcos, el 25 de
octubre, revela una serie de anomalías en las escasas obras que realiza el
ayuntamiento morenista.
En el documento, SMITC imputa contratos
amañados, intento de extorsión a constructores exigiéndoles el token bancario,
empresas que inician los trabajos cuando aún no se ha emitido el fallo de la
licitación, constructoras que ganan la licitación pero las obras son realizadas
por el pull de empresas consentidas.
La denuncia está dirigida al contralor
municipal, Mario Humberto Pintos Guillén, y de ella fue enterado el alcalde de
Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica.
En el oficio, la SMITC señala que “es
lamentable que este tipo de práctica de corrupción se esté llevando a cabo en
una secretaría y dirección (Obras Públicas) donde lo principal que debe existir
es la transparencia en la asignación, invitación restringida y licitación de
obras”.
SMITC solicita a la Contraloría practicar una
auditoría del procedimiento seguido para asignar los contratos y “la
supervisión física para que verifique qué empresa la esté ejecutando
físicamente”.
Las invitaciones restringidas son una
simulación. Participan tres constructoras pero el contrato ya lo tienen
reservado para una compañía en particular.
Al titular, Arturo Delgadillo Medina le
imputa “ofertar obras a cambio de dinero” y le señalan a un presunto operador y
“encubrir la corrupción que hay en el área de la Dirección de Obras Públicas ya
que se le ha informado de estas anomalías” y no actúa.
Rivera Cerdán advierte que por estos hechos
se interpondrá una denuncia ante la Fiscalía Estatal Anticorrupción.
A Delgadillo Medina se le ubica como operador
por muchos años del ex secretario de Infraestructura y Obra Pública y ex director
de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz, Francisco Valencia, quien a la
llegada del panista Miguel Ángel Yunes Linares al gobierno estatal fue
aprehendido, sujeto a proceso penal y confinado en el penal de Pacho Viejo, a
unos kilómetros de Xalapa.
Valencia fue un financiador de campañas del
Partido de la Revolución Democrática en los años 90 y en 2013 operó para
reventar el acuerdo entre Acción Nacional y PRD para concretar una alianza con
miras a la renovación del congreso veracruzano. Eso lo ligó estrechamente a
Javier Duarte de Ochoa, del que se volvió pieza clave.
Durante ese lapso, los tiempos de la plenitud
del duartismo, Arturo Delgadillo tuvo vara alta en la asignación de contratos
de obra, bajo la instrucción de Francisco Valencia.
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