Córdoba, Ver.| 23 ene. 2023
Tribuna Libre.- (Fotos Redes Sociales) El asesinato de 6 personas, entre ella dos menores de edad en el puerto de Veracruz vuelve nuevamente a evidenciar que la paz y el orden social están trastocados, la gobernabilidad es ficticia y los funcionarios del gobierno en turno son simplemente unos descarados que no admiten la gravedad del problema desvirtuando los hechos a la brevedad posible.
A horas de que se diera el incidente en la
carretera federal Xalapa-Veracruz a la altura de Las Bajadas, las versiones de
que el masculino asesinado en la ejecución era el jefe de una célula
delincuencial en el municipio de Espinal denominado “El Pino”, el cual habría
salido de huida de la zona con su familia, tras las ejecuciones en la región de
Poza Rica al arranque del año.
La saña con la que se perpetró el asesinato,
evidencia que en Veracruz la inseguridad es el común denominador, garantizando
la impunidad de quienes cometen delitos de alto impacto.
Y es que por increíble que parezca, los
hechos se desarrollaron a metros del aeródromo de la Fuerza Naval del Golfo, un
sitio que por su condicionante debiera estar repleto de elementos navales que
al escuchar las detonaciones debieron haber aplicado los protocolos más
elementales de combate, lo que no ocurrió en ningún momento.
Peor aún el atentado se desarrolla en la zona conurbada más importante de la entidad, a escasos metros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Veracruz, lo que evidencia el nivel de vulnerabilidad de las instalaciones estratégicas de la entidad.
Como era de esperarse la respuesta de los
elementos de seguridad siempre tardía impidió el salvar posiblemente más vidas,
de las personas lesionadas, que sin importar condición alguna, debieron ser
atendidos con los protocolos internacionales de primeros auxilios.
Vídeos difundidos en las redes sociales
exhiben y evidencian la falta de capacidad y conocimiento de los elementos de
seguridad que al llegar al lugar de los hechos con temor pretenden ayudar a los
lesionados.
No habremos de extrañarnos que una vez que se
dé la versión oficial por parte de las autoridades, lo primero que habrán de
señalar es la relación o nexo con la delincuencia organizada, para de entrada
desacreditar su calidad.
Y aun cuando se afirme que por pugnas
delincuenciales se generaron daños colaterales, la realidad es que lo ocurrido
nos roba la paz y tranquilidad a todos los veracruzanos.
Este lunes habremos de conocer la identidad
de los fallecidos, los cuales engrosaron la fatídica estadística que convierte
a Veracruz en tierra sin Ley, a pesar de que los incapaces gobernantes afirmen
lo contrario.
¡Arde Veracruz! Les guste o no.
(Periódico
Veraz)
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