* Nahle documentó el saqueo de etano, orquestado por Calderón * “Contrato leonino”, le llamó López Obrador * No se prestaron a la mascarada de la Terminal Química * Agresión al periodista Sendic Aguirre * Fiscal y perito violan derechos de mujer golpeada * Disculpa a Liliana Yunes * Una rata de Duarte en la Tesorería de Coatza
Mussio Cárdenas Arellano | 14 abril 2023
Tribuna
Libre.- Nefasta,
arbitraria, miope o sin brújula, Rocío Nahle sólo ha tenido un acierto: frenó y
destazó a Braskem, la empresa brasileña, filial de Odebrecht, que saqueó a
Pemex succionando el etano con la venia de Felipe Calderón.
Habrá fallado con el huachicol, su estrategia
de cerrar ductos y adquirir pipas —fuera de especificación, lo que equivale a
fraude al erario—, provocando un desabasto de gasolina brutal y hasta la
tragedia de Tlahuelilpan. Pero con Braskem atinó.
Falló con la refinería Olmeca, en Dos Bocas,
Tabasco, que no costó 8 mil millones de dólares sino 16 mil, ni la concluyó en
tres años como había pronosticado, y que con el abastecimiento de agua del río
González, de Chiltepec a Puerto Ceiba, si acaso en nueve meses más alcanzará la
meta de producción. Pero a Braskem la reventó.
Ha errado en todo: leyes en materia de
energía que transgreden el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y
Canadá; o la Ley Eléctrica, vigente pero con el voto en contra de siete de los
11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; o el impulso a las
energías sucias alejándose del modelo ambiental global.
Y tuvo la ocurrencia de inventar la Ley
Nahle, una modificación a la Constitución local para convertirse en
veracruzana, nacida en Zacatecas, sólo para contender por el gobierno de
Veracruz.
Pero, bien que mal, a Braskem la noqueó. Y la
puso al borde de un proceso penal.
Su ausencia en el show de Braskem, el 29 de
marzo, cuando se colocó la primera piedra de la Terminal Química Puerto México,
en la dársena de Pajaritos, Veracruz, es lógica.
Nahle y Braskem son agua y aceite. O dicho
con sorna, Nahle es el verdugo de la empresa brasileña más tramposa que haya
llegado a México.
Nada, pues, tenía que hacer ahí la secretaria
de Energía si a los brasileños, siendo diputada federal por Coatzacoalcos, les
halló abuso y tropelías, un contrato ventajoso, lesivo para Petróleos
Mexicanos, un auténtico atraco a la nación.
Nada tuvo que hacer ahí el presidente Andrés
Manuel López Obrador, que secundó a Norma Rocío Nahle García en su cruzada
contra Braskem cuando evidenció que el proyecto impulsado por Luis Inacio Lula
da Silva-Felipe Calderón fue una puñalada artera a Petróleos Mexicanos.
Y fue entonces que Andrés Manuel le puso
nombre a la trastada carioca: el contrato es leonino, dijo. O sea, injusto y
abusivo, ventajoso para Braskem.
Y nada tuvo que hacer, por consiguiente,
Cuitláhuac García Jiménez en la faramalla de la primera piedra de la Terminal
Química Puerto México. El gobernador es una marioneta tan inútil que si le dan
cuerda habla y si no se la dan ni siquiera respira.
Si Cuitláhuac no acudió al show carioca, no
fue por desairar 400 millones de dólares —8 mil millones de pesos—, lo que
ofrecen los brasileños invertir. Fue porque Braskem está en el círculo de
repudio de López Obrador y Rocío Nahle.
Nahle tiene en la mira a Braskem-Idesa desde
2010. Una vez que Felipe Calderón Hinojosa, entonces presidente de México,
consumó la entrega del etano producido por Pemex a la firma brasileña, vía un
contrato leonino, interpuso junto con técnicos y profesionistas petroleros una
denuncia de carácter penal que nunca caminó.
El contrato a 20 años obligaba a Pemex a
entregar la materia prima a precio preferencial, así dejara de suministrar
etano a los complejos Pajaritos, Cangrejera y Morelos y provocara la virtual
parálisis de una decena de plantas petroquímicas.
Fue en 2017, siendo ya diputada federal por
Coatzacoalcos y coordinadora de la fracción parlamentaria de Morena, que la
cloaca se destapó. Odebrecht, empresa que realizó la construcción del complejo
Etileno XXI, cuya filial petroquímica es Braskem, fue involucrada en un
escándalo de sobornos. 10 millones de dólares fueron a dar a la campaña del
priista Enrique Peña Nieto.
Pero en cuanto el obradorismo llegó al poder,
Nahle asumió la Secretaría de Energía y abrió fuego.
Se acabó el precio preferencial del etano a
Braskem. Sólo pagaba el 70 por ciento del precio real.
Braskem fue obligada a cubrir el costo del
transporte del etano, ya fuera nacional o importado, hasta entonces pagado por
Pemex.
Se dejaron sin efecto las penalizaciones, que
eran del 200 por ciento por cada barril de etano que Pemex suministrara a
destiempo.
Se extinguió la cláusula de terminación
anticipada del contrato, que obliga a Pemex a pagar una sanción de 5 mil 200
millones de dólares.
Pemex se obligaba a suministrar 66 mil
barriles de gas etano diariamente, los tuviera o no. Y si no los tenía, debía
adquirirlos y venderle a Braskem al 70 por ciento del valor de mercado.
El atraco concluyó cuando López Obrador amagó
con llevar a la firma brasileña al terreno penal.
Pemex disminuyó el suministro de etano a 30
mil barriles diarios, sólo por tres años más; Braskem lo pagará a precio real,
y cuando el contrato finalice, en 2024, Pemex no estará obligada a renovar.
Pemex se comprometió a facilitar la
construcción de la terminal portuaria de Braskem para importar gas etano. Pero
ahí, Braskem resultó una nulidad.
El anuncio del proyecto se realizó el 11 de
julio de 2022 y arrancaría de inmediato. No ocurrió.
La construcción estaría a cargo de la firma
Advario, una división de la empresa alemana Oiltanking, especializada en
terminales marítimas. Braskem y Advario compartirían las utilidades.
Ocho meses y medio después, de la Terminal
Química Puerto México sólo hay una primera piedra en la dársena de Pajaritos.
El muelle no existe. El depósito criogénico no existe. Las oficinas no existen.
El estacionamiento de maniobra no existe.
El ayuntamiento de Coatzacoalcos estableció
un monto descomunal por concepto de permisos y derechos: 99 millones 728 mil
837.42 pesos. Braskem realizó una contrapropuesta por movimiento de tierras
(ducto) con un costo máximo de 822 mil 31.65 mil pesos. Y ahí se congeló la
negociación (Ver Distrito Rojo: https://distritorojo.com.mx/2022/12/21/terminal-portuaria-de-braskem-congelada-desarrollo-urbano-impone-permisos-por-100-millones-de-pesos/
).
Nahle, vía el alcalde Amado Cruz Malpica, no
los soltó. Los arrinconó. Y se las complicó al máximo.
La respuesta de Braskem llegó a través de su
vocero, Sergio Plata. Y lo hizo con charada. Sostuvo que la Terminal Química
Puerto México llevaba un avance del 30 por ciento pero dentro de las
instalaciones de Etileno XXI, en Nanchital.
Fue una maroma hilarante. La terminal
portuaria inició por el final, en municipio de Nanchital, en tierra firme. En
la dársena de Pajaritos no había nada, ni siquiera los permisos que se
negociaban con el ayuntamiento de Coatzacoalcos. Así hasta que el 26 de marzo
de 2023, ocho meses después del anuncio del proyecto, se colocó la primera
piedra. Y no llegó López Obrador. Envió a Adán Augusto López Hernández, la
corcholata de Gobernación.
Nada fue fortuito. Fue un desaire calculado.
Rocío Nahle no consintió a Braskem. No olvidó que Braskem se llevó el etano a
precio de regalo. No olvidó que Pemex tuvo que pagar penalizaciones por entrega
tardía del producto. No olvidó que Calderón le abrió la puerta a la firma
tramposa y con Peña Nieto estalló el escándalo de los sobornos. No olvidó que
Braskem, en Nanchital, mintió sobre el área en que construiría la planta
Etileno XXI y fue acusada de evasión fiscal —¿Lo sabrán los socios de
Advario?—. Nahle no olvidó que Braskem le asestó una puñalada a la nación.
Era obvio que ni Andrés Manuel, ni Nahle, ni
Cuitláhuac habrían de participar en el show.
Nefasta, arbitraria o sin brújula, Rocío
Nahle tuvo el acierto de frenar y destazar a Braskem.
Y le trastocó ocho meses la mascarada de la
primera piedra.
Archivo muerto
Grabar borrachos y a un cantinero con ínfulas
de capo, le valió a Sendic Aguirre una agresión. Los captaba el lunes 10, a eso
de las 8 de la mañana, sobre el malecón de Coatzacoalcos, cuando dos esbirros
del dueño del bar Rome lo increparon. Sendic, reportero de El Liberal y Radio
Hit, no dejó de grabar. Transmitía en vivo a jóvenes bebiendo, bailando,
charlando; vehículos estacionados en doble fila, uno de ellos en batería.
Captaba un escenario ilegal, alcohol en la vía pública, negocios operando fuera
del horario permitido, mesas y sillas sobre la banqueta, un malecón con briagos
y briagas, contoneándose al ritmo de la música cuando el sol había despuntado.
Sendic recogía imágenes en que se veían a dos sujetos liarse a golpes y una
joven y un adulto intervenir y separarlos. Junto a ellos, varias empleadas de
Limpia Pública realizando su labor, recogiendo la basura, el desperdicio de los
amigos del alcohol. Sendic Aguirre se movía de un lado a otro, cruzaba el
arroyo vehicular. Hacía paneos, deslizaba la imagen de derecha a izquierda y
viceversa. En una de las mesas, al pie del tugurio Rome, se hallaban tres
sujetos. En el video se ve a uno de ellos desplazarse hacia el reportero. Viste
una playera negra con la leyenda Calvin Klein y gorra blanca. Usa un cubreboca.
Le pide el teléfono celular y exige que borre las imágenes. Sendic Aguirre
continúa grabando. El sujeto regresa a su mesa y es enviado otro tipo a
golpearlo. Pero Sendic no deja de captar. Agredido y con sangre en el rostro,
no se deja intimidar. Minutos después fue llevado a la clínica del IMSS para su
valoración. El bar —cuchitril— Rome, como muchos otros, es un antro de mala
muerte. Su encargado o propietario, un rufián con aires de capo. Y la Policía
Municipal, un ente inservible, plagado de rateros con uniforme, de asaltantes
cuando andan en sus días francos, el terror de la sociedad. Días antes, una
patrulla transitaba sobre el malecón y al detener su marcha fue rodeada por
jóvenes que se treparon en la batea de la unidad; otros lanzaron cerveza o
licor sobre los cristales. Los policías nada hicieron. No por prudencia sino
por ineptitud. Debió llegar la Guardia Nacional, el Ejército, la Marina, la
Policía Estatal. Debieron ser aprehendidos los mozalbetes. Debió enviarse un
mensaje de autoridad. El ayuntamiento es cómplice por omisión. A las 3 de la
mañana debieron cerrar todos los antros. Y debió prohibirse el consumo de
alcohol en la vía pública. ¿Dónde estaban los inspectores de alcoholes? ¿Dónde
se metió la tesorera Grace del Carmen Mendoza Chesty y su personal? Si los
esbirros del propietario del bar Rome hubieran estado armados, Sendic Aguirre
no habría sido trasladado a la clínica del Seguro Social sino a una morgue y de
ahí al panteón. Es el Coatzacoalcos sin ley, sin autoridad, sin alcalde. Es el
reino de los violentos, a los que el presidente municipal, el morenista Amado
Cruz Malpica, y su pestilente corte les brindan impunidad. Ahí, donde hoy opera
el bar Rome, estuvo el Once Once —“your best wish”—. Ahí se veía chocar la copa
a los malosos con los hombres de poder. Ahí, donde hacía vida social Hernán
Martínez Zavaleta, alias Comandante H, líder de Los Zetas en el sur de
Veracruz, condenado a 20 años de prisión, con la “Beba”, “El Pana”, “El
Mamito”, “El Tito” y otros más… Fiscal especializada y perito, señaladas de
revictimizar a quien denunció al notario Alejandro “D” por violencia
intrafamiliar. La fiscal especializada, ya relevada del cargo, es Adriana del
Rocío Soto Vázquez; la perito es la psicóloga Thalía Ivonne Torres López, a quien
protegen y solapan desde Xalapa, capital de Veracruz. La víctima les interpuso
queja ante la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General del
Veracruz por ordenar evaluación psicológica cuando ya existía una que
determinaba el daño causado por la conducta del notario público, adscrito a
Chinameca pero radicado en Coatzacoalcos. La queja data del 28 de marzo de
2022. Un año después, no se le ha dado curso. El dictamen original, elaborado
por la psicóloga Yanelly Llinas Hernández, con cédula profesional 9612462,
“concluye que existe afectación psicológica a la víctima y que requiere
asistencia especializada”. Con engaños, la entonces fiscal, Adriana del Rocío
Soto, instó a la víctima a que fuera evaluada nuevamente. Y resultó que su
condición psicológica no tiene mayor alteración. En contraparte, al agresor
Alejandro “D” la fiscalía le determinó que presenta problemas de manejo de
estrés que con sólo ir al gimnasio los mitiga. Un año ha tenido el caso en sus
manos la fiscal general, Verónica Hernández Giadáns, y no resuelve. Persiste en
su afán de proteger y encubrir a los de su gremio, notarios como ella. No
quiere enfrentar escándalos, pero los va a enfrentar. Máxime que se le metió en
un atribulada imaginación que puede ser senadora por Veracruz con la ayuda de
su padrino, el zafado, vesánico, sátrapa y siniestro Eric Cisneros Burgos,
secretario de Gobierno… Aclaración y disculpa: Liliana Azucena Yunes Rojas, a
quien en el comentario anterior mencioné como prima del ex senador Héctor Yunes
Landa, no es tal. Sólo fue su esposa. Una sentida y sincera disculpa a ella y a
sus familiares… ¿Quién es ese emisario de Javier Duarte que cobra en la
Tesorería Municipal de Coatzacoalcos, cuya fama de transa, experto en
operaciones fraudulentas, auguran un desastre financiero? ¿Quién obligó al
alcalde Amado Cruz Malpica a contratar a semejante corruptazo? ¿Cuántos
millones de pesos se han fugado de la Tesorería y en qué empresas fantasma —su
especialidad— van a parar?…