José Miguel Cobián | 31 julio 2023
Tribuna
Libre.- México
es el país con mayor cantidad de magnicidios y asesinatos políticos desde su
independencia hasta la fecha. Eso sin
mencionar que a la fecha que se escribe este artículo (29/07/23) llevamos más
de 162,000 muertes violentas en lo que va del sexenio. Un breve recuento de los asesinatos como
forma de resolver diferencias políticas es el siguiente:
Francisco Primo Verdad fue asesinado ahorcado
en su celda en la ciudad de México en Octubre de 1808 por haberse atrevido a
insinuar que México podía aprovechar la debilidad de España y ser
independiente. Miguel Hidalgo, Ignacio
Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez fueron fusilados en junio y julio de
1811 en Chihuahua. En 1812 fusilado Leonardo Bravo, quizá el
más querido militar subordinado de Morelos.
En 1814 cae fusilado Mariano Matamoros en
Valladolid (hoy Morelia). Y en diciembre
de 1815 cae fusilado también Don José María Morelos y Pavón. En 1817
muere fusilado Javier Martin Mina.
México es el único país que ha asesinado fusilándolos a sus libertadores,
Agustín de Iturbide en Julio de 1824 y Vicente Guerrero en febrero de
1831.
Posterior a las guerras de Reforma, caen
asesinados Melchor Ocampo, Leandro Valle y Santos Degollado, los tres en 1861,
por órdenes del General Leonardo
Márquez, (sí, el mismo que mandó asesinar a los mártires de Tacubaya,
esos médicos cuyo único delito fue atender a los heridos).
El 19 de junio de 1867 cae fusilado en el
cerro de las campanas en Querétaro Maximiliano de Habsburgo, al lado de Miguel
Miramón y Tomás Mejía.
En 1913, Victoriano Huerta ordena el
asesinato de Francisco I Madero y de José María Pino Suárez. Poco después, en ese mismo año ordena
asesinar a Belisario Domínguez, a quién previamente le cortaron la lengua.
En 1919, Pablo González y el General
Guajardo, siguiendo instrucciones de Venustiano Carranza, asesinan en Chinameca
a Emiliano Zapata. Ese mismo año cae
fusilado en Chihuahua el general Felipe Ángeles.
El 21 de mayo de 1920, Venustiano Carranza
cae asesinado en Taxcalantongo, por instrucciones de Álvaro Obregón y Plutarco
Elías Calles. Traicionado por Rodolfo Herrero.
Obregón y Elías Calles ordenan también el
asesinato de Pancho Villa en Parral Chihuahua el 20 de julio de 1923. Y de su aliado y posteriormente enemigo
Francisco R Serrano asesinado en 1927.
El 21 de julio de 1928 cae asesinado por León
Toral el general Álvaro Obregón. Por cierto recibió 13 balazos de distinto
calibre, por lo cual se sospecha que sus contertulios en el restaurant la
Bombilla lo remataron.
El 23 de marzo de 1994 en Tijuana, asesinan a
Luis Donaldo Colosio.
Como dato curioso, los cuatro personajes que
por las buenas o por las malas prolongaron su estancia en el poder, o
gobernaron a través de terceros, murieron tranquilamente en sus camas de vejez:
Santana, Juárez, Porfirio Diaz y Plutarco Elías Calles.
Hay innumerables anécdotas de asesinatos de
personajes de la política de menor estatura histórica desde la independencia
hasta el día de ayer, que sería muy complicado señalar. Solo baste decir que lograr la transición pacífica
del poder, costó mucha sangre al país.
Sacar a los generales del poder y lograr un
gobierno civil también costó mucho trabajo y se logró hasta el triunfo de
Miguel Alemán Valdes, de 1946 a 1952.
La reforma democrática del país comenzó con
la aplicación de la reforma política de
don Jesús Reyes Heroles en 1977. El primer congreso controlado por la oposición
se logró en 1997 y el primer triunfo opositor en la presidencia de la república
se logró en el año 2000.
Nuestra democracia es incipiente, muy joven y
seguramente con muchos errores que poco a poco ciudadanos y políticos habremos
de corregir.
Después de este recuento, sólo queda
preguntarnos, si el gobierno actual pretende regresarnos a la barbarie
política, imponiendo a sus candidatos a sangre, amenaza y fuego, y por lo tanto
generando un retroceso democrático. Que implique a su vez, que la disputa por
el poder no se resolverá de manera pacífica como se ha manejado a partir de la
revolución, cada vez con mejores resultados.
Y de ser así, cabe preguntarse si la situación económica, política y
social del país permite una disputa sangrienta o una apropiación del poder por
parte de un grupo en contra de la voluntad de las mayorías.
México cada vez que se ha visto envuelto en
luchas intestinas ha perdido soberanía y/o territorio. ¿Será que nuestros actuales próceres estén
dispuestos a sacrificar a la patria con tal de satisfacer sus intereses
personales?
Son preguntas que tendrán mucha relevancia de
aquí a las elecciones de 2024 y quizá algún tiempo (espero que no sea mucho
tiempo) después.
elbaldondecobian@gmail.com
@jmcmex
https://josecobian.blogspot.com/2023/07/la-sangre-en-la-disputa-por-el-poder.html
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