Tribuna
Libre.- Una vez más y de
forma inexplicable Cuitláhuac García sale en defensa de su incendiario,
corrupto y desobediente Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros
Burgos, quien vuelve a estar inmiscuido en un escándalo relacionado con el
crimen organizado, ahora tras el incendio por parte de un grupo armado a un
corralón de grúas y automóviles de una empresa ligada a Don Eric desde el año
2019 (año en que tomó el poder estatal), aunque Cuitláhuac en su defensa diga
que dicha empresa tiene ligas con Arturo Bermúdez Zurita (ex secretario de la
SSP) quien dejó de ser funcionario público desde hace 8 años.
Cabe recordar que dicha empresa es quien
tiene el negocio exclusivo de darle el servicio a la SSP, a la FGE, Fuerza
Civil y Tránsito del Estado desde el año 2019 al día de hoy, o lo que es lo
mismo, los 5 años que lleva gobernando Eric Cisneros dicha empresa es la que se
ha llevado el gran pastel en el negocio exclusivo con el Gobierno del Estado y
las dependencias donde Cisneros Burgos manda, reina y ordena (FGE-SSP-Fuerza
Civil).
No se entiende como Cuitláhuac García una y
otra vez mete las manos al fuego por el oriundo de Baja California saliendo el
Xalapeño raspado al defender lo indefendible, que tanto le sabrá Don Eric a
Cuitláhuac que no lo quita del cargo aún cuando ha desafiado, retado y
desobedecido hasta al propio Presidente López Obrador, y Cuitláhuac ahí sigue,
aguantándolo y permitiéndole todo tipo de abusos, ilegalidades y negocios
millonarios al amparo de su cargo y encargo.
Que no se dará cuenta Cuitláhuac García que
cada que sale a defender a su #2 en realidad se ve este como un empleado
defendiendo a su "jefe", como alguien que defiende a un superior,
como alguien que sale a dar la cara por un funcionario público al que el pueblo
y los mismos morenistas piden que se vaya por donde vino (Baja California).
Es por eso que Cuitláhuac García cada que
sale a darle un espaldarazo más a Cisneros Burgos sus manos y las de su
gobierno quedan manchadas de lodo, de corrupción, de ollin y de un olor
penetrante a azufre por solapar a un oscuro funcionario público.
