* Pepe reventó la contrarreforma eléctrica * Lidera tres encuestas * Welcome al infierno, señora Nahle * Mantas de repudio en Xalapa * Gana y aplasta * Nanchital: se radicalizan contra el relleno sanitario * Xóchitl en crisis y el Frente en Coatza se deja infiltrar * Murió Shory Ordaz * Cronista del acontecer de Coatzacoalcos
Mussio Cárdenas Arellano | 03 octubre 2023
Tribuna
Libre.- Hay
un abismo entre Pepe y Héctor Yunes. Pepe desafió a Andrés Manuel, votó contra
el Plan B, contra la militarización y contra la extensión de la Guardia
Nacional en tareas de seguridad. Héctor sólo es el que dijo: “Javier Duarte es
mi jefe político”.
Mira, pues, que no son iguales.
Pepe Yunes lideró una revuelta en la Cámara
de Diputados, una intifada en la fracción tricolor, exigiendo congruencia
frente a la contrarreforma eléctrica, aduciendo que aprobarla significaría una
regresión. Y así, con su voz, generó el consenso hasta hacerla abortar.
Morena requería 14 votos priistas. Pepe Yunes
se movió, alertando, esgrimiendo, documentando por qué la reforma de 2013 fue
mejor, por qué tendría resultados a futuro, bajando costos, garantizando la
calidad a partir del uso de energías alternativas. Y su discurso prendió.
De los 71 diputados federales del PRI, sólo
uno, Carlos Miguel Aysa Damas, dio el bandazo, hincado ante Morena, arrastrado
para no frustrar la embajada de su padre, Carlos Armando Aysa González, ex
gobernador de Campeche, en República Dominicana.
No son iguales, pues.
José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla rechazó
la línea, la cargada, el voto a ciegas que le diera a la Guardia Nacional
cuatro años más en las calles, en tareas de seguridad, propuesta de Morena, del
presidente López Obrador, que reafirma que la militarización sigue ahí.
Sólo Pepe y la diputada priista del Estado de
México, Sue Ellen Bernal, refrendaron su condición de oposición real a Andrés
Manuel. Y Pepe lo vivió. Y lo sintió. Y lo escuchó cuando su nombre fue coreado
por las fracciones parlamentarias del PAN y PRD.
Pepe y Héctor no son iguales. Por supuesto
que no.
Héctor Yunes Landa es producto duartista,
antes instrumento de Fidel Herrera. Siendo líder del Congreso de Veracruz,
operó reformas, aprobación de créditos, triquiñuelas y caprichos. Sirviendo al
de Nopaltepec, fue un peón del que andaba en “la plenitud del pinche poder”.
En 2018, Héctor fue a las puertas de palacio
de Gobierno. Tocó y volvió a tocar. Y de tanto joder las tuvieron que abrir.
Ofreció a Cuitláhuac García colaborar para
bien de Veracruz. Las mejores ideas, la mejor intención. Mala memoria. Seguro
habrá olvidado cuando en la campaña de 2016 sacudió a medio mundo revelando que
el gobernador saliente, Javier Duarte, priista, le estaba poniendo recursos al
proyecto de Morena.
Cuitláhuac, en cambio, no olvidó. Un apretón
de manos, una foto y no lo volvieron a pelar.
Es ese Héctor Yunes, el de la frase que lo
marcó para la eternidad: “Javier Duarte es mi jefe político”.
Por eso Pepe Yunes y Héctor Yunes no iguales.
Uno es de una pieza; el otro es mil caras
intentando engañar.
Tres encuestas ubican a Pepe Yunes en la
cúspide del priismo hacia el gobierno de Veracruz y a Héctor Yunes Landa entre
el montón.
La de Gobernarte Veracruz, correspondiente a
septiembre, coloca al diputado federal oriundo de Perote con 26 por ciento de
aprobación ciudadana; le sigue Juan Manuel Diez Francos, alcalde de Orizaba,
con 18 puntos; Cirilo Vázquez Parissi, ex alcalde de Cosoleacaque, 13; Héctor
Yunes en cuarta posición con 8 puntos, casi empatado con Lorena Piñón, 7, y en
el fondo la diputada local Anilú Ingram Vallines, 2 por ciento.
La medición de Gobernarte sitúa a Yunes
Zorrilla por encima de los panistas Julen Rementería, senador por Veracruz, con
25 por ciento; el ex alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, 23; ex
alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, 16; actual presidenta
municipal de Veracruz, Patricia Lobeira Rodríguez, 13; diputada federal,
Maryjose Gamboa Torales, 4, y senadora Indira Rosales San Román, 2.
En el top 10, Pepe Yunes Zorrilla es quien
mayor pelea le da a la morenista Rocío Nahle García. Pepe con una preferencia
ciudadana de 26 por ciento contra 30 puntos de la zacatecana.
A nivel de alianzas, la de Morena-Partido del
Trabajo-Partido Verde Ecologista de México aventaja con 44 por ciento;
PRI-PAN-PRD, 33; Movimiento Ciudadano, 4: otro, 9 por ciento, y por ninguna
opción, 10 por ciento.
Otra encuesta, Destino 24 Veracruz, de CE
Research, correspondiente a agosto, le da ventaja a Pepe Yunes sobre otros
priistas.
En la medición alcanza 32 por ciento; Héctor
Yunes, 14; Cirilo Vázquez Parissi, 12; Juan Manuel Diez Francos, 11; Lorena
Piñón, 6, y Anilú Ingram Vallines, 5.
El panista mejor situado es Miguel Ángel
Yunes Márquez, 24 por ciento; Julen Rementería, 21; Fernando Yunes Márquez, 19;
Patricia Lobeira Rodríguez, 7; Maryjose Gamboa Torales, 5, y el diputado local,
Enrique Cambranis Torres, 4.
Para el bloque obradorista la percepción
favorable es de 44 por ciento; alianza PRI-PAN-PRD, 31, y Movimiento Ciudadano,
4; el resto son indecisos.
Tercera encuesta: Rubrum. 18 de septiembre.
Pepe Yunes, 34 por ciento; Cirilo Vázquez, 18; Héctor Yunes, 17, y Lorena
Piñón, 10.
Sólo el panista Julen Rementería le da
batería al de Perote. Julen tiene una percepción ciudadana de 32 por ciento;
Fernando Yunes, 24.5; Patricia Lobeira, 16.8; Joaquín Guzmán Avilés, 9.2, y
Maryjose Gamboa, 9.
Frente a frente, el bloque Morena-PT-Partido
Verde supera a la alianza PRI-PAN-PRD. Para el obradorismo hay una percepción
favorable del 48.3 por ciento, mientras que para el Frente Amplio, 30.9, y para
Movimiento Ciudadano, 4.5. Así, llanamente, 18 puntos de ventaja a ocho meses
de la elección.
Aún con la estridencia, el rechazo entre el
morenismo, mantas en los puentes y descalificaciones, auténtico fuego amigo
Rocío Nahle García, secretaria de Energía, concentra la mayor intención de voto
con 39.9 por ciento. Y su mayor contrincante es Pepe Yunes Zorrilla.
Y fuera de los azules, del senador Rementería
y Fernando y Miguel Ángel Yunes Márquez, los números, que son fríos y
contundentes, reflejan una tendencia hacia el diputado Pepe Yunes.
El otro Yunes rojo, Héctor, es sólo alharaca
de Tiktok, bravatas de quinta en las que increpa a Cuitláhuac García,
zarandajas que el gobernador no escucha, aspavientos que el gober no ve.
O figura decorativa en anuncios
espectaculares que nadie voltea a ver, así inunde con su rostro y sus frases
trilladas, sabidas y sobadas todo Veracruz.
No son iguales. Pepe Yunes tuvo los cojones
para alzar la voz en el Congreso, encabezar la intifada, la revuelta en el seno
de su fracción, repudiar la contrarreforma eléctrica, rechazar la extensión de
la Guardia Nacional en las calles por cuatro años más, y el Plan B electoral.
A Héctor Yunes sólo se le recordará por decir
que “Javier Duarte es mi jefe político” y por intentar ponerse a las órdenes
del bailarín de salsa, Cuitláhuac, el bohemio que con el hígado desgobierna a
Veracruz.
Hay, pues, un abismo entre los dos.
Archivo
muerto
Welcome, señora Nahle; Xalapa la desprecia.
Welcome al infierno de Morena. Amanece y las mantas cuelgan en los puentes, y
en las paredes hay condenas, y rechazo y repudio a la zacatecana que intenta
asaltar el gobierno de Veracruz. “No a la zacatecana. Fuera Nahle”, dice una.
“Veracruz para los veracruzanos”, reza una pinta en una barda. Y así el show de
los que transforman la quietud en estridencia y la bonanza en fango. Welcome,
señora Nahle. El infierno político de Morena apenas se enciende. Y horas
después, la noche del jueves 28, la secretaria de Energía usa el puño. Se
atasca los votos de los consejeros morenistas, los que controla Cuitláhuac
García, los que le allega al truhán del Congreso, Juan Javier Gómez Cazarín,
los de los fieles, porque Nahle huele a hueso político y la recua la sigue, y
la piara intuye quién les dará de comer. Avasalla Norma Rocío Nahle García en
la elección de los aspirantes a coordinador de los comités de la cuarta
putrefacción, o sea de la candidatura a gobernador de Veracruz. Se lleva 123
votos; Zenyazen Escobar, el striper, 96; Eric Cisneros, el rufián, 67; la
diputada por Xalapa, Claudia Tello, 56; Manuel Huerta, ex delegado de
Bienestar, 19; Sergio Gutiérrez Luna, el diputado OVNI, 1, y al fondo de la
tabla, extraviada en la realidad, Mónica Robles Barajas, emisaria del Clan de la
Succión, con un sólo voto, que así habrá de entender que no es lo mismo ganarse
una candidatura con votos que con arreglos en las sombras y en la oscuridad. Ha
noqueado la señora Nahle a los suyos. Los ha humillado. Se llevó los votos, los
sueños, las ilusiones, los delirios y hasta las alucinaciones. No les ha pegado
con clase. Se valió de la maquinaria oficial, la broza, los piojos y las
pulgas, los zorros y los mapaches que ven en la oriunda de Río Grande,
Zacatecas, el hueso que hay que roer. Desechó a Manuel Huerta, su ex operador,
que trae a los Siervos de la Nación y los programas sociales. Desechó a Sergio
Gutierritos Luna, el diputado alien, que trae pacto con los petroleros y nada
más. Desechó a Mónica Robles, su antigua comadre, que no trae nada como no sean
los recuerdos de cuando tildó a los empleados del Congreso de autistas, el
sainete con Sonia Morales tapando la cámara porque sentía que las preguntas
eran violentas —otra Sheinbaum— o el día que en la Sala de Cabildos de
Coatzacoalcos una protesta airada le reventó la promoción de sus reformas al
Código Civil. Nahle será candidata de Morena al gobierno de Veracruz. Entonces
no serán mantas. Será desprecio. Será repudio. Será reclamo por el daño causado
al país. Welcome a Veracruz, señora Nahle. Welcome al infierno de Morena… No
deja de arder Nanchital. Apostados en el camino de tierra, decenas de
nanchitecos han de impedir el paso de los camiones con basura de Minatitlán,
Coatzacoalcos y Cosoleacaque hacia el Rancho 34 o Casa Caracol, el que pretenden
imponer como relleno sanitario regional. Y si les lanzan a la policía,
aguantarán la represión. Y si hay que ir a la cárcel, irán a prisión. Llegó el
día. Este 30 de septiembre, según la alcaldesa de Minatitlán, Carmen Medel
Palma, se dejará de usar el basurero de Las Matas y comenzaría a depositarse en
predio de Nanchital. Y entonces los nanchitecos bloquearon el acceso. Todo el
día permanecieron sobre el camino y ya por la noche ocurrió un incidente.
Impidieron a Roque Gabriel Ávalos Chao, copropietario del predio, abandonar el
sitio. Y lo llenaron de improperios, gritos de traidor, mentadas y no
precisamente de menta. Así la radicalización. Cuando los vieron marchar, los
desdeñaron. Son 200 personas, no miles, expresó el gobernador Cuitláhuac García.
Y encendió a la gente. Entonces marcharon 6 mil, y luego 10 mil, y reventaron
el Grito de Independencia, y le armaron un borlote al presidente Andrés Manuel
López Obrador cuando concluía su recorrido en el Tren Transístmico, a las
puertas de Ferrosur, en Coatzacoalcos, el domingo 17. Hay quien dijo que el
movimiento no iba a aguantar y ya se radicalizó… Xóchitl capoteando el vendaval
y en Coatzacoalcos el Frente Amplio infiltrado por Morena. Priistas, panistas y
perredistas, y hasta los “sin partido”, los ínclitos defensores de la
democracia, según pregonan, recibiendo favores de la runfla que hoy financia a
las huestes del obradorato. Xóchitl Gálvez recibiendo tunda, que si por el
plagio del informe que acompañó a sus proyectos de edificio verde inteligente,
que si por la Casa Roja en que habita, que si porque a Andrés Manuel López
Obrador se le puso que no la dejará avanzar hacia la Presidencia de México, y
acá, en Coatzacoalcos algunos de los preclaros priistas, panistas y perredistas
andan de manita sudada con los aliados de Rocío Nahle y Amado Cruz Malpica,
sacándole jugo a la supuesta condición de opositores. El Frente Amplio en
Coatzacoalcos ya fue infiltrado y a Xóchitl Gálvez nadie le pasó el informe de
lo que hacen sus huestes… Al Shory Ordaz se le va a recordar como el cronista
urbano. Petrolero de toda la vida, Víctor Paulino Ordaz Hernández solía
relatar, escribir y recrear la vida del Coatzacoalcos antiguo. Citaba
anécdotas, historias de familia, aquello que fue dando vida a la ciudad que se convirtió
el punto central de la petroquímica nacional. Shory Ordaz buscaba y hallaba
espacios en la prensa regional. Nutría así la memoria histórica de
Coatzacoalcos y su pueblo. Condensó sus crónicas en su columna Observatorio, en
Andanzas Porteñas y en libros que sirven de punto de referencia a nuevas
generaciones, y ganó el reconocimiento de todos sin que nadie le regateara el
estatus de cronista urbano, aunque no haya sido el cronista oficial. Su nombre
se inscribe con el don Ramón Figuerola Ruiz, don Desiderio Cadenas Granados, la
inolvidable maestra Julia Chong, el doctor José Lemarroy Carrión, el inmenso
Ignacio Ordóñez Rodríguez y muchos otros que se fueron pero que nunca se les
dejará de recordar por haber descrito con sus crónicas y relatos los orígenes y
la construcción del Coatzacoalcos de hoy. Don Víctor Paulino Ordaz Hernández
fue miembro de una familia que ha dejado huella —don Camilo Ordaz Chiñas, un
defensor de los derechos laborales del gremio petrolero, y sus hermanos Camilo,
médico que falleciera en el avionazo de Cerro del Mesón, en Poza Rica, durante
la campaña presidencial de Luis Echeverría Álvarez; Leonel, catedrático
universitario en Coatzacoalcos, y Carlos, abogado laboral con gran
reconocimiento en la Ciudad de México—. Fallecido este miércoles 20, Shory
Ordaz será recordado por sus aportes a la historia de Coatzacoalcos…
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