* El escándalo de Marko Cortés en Coahuila * Fregó el relanzamiento de campaña * El mensaje: oposición es corrupción * Diputado de Morena amenaza de muerte * Coatza, paraíso de la extorsión * Fraccionamiento San Martín: cuando un alcalde miente * Amado ofreció municipalizar y no cumplió
Mussio Cárdenas Arellano | 19 enero 2024
Tribuna
Libre.-
Xóchitl está frita. No requiere enemigos para perder. Le bastan Marko Cortés y
Alito Moreno, o Vicente Fox, o los bribones que la usan para volver al poder, a
robar y abusar.
Intenta salir del limbo electoral en que se
metió –tres meses estancada, sin levantar en las encuestas, decepcionando a la
masa– y llega Marko, abre la red, sube un documento y le dice a México que el
PRIAN es la basura de siempre.
El show de Marko Cortés es devastador.
Coahuila es la evidencia tangible que estos ladrones siguen siendo ladrones;
que ahí no se negociaron candidaturas sino un botín político; que PRI y PAN se
habían repartido el botín.
Pero el gobernador no cumplió. O le vio la
cara de güey a Marko Cortés. Le negó al PAN la candidatura a la alcaldía de
Torreón, que es la joya de la corona política en Coahuila, y la podredumbre
comenzó a fluir.
PRI y PAN acordaron repartirse las candidaturas
a diputados y alcaldías. Eso es normal. Pero al PAN, que no postuló candidato a
gobernador, pero respaldó al priista Manolo Jiménez, le tocaría el Instituto de
Transparencia local, subsecretarías, un cargo de magistrado, órganos de
fiscalización, oficinas recaudadoras y hasta notarías. O sea, e l cofre del
tesoro. Pero la alcaldía de Torreón fue el punto de quiebre.
Y la bomba estalló en las manos de Xóchitl
Gálvez Ruiz.
Que el PAN vaya solo a la contienda del 2 de
junio en Coahuila, es irrelevante. Que el PRI, PRD y el partido local Unidad
Democrática de Coahuila conformen otra coalición y enfrenten a Morena y al PAN,
no es tan costoso, así pierdan posiciones clave. El golpe letal es el cochinero
que destapó Marko Cortés. Es el asalto a las instituciones para saquearlas. Es
el uso de la democracia para acceder a cargos públicos donde reina la
corrupción.
Y eso mata el discurso de Xóchitl Gálvez.
Y prende alarmas en un amplio sector del
electorado que ve en el PRIAN la misma ambición y voracidad de Morena.
Y mueve a cuestionar si es Xóchitl Gálvez una
opción de cambio o más de lo mismo.
Y peor: si acaso Xóchitl es cómplice por
omisión de las trastadas de Marko Cortés; del líder nacional del PRI, Alejandro
“Alito” Moreno, y las mafias que controlan a los dos partidos hegemónicos que
la usan para treparse una vez más al poder.
Xóchitl está frita porque cuando relanza su
campaña, reinventa su discurso, airea su imagen, replantea su imagen pública,
gana la guerra de spots con señalamientos contundentes, fustigando al porro de
la nación –Andrés Manuel López Obrador– y a la bastonera de cuerda, Claudia
Sheinbaum Pardo, y habla mejor, y gesticula mejor, y se planta mejor, pero
llega Marko Cortés y lanza el mensaje de que la oposición es corrupción.
Xóchitl Gálvez está pelada por las
trapacerías que devoran al líder del PAN y por el pasado reciente de “Alito”
Moreno, los audios con los que fue desnudado como el sátrapa que es, el que le
roba al erario, embiste a sus adversarios, desprecia a los periodistas críticos
–”mátalos de hambre, papá”– y traba acuerdos en lo oscurito con Morena.
Cada día, Xóchitl tiene menos con qué ganar y
es rehén de un auténtico gang, capos políticos de voracidad desmedida,
negociantes de lo público, la pandilla del PRIAN.
El PRIAN de hoy es el PRIAN de toda la vida.
No ha cambiado. Roba, abusa, desfalca, usa el poder como negocio. Es el PRIAN
corrupto. Es el PRIAN que sigue viendo a México como un botín.
Y Xóchitl Gálvez, la candidata de Fuerza y
Corazón por México, el nombre de la coalición priista, rema en los rápidos de
un río impetuoso, que la azota, la golpea, la sacude y la conduce a una cascada
que presagia un final trágico.
Ya no hay quien retenga en la mente la idea
de que Xóchitl proviene de la marginación y la pobreza, y que se superó,
estudió, fundó su empresa, creó fundaciones de ayuda a los indígenas y
comunidades en el desamparo y les llevó alimento. Ese choro ya acabó. Marko
Cortés le arruinó el guión.
Se va fijando en la mente de aquellos que
creyeron en la propuesta de la candidata que representa a la sociedad, a la
Fuerza Rosa, que con Xóchitl volverán al poder los delincuentes de siempre.
Xóchitl carga con una banda integrada por
auténticos ladrones. Son el lastre de su campaña. Son militantes del lado
oscuro, los que le empañan la oferta política a la candidata de la oposición.
Marko Cortés detonó un escándalo de
corrupción y fregó el relanzamiento de Xóchitl Gálvez. Jodió la estrategia para
revertir las encuestas cuchareadas que le dan 20 puntos de ventaja a Sheinbaum.
Xóchitl Gálvez lanzó un discurso demoledor en
su cierre de precampaña, en la Arena México, haciendo trizas al mesías
macuspano, a su gobierno de cartón, a su falta de resultados, al desastre en
seguridad, el millón de muertos por la violencia, la pandemia y el desabasto de
medicamentos, el desastre social. Y cuestionó si la continuidad que ofrece
Claudia Sheinbaum es el futuro que merecen los mexicanos. Pero lo que seguía en
el ambiente era la corrupción de Marko Cortés.
A Marko Cortés es el “hampón e idiota” del
que escribe Ricardo Raphael, en Milenio. Pero también hace énfasis en el rol
que juega Xóchitl, si tiene poder para exigir su renuncia a la presidencia del
PAN o si no pasa de un simple “encabronamiento”.
“Pues su enojo, sin otras implicaciones,
sería considerado una irritación benévola y sobre todo cómplice”, apunta
Ricardo Raphael.
Claudio Ochoa, en su columna Miocardio, en El
Universal, condensa las reacciones de panistas de alto nivel ante la metida de
pata de Marko Cortés al divulgar el acuerdo mafioso con el hoy gobernador de
Coahuila, Manolo Jiménez, y su rabieta porque no le concedieron la candidatura
de la alianza en Torreón.
“A Marko Cortés no le importa la presidencia
y tampoco a muchos panistas que guardan silencio porque tienen miedo que los
saquen de las listas de premios. Su interés va por delante”, le confían a
Claudio Ochoa.
Y la reacción de Alito Moreno, contada por
Claudio Ochoa, lo dice todo:
“¿Y esa no ha entendido que el carrito es
nuestro?”.
Juan Ignacio Zavala, panista, autor de la
columna Autonomía Relativa, en El Financiero, tácitamente exige la renuncia de
Marko Cortés.
Y señala: el escándalo exhibe “corrupción,
cinismo, ambición desmedida, estupidez, falta de escrúpulos y la carencia de
una brújula moral. Todo eso representa el presidente del PAN”.
Xóchitl pudo terminar la precampaña con todo
para remontar. Pero el escándalo la frenó. Lo podrá hacer cuando Marko Cortés
sea relevado y “Alito” Moreno pase a último plano.
Eso le pasa por cargar con un PRIAN que
regresa para robar.
ARCHIVO
MUERTO
* Que no le toquen al gobernador porque el
diputado San Román amenaza de muerte. El diputado panista Miguel Hermida Copado
lo denuncia en la tribuna del Congreso de Veracruz; algo muy grande hay entre
Cuitláhuac y el legislador morenista. https://bit.ly/3Hig9fd
* Coatzacoalcos, paraíso de la extorsión. Se
comete el triple de extorsiones de las que ocurren en el resto del país,
refiere el Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos 🔥 https://bit.ly/3O7xF9R
* Mantiene Amado Cruz en el olvido a los
habitantes de San Martín y cree que los puede engañar. En campaña, en 2021,
ofreció municipalizar el fraccionamiento; año y medio después los visita, pero
exige que no haya protesta; lo recibirán con reclamos, quejas y mentadas. https://bit.ly/47AStxe