* “Inflar a la desinflada”, le decía cuando quería ser gobernador * La vapuleó en las encuestas * Contratan acarreados “para que le aplaudan” * La responsabilizó de encubrir a Cisneros, Ramos Alor, Delia González * Y Nahle le tumbó la primera fórmula para el Senado * El PRIANRD tiene perdido el sur
Mussio Cárdenas Arellano | 11 marzo 2024
Tribuna
Libre.- Sólo quienes han pasado por el filo de Rocío
Nahle saben que es letal. A Manuel Huerta lo vio engallarse, humillarla, ganarle
la encuesta interna, denostarla, increparla, ridiculizarla. Y al final lo
destrozó.
“Hasta a la policía la están utilizando para
inflar a quien está todavía desinflada”, decía Huerta con sorna desmedida.
Y se pitorreaba del acarreo con seguidores y
fans pagados “para que le aplaudan”.
Fue ella –recordaba el ex delegado de
Bienestar– quien colocó a Eric Cisneros, Ramos Alor, Delia González Cobos,
aludiendo los excesos de poder, la corrupción, el encubrimiento en el gobierno
de Veracruz.
Y se mofaba del círculo de Rocío Nahle
García, de Cuitláhuac García hacia abajo, del gobierno fallido que no dejó
llegar –sentenciaba Huerta– la transformación obradorista.
Y exigía que los aspirantes a gobernar
Veracruz renunciaran a sus cargos públicos, incluida la zacatecana que se
aferraba al hueso de la Secretaría de Energía y al negocio de la refinería
Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco.
A escobazos, puntualizaba Manuel Huerta, los
orilló López Obrador a presentar sus renuncias a sus cargos, incluida, claro,
Rocío Nahle.
A Zenyazen Escobar, ex secretario de
Educación en Veracruz, lo llamaba palero por bajarse de la contienda interna y
postrarse a los pies de la oriunda de Zacatecas.
Y ya en precampa Huerta dejó sola a Nahle,
disfrutando de los dislates, de la ignorancia, de las malas cuentas –malas
sumas– sobre cuántos municipios tiene Veracruz, y del día en que al alcalde de
José Azueta lo rebautizó como José Azueta.
Pero cuando Norma Rocío blandió la espada,
liberó la ira y asestó el golpe, la cabeza de Manuel Huerta Ladrón de Guevara
rodó.
Ni el chamán charlatán que presidió el show
de la liberación de los malos espíritus, la madrugada del 1 de marzo, sirvió
para blindarlo de la revolcada que Nahle le terminaría acomodando.
Ese día amaneció candidato al Senado en
primera fórmula y por la tarde ya lo habían degradado a la segunda fórmula.
Ni el mismo Manuel Huerta atinaba a explicar
el golpe de timón. Anunció que horas después, a las 8, daría a conocer su
postura por la primera fórmula perdida.
Y entonces la explicación fue que preguntaría
al Instituto Nacional Electoral por qué lo había bajado.
El INE respondió. No fue el órgano electoral
el que degradó al ex delegado federal de los programas sociales. Fue Morena, el
partido de la putrefacción.
Nada duele más que un golpe interno. Que el
PRI, PAN o PRD lo increpen, es normal. Que Miguel Ángel, el jefe del Clan de
los Yunes azules, le diga que fue drogadicto y que legisló para legalizar el
uso del fentanilo, es lo que se verá en esta campaña. Pero que Morena te mande
a la posición perdedora, eso duele.
Hablaron todos. Y la que calló fue Rocío
Nahle.
Esas venganzas le son propias. No se mueve,
ni se inmuta, contiene la respiración, no pestañea. Y envía al infierno a sus
enemigos.
Para cada uno hay historia. Pero la de Manuel
Huerta se mueve en dos tiempos: el día en que el clan Nahle-Cisneros-Cuitláhuac
urdieron la denuncia por violación y cuando Huerta se mofó de la zacatecana en
la búsqueda de la candidatura de Morena al gobierno de Veracruz.
La denuncia por violación nació en la
Secretaría de Gobierno. Una mujer se prestó a su uso político. La confeccionó
el Clan Nahle-Cisneros-Cuitláhuac. Llegó a la Fiscalía de Veracruz y su
titular, Verónica Hernández Giadáns, le dio curso. Luego sería filtrada a la
prensa y a grupos panistas, algunos vinculados a los Yunes azules.
La denuncia sacudió a Morena. Peor cuando fue
el propio gobierno morenista el que la dimensionó. Lo grotesco fue ver a
“Martha”, la víctima, disfrazada con peluca rubia y lentes negros ante los
medios de comunicación, similar al “Tío Cosa” de los Adams. Y que el portal Al
Calor Político, pastoreado a Eric Cisneros, atizara el fuego.
Tras la escaramuza, nada ocurrió. Fue fuego
amigo. Y la exigencia de justicia nunca llegó. A “Martha” sólo la usaron.
El otro Waterloo de Manuel Huerta tiene
origen en la contienda interna por la candidatura de Morena al gobierno de
Veracruz. Ahí se mostró hiriente, soez, envalentonado, contundente, demoledor.
Hizo añicos a Rocío Nahle y aniquiló al
séquito de la zacatecana. Algunas frases:
Los odian porque “se han pasado perjudicando
a la gente, lastimándola, metiéndola a la cárcel, no reconociendo sus derechos,
no sirviendo absolutamente para nada”.
“Ahora ya todos se dan ganadores en las
encuestas. La verdad son encuestas patito, que mandan a hacer todos los días,
que como la Chimoltrufia, unas dicen unos números, otras dicen otros, otras en
las que ya de a tiro ni aparecemos”.
De Eleazar Guerrero, primo del gobernador y
subsecretario de Ingresos en la Secretaría de Finanzas y Planeación, líder del
grupo Unidos Todos, Huerta dijo:
“Yo nada más los veo, puro aplaudidor. Me da
risa, porque los veo, a todos los pintan de blanco, los ponen de blanco, los
llevan ahí junto con los chamacos de preparatoria. Y lo peor es que se la
creen”.
De Zenyazen Escobar, dijo:
“El responsable de la Educación en Veracruz
sirve de palero, se prestó para engañar a los veracruzanos, eso no es posible,
ojalá que tenga valor y aguante su renuncia y no vaya a querer regresar a
cobijarse de la burocracia y para seguir medrando del recurso del pueblo, ojalá
aguante como debe ser y no regrese a la SEV, si aguantó el papel de palero, ahí
que le siga siendo palero de los moralmente derrotados”.
Y vapuleó a Rocío Nahle:
“No es posible que se actúe de manera tan
descarada utilizando un exceso de recursos en caravanas con vehículos de más de
2 millones de pesos y con personal de Gobierno, argumentando que la propia ley
se los permite. Eso no es la 4T. Esas son prácticas del pasado, contra lo que
tanto luchamos, que tanto criticamos. Lo peor de esto es que la gente lo ve y
nos critica a todos por igual.
“Hasta a la policía la están utilizando para
inflar a quien está todavía desinflada, a la que nunca se acerca al pueblo y
por eso le cuesta tanto trabajo que tienen que llevarle acarreados a sus
eventos y pagarles para que le aplaudan”.
Huerta ganó la encuesta para gobernador pero
dejó pasar a la elegida de López Obrador. Fue una imposición. A cambio iría en
la primera fórmula para el Senado. Aún perdiendo la elección, aseguraba el
escaño en la Cámara Alta por ser primera minoría.
El 1 de marzo, iniciando campaña, Nahle lo
reventó. Sin aviso, sin prevenirlo, Morena lo degradó a la segunda fórmula. Fue
su partido; no fue decisión del INE. Fue a petición del partido obradorista.
La venganza de Nahle se había consumado. La
única forma de llegar al Senado es que Morena gane la elección, el 2 de junio,
y quien ocupa la segunda fórmula logre pasar.
Sólo quienes conocen el filo de la espada de Rocío Nahle saben que es letal.
ARCHIVO MUERTO
* El sur de Veracruz lo tiene perdido el
PRIANRD. Pese a los abusos de alcaldes morenistas, corrupción y falta de obra,
una encuesta pronostica la enésima derrota del priismo https://bit.ly/3V4QSNQ