José Miguel Cobián | 20 oct. 2024
Tribuna
Libre.- Tal parece que en
este país jamás vamos a aprender a vivir en democracia, y mucho menos a
reconocer el triunfo del contrario.
Todavía
recuerdo cuanta burla se le hizo a AMLO cuando insistía en fraude electoral
ante el triunfo de Felipe Calderón, y en menor medida ante el triunfo de Peña
Nieto. Hoy, aquéllos que se burlaban con
tanta alegría hacen exactamente lo mismo.
Claudia
Sehinbaum ganó en las urnas, Rocío Nahle ganó en las urnas. Y lo mismo sucedió con el resto de las
gubernaturas, diputados federales, diputados locales y senadores que
compitieron en la última elección. A
pesar de ello, la oposición ha querido convencer a la opinión pública una y
otra vez de la existencia de un inexistente fraude electoral. Especie que cada vez tiene menor eco en la
escasa opinión pública que le prestó atención.
A pesar
de ello, todos los días veo ataques tratando de debilitar la legitimidad de los
mandatos de quienes por las urnas llegaron o llegarán al poder. Acusaron a AMLO de dividir a los mexicanos,
y tenían razón. Hoy, aquéllos que lo
acusaron, insisten en dividir a los mexicanos.
Debo
dejar claro, que una crítica honesta, ante un hecho real realizado desde el
poder, no solo es loable, sino que hasta es beneficioso y necesario para la
salud democrática de México. Pero hay
una enorme diferencia entre señalar hechos ciertos, y expresar su opinión al
respecto, a estar utilizando redes sociales y medios de comunicación para
engañar a sus seguidores (de la oposición), y llenarles la cabeza de infundios
y mentiras, con el fin de lograr tonterías como mayor rating, o mantenerse
vigente ante la opinión pública, o incluso, para conservar un supuesto e
imaginario liderazgo de gente descontenta con el régimen.
¿De qué
sirve darse baños de pureza cuando se miente descaradamente? He escuchado a personas descontentas con los
gobiernos de morena, señalar hechos claros y evidentes, lo cual, insisto, es
correcto. Pero también he escuchado una
serie de sandeces y tonterías, tales que uno se pregunta ¿Cómo es posible que
una persona pensante pueda creer eso?
Lo que me lleva a pensar en la calidad moral de quienes extienden esas
mentiras y difamaciones, y también en la
calidad moral de quienes, convertidos en tontos útiles, las comparten.
Si
alguien no está contento con la mayoría de Morena en los congresos, tendrá la
oportunidad en tres años, de disputarla, ya que habrá elección de diputados
locales y federales. Esas son las reglas
de nuestra democracia. Dedíquense a
ello, en lugar de difamar y compartir infundios, lo cual los hace iguales a sus
adversarios.
Se
afirma que mediante los programas sociales se controla a los ciudadanos, como
si los mexicanos fuéramos marionetas, manejables a cambio de dinero. Se infravalora al ciudadano. Se nos olvida que todos somos seres pensantes
y capaces de tomar una decisión propia.
Pero lo más importante, es que se niega una realidad, y al negarla, el
daño se le causa a la misma oposición, que desde el 2018 no ha querido
reconocer la nueva realidad del país. O
quizá el daño se causa a los ciudadanos descontentos, pues en muchas ocasiones,
la oposición ha demostrado ser muy práctica y alinearse con el poder a
conveniencia.
Claudia
será presidenta seis años. Y más nos vale, no apoyar un intento interno para
debilitarla en la revocación de mandato.
Rocío será gobernadora por seis años.
En ambos casos, a los mexicanos en general y a los veracruzanos en
particular, nos conviene que tengan gobiernos exitosos. Que logren sus metas para el bien de México.
Si el
lector me quiere reclamar por corrupción o desvíos, le diré que jamás ha dejado
de haberlos en el país. Hoy con mujeres
en el poder, tenemos la esperanza de que se reduzca un poco esa corrupción, y
que haya más sensibilidad ante el sufrimiento de la población.
Claudia
y Rocío son mujeres de mucho carácter.
Eso es bueno –siempre que no seas colaborador directo de ellas-, porque
no les va a temblar la mano para tomar las decisiones que deban tomar. Si hacen
bien o mal su trabajo, podremos evaluarlas por sus resultados dentro de seis
años. Así está estructurada nuestra
democracia.
De
momento, si no hay capacidad para influir en sus actos, debemos dejarlas
trabajar, y apoyar en lo posible a sus gobiernos, con la esperanza de que
¨ahora sí¨, los mexicano podamos ver un poco de avance en nuestro nivel de vida
colectivo.
Yo le
preguntaría a los veracruzanos que critican a Cuitláhuac con tanto fervor.
¿Hubieran preferido en la silla del gobierno del estado al candidato de la
oposición, que era Miguel Ángel Yunes Marquez?
Cada quién deberá responder, pero lo que se vio en aquélla elección, fue
que los veracruzanos decidieron no darle a Miguelito la continuidad o herencia,
del gobierno de su padre.
Ahora
los veracruzanos escogieron a Rocío por encima de Pepe Yunes. La decisión del pueblo ya está tomada. Y tanto en esa elección como la de Claudia,
no hay pruebas contundentes de fraude electoral, tal como lo tipifica la
ley. Tampoco vimos a los partidos de
oposición presentar pruebas fehacientes de dicho fraude, y lo abrumadora de la
votación no deja lugar a dudas, sobre la intención de las mayorías sobre a
quién llevar al poder.
Vienen
muchos años de hegemonía de Morena a nivel federal, estatal y municipal. Será ese partido y sus militantes, quienes
entreguen cuentas a la población mexicana. Y mientras los mexicanos estén
contentos con morena, nada va a cambiar la estructura de poder político en
México.
Elbaldondecobian@gmail.com https://josecobian.blogspot.com/2024/10/blog-post.html
@jmcmex
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