Acto encabezado por la doctora Claudia Sheinbaum Pardo desde la Ciudad de México
H. Congreso de la Unión | 02 oct. 2024
(Especial- Editor)
Tribuna
Libre.- IFIGENIA
MARTÍNEZ Y HERNÁNDEZ, PRESIDENTA DE LA MESA DIRECTIVA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS:
A todas y a todos los presentes, a ponerse de pie para recibir a la presidenta electa de los Estados Unidos Mexicanos, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
Este acto, de conformidad con lo que
establece el artículo 87 constitucional, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo
rendirá protesta como presidenta de la República ante el Congreso de la Unión.
PRESIDENTA CLAUDIA SHEINBAUM PARDO: Honorable
Congreso de la Unión.
Pueblo
de México:
Protesto
guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y las leyes de que ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente
el cargo de presidenta de la República que el pueblo me ha conferido, mirando
en todo por el bien y prosperidad de la unión. Y si así no lo hiciere, que la
nación me lo demande.
(ENTREGA DE BANDA PRESIDENCIAL)
IFIGENIA MARTÍNEZ Y HERNÁNDEZ: La presidenta
constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, doctora Claudia Sheinbaum
Pardo, dirigirá un mensaje a la nación. Los invito a tomar sus lugares. Muchas
gracias.
PRESIDENTA CLAUDIA SHEINBAUM PARDO: Muchas
gracias a todas y todos.
Licenciado
Andrés Manuel López Obrador.
Honorable
Congreso de la Unión.
Suprema
Corte de Justicia de la Nación.
Gobernadoras
y gobernadores, jefe de Gobierno.
Invitadas
e invitados especiales.
Familia.
Pueblo de México.
Saludo y agradezco la presencia de
representaciones de 105 países que hoy nos acompañan. Es un reflejo del
compromiso de México con la comunidad internacional y de la amistad que nos une
con todos los pueblos del mundo.
Agradezco la presencia de John Briceño, primer ministro de Belice; Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de la República Federativa de Brasil; Gabriel Boric, presidente de la República de Chile; Gustavo Francisco Petro, presidente de la República de Colombia; Miguel Díaz-Canel, presidente de la República de Cuba; Sylvanie Burton, Mancomunidad de Dominica; Luis Rodolfo Abinader, presidente de la República Dominicana; César Bernardo Arévalo, presidente de la República de Guatemala; Régine Abraham, consejera presidenta del Consejo Presidencial de Transición de la República de Haití; Iris Xiomara Castro, presidenta de la República de Honduras; Santiago Peña Palacios, presidente de la República del Paraguay; Bucharaya Hamudi Sidina, primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática; Philip Joseph Pierre, primer ministro de Santa Lucía.
Saludo y agradezco especialmente a la doctora
Jill Biden, que asiste con la representación del presidente de los Estados
Unidos de América; a Peter Boehm, representante del Senado de Canadá; a Josep
Borrell Fontelles, alto representante de la Unión Europea para Asuntos
Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea.
Agradezco la presencia del expresidente
Christian Wilhelm Walter, de la República Federal Alemana, que viene en
representación de su país; de Tie Ning, vicepresidenta del Comité Permanente de
la Asamblea Popular Nacional de la República de China; Kembo Mohadi,
vicepresidente de la República de Zimbabue; Teorodo Ngema Obiang,
vicepresidente de la República de Guinea Ecuatorial.
Mi gratitud a todas y todos los jefes de la
delegación de nuestra América Latina y el Caribe, de Europa, África, Asia y del
Medio Oriente, y a las y los titulares de los distintos poderes, cancilleres,
ministras y ministros, embajadores y embajadoras.
Les pido transmitan los cálidos saludos del
pueblo y del Gobierno de México a sus mandatarias y mandatarios.
Agradezco también la presencia de 23
organismos internacionales.
Gracias a Jeremy Corbyn, miembro del
Parlamento del Reino Unido, dirigente del Partido Laborista.
Y a los diputados españoles, Gerardo
Pisarello y muchos otros que están con nosotros.
Y a representantes, amigos de diferentes
lugares del mundo.
Hace exactamente 19 años, en este mismo
recinto, en un atropello a la libertad, el jefe de Gobierno de entonces, Andrés
Manuel López Obrador, frente a aquella legislatura pronunció un discurso que
cimbró para siempre la lucha por la democracia en comparecencia contra el
juicio de desafuero, cuyo único propósito era el intento de un fraude
anticipado, dijo: ‘Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta
que a ustedes y a mí nos juzgue la historia’.
Hoy lo decimos con certeza y sin temor a
equivocarnos: la historia y el pueblo lo ha juzgado; Andrés Manuel López
Obrador, uno de los grandes, el dirigente político y luchador social más
importante de la historia moderna, el presidente más querido, sólo comparable
con Lázaro Cárdenas, el que inició y termina su mandato con más amor de su
pueblo. Y para millones, aunque a él no le gusta que se lo digan, el mejor
presidente de México, el que inició la revolución pacífica de la Cuarta
Transformación de la vida pública de México.
Usted nos ha pedido en varias ocasiones no
develar bustos ni poner su nombre en calles, avenidas, barrios o colonias;
tampoco monumentos ni hacer grandes homenajes. La verdad, que no hace falta,
porque usted estará siempre donde sólo residen los que luchan toda la vida, los
que no se rinden, los que devuelven la esperanza y la alegría; usted estará
siempre en el corazón del pueblo de México.
Se retira de la vida pública como un
demócrata y maderista, a seguir luchando desde otra trinchera, a escribir sobre
lo que ha sostenido desde sus primeros días cuando trabajó con los mayas
chontales: que el origen de la grandeza cultural de México reside en las
grandes civilizaciones que vivían en esta tierra siglos antes que invadieran
los españoles.
No es casualidad, sino una armonía de la
historia, que ayer se haya publicado en el Diario Oficial de la Federación la
reforma de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que otorga
derechos plenos a los pueblos indígenas y afromexicanos de México.
Su último libro lo titula ¡Gracias!, y hoy le
devolvemos el agradecimiento: profundas gracias, gracias, gracias por siempre.
Ha sido un honor luchar con usted. Hasta siempre, hermano, amigo, compañero,
Andrés Manuel López Obrador.
El 2 de junio de este año, el pueblo de
México, de forma democrática y pacífica, dijo fuerte y claro: ‘Es tiempo de
transformación y es tiempo de mujeres’. Hoy, 1º de octubre del 2024, inicia la
segunda etapa: el Segundo Piso de la Cuarta Transformación de la vida pública
de México.
Y también hoy, después de 200 años de la
República y de 300 años de la Colonia, porque previo a ello no tenemos
registros claros, es decir, después de al menos 503 años, por primera vez
llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación. Y digo
llegamos porque no llego sola, llegamos todas.
México es un país maravilloso, con un pueblo
extraordinario. Somos una gran nación. Aquí crecieron culturas originarias que
dieron al mundo el maíz, el cacao, el jitomate; que construyeron pirámides
monumentales, que entendieron los astros, la vida y la muerte como parte de un
cambio constante; que nos dieron y siguen dando lenguas vivas como ninguna
otra; que tejieron y tejen textiles con manos de mujeres artesanas que
entrelazan con el alma y con la vida; con culturas como la maya, que crearon el
cero como parte de la matemática; o la mexica, que creó el método más
sustentable de cultivo que se conoce: la chinampa.
México es el país que le dio al mundo a
Hidalgo, que inició con unos cuantos el grito de Independencia y al poco tiempo
fueron miles que demandaban justicia; el que abolió la esclavitud, el que supo
conducir con certeza su pueblo por el camino de la libertad y se convirtió en
padre de la patria.
México, el país de Morelos, que supo
identificar los sentimientos de la nación para escribir que la soberanía dimana
del pueblo, que no se admite la tortura, y la urgente necesidad de moderar la
opulencia y la indigencia.
De Vicente Guerrero, que, en el momento
difícil, cuando su padre pedía que aceptara la indulgencia del virrey, supo
decir: ‘La patria es primero’.
México, el de Guadalupe Victoria, primer
presidente de México, que después de la Independencia se rebeló frente al
emperador Iturbide para lograr la primera Constitución de la República.
De Josefa Ortiz, quien no sólo dio el
taconazo para iniciar la independencia, sino que sabiamente expresó: ‘No se
debe premiar a quien sirve a la patria, sino castigar a quien se sirve de
ella’.
O de Leona Vicario, madre de la patria,
periodista y luchadora por la independencia que hace 200 años supo defender a
la mujer por su pensamiento.
De Juárez y los liberales mexicanos, que
antes que nadie en el mundo y de forma visionaria separaron la Iglesia del
Estado y defendieron a la patria frente al invasor.
De los hermanos Flores Magón, que demandaron
justicia y libertad antes que nadie en el siglo XX.
De los obreros de Río Blanco y Cananea.
Y de Madero, que dejó todo para llamar al
pueblo a las armas para luchar por la democracia.
De Zapata, que supo demandar tierra y
libertad.
Del valiente Villa.
Y también de Carranza, como único gobernador
que se levantó frente al golpe de Estado huertista.
México es de los constitucionalistas de 1917.
De Lázaro Cárdenas, que repartió la tierra y expropió el petróleo; de Margarita
Maza; de Adela Velarde, que comandó las adelitas en la Revolución; de Dolores
Jiménez Muro, de Elvia Carrillo Puerto y las sufragistas, de Frida Kahlo, de
Enriqueta González Baz, primera mujer matemática.
México es de mujeres y hombre libres que, a
lo largo del siglo XX, lucharon por la democracia, las libertades, la justicia,
de los estudiantes de 1968, de los cientos de hombres y mujeres que hoy no
están, pero de quienes orgullosamente somos herederos.
México es un país maravilloso por nuestro
mosaico cultural, por nuestra biodiversidad.
México es maravilloso gracias a nuestros
paisanos y paisanas héroes y heroínas que viven en Estados Unidos y que con
amor a su familia y a la patria envían su apoyo todos los meses.
México es un país maravilloso por su pueblo
generoso, solidario, alegre, libertario, resistente, rebelde, sabio y hoy,
empoderado.
Y hoy México, gracias a todas, y todos somos
la doceava economía del mundo y el sexto destino turístico.
México
es grandioso.
Llamo a todas y todos a que hagamos una
reflexión, que evaluemos con la cabeza fría qué pasó durante estos seis años
con datos duros, reconocidos nacional e internacionalmente, y con ello
respondámonos las siguientes preguntas:
¿Cómo es que 9.5 millones de mexicanos y
mexicanas, de acuerdo con el Banco Mundial, salieron de pobreza en tan solo
seis años? ¿Cómo es que, sin subir impuestos, se redujeron las desigualdades?
¿Cómo es que somos de los países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico menos endeudados y con una moneda fuerte? ¿Cómo es que
somos de los países con menos desempleo? ¿Cómo es que hay más bienestar y al
mismo tiempo ganaron más los empresarios y los bancos? ¿Cómo es que estamos en
récord de inversión extranjera directa y al mismo tiempo aumentaron los
salarios? ¿Cómo es que aumentó el salario mínimo y no subió la inflación?
La respuesta es: cambió el modelo de
desarrollo del país, del fracasado modelo neoliberal y el régimen de corrupción
y privilegios a uno que surgió de la fecunda historia de México, del amor al
pueblo y de la honestidad, lo llamamos el Humanismo Mexicano.
Por eso, hablamos de una transformación
profunda. Y aceptémoslo, a todas y a todos les ha ido mejor.
Con este pensamiento y su puesta en marcha se
cayeron muchos mitos y engaños del pasado. Por ejemplo, durante el periodo
neoliberal, ese que le costó tanto al pueblo de México y que marcó nuestra
historia por 36 largo años, se decía que el Estado debía diluirse o
subordinarse a las fuerzas del mercado, que si la economía se regaba desde
arriba iba a llegar a los de abajo, que si aumentaba el salario mínimo iba a
haber inflación y no iba a haber inversión extranjera, que si el Estado
participaba en la economía iba a haber crisis económica y devaluación, que la
corrupción era inherente al gobierno, que la libertad no sólo existe en el
mercado… que la libertad sólo existía en el mercado, que la educación, la
salud, la vivienda y el salario justo eran mercancías y no derechos, todo
resultó falso.
Por ello, para bien de México, de todas y
todos, vamos a continuar con el Humanismo Mexicano, con la Cuarta
Transformación. Resumo algunos de los que considero sus principales principios.
Uno. Para que haya prosperidad, debe ser
compartida, o dicho de otra forma: por el bien de todos, primero los pobres.
Dos. No puede haber gobierno rico con pueblo
pobre. Esta es una frase de Benito Juárez García que los gobiernos de la
transformación hacemos realidad y que sostiene que el gobernante debe vivir en
la justa medianía, sin lujos, parafernalias o privilegios, y que el gobierno no
debe ser una carga para el pueblo. A eso le llamamos austeridad republicana.
Tres. Las y los gobernantes debemos ser
honrados y honestos. El uso de las estructuras de gobierno para el beneficio
personal o de un grupo ensucia el servicio público. La corrupción debe
combatirse por ética y por principios, pero, además, como lo hemos visto,
porque ahí radican los recursos necesarios para el bienestar del pueblo y el
desarrollo de la nación. En pocas palabras, la honestidad da resultados.
Además, la autoridad moral es lo más importante, y esa no se compra en la
esquina, se construye con una sola mística, la de luchar con honradez todos los
días por un México con justicia, democracia y libertad.
Cuatro. El principio máximo de que la
democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo; o,
regresando a Juárez: con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada.
Cinco. Prohibido prohibir, la libertad es
esencia de la democracia.
Seis. El desarrollo y el bienestar del pueblo
sólo pueden fortalecerse con el cuidado del medio ambiente y los recursos
naturales.
Siete. Las mujeres tenemos derecho a la
igualdad sustantiva.
Ocho. México es un país soberano,
independiente, libre y democrático. Queremos la paz. Queremos la paz y la
fraternidad de las naciones. Y nos coordinamos, mas no nos subordinamos.
Nueve. La política se hace con amor no con
odio. La felicidad y la esperanza se fundan en el amor al prójimo, a la
familia, a la naturaleza y a la patria.
Diez. Condenamos el clasismo, el racismo, el
machismo y cualquier forma de discriminación. No es solo un asunto de
tolerancia, es el reconocimiento de que la profundización de las desigualdades
llevará siempre a la injusticia. La fraternidad significa vernos a los ojos
como iguales.
Con esto en mente, les manifiesto: en nuestro
gobierno garantizaremos todas libertades, la de expresión de prensa, de
reunión, de movilización. La libertad es un principio democrático y nosotros
somos demócratas.
Se respetarán los derechos humanos y nunca
usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo.
Respetaremos y garantizaremos la diversidad
religiosa, política, social, cultural y sexual de nuestra sociedad. Cualquiera
que diga que habrá autoritarismo, está mintiendo.
Nuestra política exterior seguirá los
principios constitucionales de autodeterminación de los pueblos, la no
intervención y la solución pacífica de controversias.
En materia económica, se mantendrá la
autonomía del Banco de México, una política fiscal responsable, una proporción
razonable entre deuda y producto interno bruto.
Promoveremos la inversión pública y la
inversión privada. Lo digo con toda claridad: tengan la certeza que las
inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras en nuestro
país.
No aumentaremos el precio de las gasolinas,
del diésel, del gas doméstico, ni la electricidad en términos reales.
En las próximas semanas estaremos convocando
a empresarios para confirmar el acuerdo que mantiene sin aumentos los precios
de la canasta básica.
Aprovecharemos la relación del tratado
comercial con Estados Unidos y Canadá para seguir impulsando la relocalización
de las empresas, mientras se promueve el desarrollo regional con bienestar y
cuidado al medio ambiente. Estados Unidos, Canadá y México sabemos que la
cooperación económica fortalece a las tres naciones. Es claro que entre
nosotros no competimos, nos complementamos y, además, generamos las condiciones
para una mayor consolidación de la economía de todo el continente en una visión
de presente y futuro de la economía mundial.
Seguiremos fortaleciendo nuestra relación
económica y cultural con los países de América Latina y el Caribe, nos une
historia y nos une compromiso, así como con los diferentes países y regiones
del mundo.
Trabajaremos de la mano del sector
empresarial y de las y los trabajadores para que siga aumentando el salario
mínimo, nuestro objetivo es alcanzar 2.5 canastas básicas.
Haremos el programa de digitalización más
ambicioso de la historia para facilitar el pago de impuestos y otros trámites,
así como incentivar la inversión.
Habrá Estado de derecho. La reciente reforma
constitucional al Poder Judicial que marca la elección por voto popular de
jueces, magistrados y ministros significa más autonomía e independencia del
Poder Judicial.
Piénsenlo sólo por un momento: si el objetivo
hubiera sido que la presidenta controlara la Suprema Corte, hubiéramos hecho
una reforma al estilo Zedillo. No, eso es autoritarismo, nosotros somos
demócratas.
Queremos que se termine la corrupción en el
Poder Judicial, es un proceso en donde habrá una convocatoria única, un comité
de selección de candidatas y candidatos para garantizar que cumplan los
requisitos. ¿Y quién decidirá? Será la gente, será el pueblo. ¿Cómo va a ser
autoritaria una decisión que en esencia es democrática y permite que el pueblo
decida? Estoy segura que, en unos años, todas y todos estaremos convencidos que
esta reforma es lo mejor. Aprovecho para decirles a las y los trabajadores del
Poder Judicial que sus derechos y salarios están totalmente salvaguardados.
Se mantendrán todos los programas del
Bienestar y nos aseguraremos que su incremento anual nunca esté por debajo de
la inflación. Además, está por aprobarse en el congreso que estos derechos se
vuelven constitucionales para que nadie los pueda revertir.
Pensión universal para las y los adultos
mayoreos, pensión universal a personas con discapacidad, becas ‘Benito Juárez’
para estudiantes de preparatorias públicas, becas a estudiantes de escasos
recursos, Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, Producción y Pesca para
el Bienestar, fertilizantes gratuitos, Precios de Garantía, La Escuela es
Nuestra y La Clínica es Nuestra, todos seguirán.
Haremos realidad tres programas de Bienestar
nuevos:
Todas las mujeres de 60 a 64 años tendrán un
apoyo bimestral como un reconocimiento al trabajo de las mujeres mexicanas.
Todos los niños y niñas que vayan a escuela
pública o que van a escuela pública de preescolar, primaria y secundaria
tendrán una beca; iniciaremos el próximo año con secundaria. Las y los niños
deben ser felices. De ellas y ellos no sólo es el futuro, sino el presente de
México.
Llevaremos a las y los adultos mayores la
prevención y atención a la salud a su casa. Para ello, vamos a contratar 20 mil
médicos, médicas, enfermeros y enfermeras.
El reconocimiento constitucional de los
pueblos indígenas y afromexicanos, una vez en la Constitución, lo vamos a hacer
realidad.
Consolidaremos el IMSS-Bienestar como el
mejor sistema de salud pública gratuita y de calidad.
Aumentaremos el número de preparatorias y
universidades públicas para que al menos llegue la educación superior a 300 mil
espacios más.
La salud y la educación son derechos del
pueblo de México, no son privilegios ni mercancías.
Construiremos al menos un millón de
viviendas, especialmente para jóvenes en esquemas en donde primero puedan
rentar y después adquirir la vivienda si lo desean. Además, habrá créditos a
bajo costo para mejoramiento de vivienda y un programa masivo de escrituración.
En materia de infraestructura, se ampliará el
Tren Maya a Puerto Progreso, en Yucatán, y en sus más de mil 500 kilómetros
será también tren de carga.
Se terminará la Línea K del Tren
Interoceánico, que va de Ciudad Ixtepec a Ciudad Hidalgo, Frontera con
Guatemala.
Además, queremos construir el doble de los
kilómetros que construyó el presidente de trenes de pasajeros, de Ciudad de
México a Pachuca, de Ciudad de México a Nuevo Laredo y de Ciudad de México a
Nogales, así como la recuperación del tren de pasajeros a Veracruz.
Antes los privatizaron, ahora recuperamos los
trenes de pasajeros con orgullo, porque significan desarrollo regional,
empleos, turismo y prosperidad compartida.
Seguiremos con caminos artesanales para
conectar comunidades y con la construcción de puertos, aeropuertos y carreteras
que generen desarrollo con bienestar y al mismo tiempo fortalezcan la
infraestructura y conectividad en nuestro país y potencien la inversión.
Como lo manifestamos desde la campaña, se
mantendrá la proporción actual entre la generación pública y privada de
electricidad, de 54 por ciento y 46 por ciento respectivamente.
En unos días presentaremos el Plan Nacional
de Energía, que incluye nuevas inversiones en transmisión, generación y un
programa ambicioso de transición energética hacia fuentes renovables de energía
que contribuyan a disminuir los gases de efecto invernadero que provocan el
cambio climático.
La inversión privada para cubrir el 46 por
ciento de la generación se hará con reglas claras, en el marco de la ley y
garantizando la estabilidad del sistema eléctrico.
A todas y todos nos convienen empresas de
energía pública del Estado fuertes, que garanticen energía limpia, a precios
bajos para las actuales y las futuras generaciones.
El objetivo fundamental de la producción de
petróleo con Pemex seguirá siendo el consumo nacional, y este se limitará a una
producción de 1.8 millones de barriles diarios.
Vamos a promover la eficiencia energética y
la transición hacia las fuentes renovables de energía para absorber, a través
de estas fuentes, el crecimiento de la demanda de energía.
Recuerden que la reforma energética proponía
una producción de tres millones de barriles diarios. Eso es ambientalmente
imposible, es mejor promover la eficiencia y las fuentes renovables.
Avanzaremos en la soberanía y la
autosuficiencia alimentaria. Como dice el presidente, dar de comer a quien nos
da de comer.
No permitiremos la siembra de maíz
transgénico —Andrés Manuel López Obrador, como dice Andrés Manuel López
Obrador— no permitiremos la siembra del maíz transgénico, seremos
autosuficientes, no sólo en maíz blanco, sino en frijol y en otros cultivos.
Y Diconsa se transforma en Alimentación para
el Bienestar, con el objetivo de promover precios y comercio justo para
diversos productos agropecuarios y seguir atendiendo a 22 millones de familias.
Construiremos en Tula, Hidalgo, el proyecto
de economía circular más ambicioso del mundo, esto quiere decir que haremos un
complejo ambiental para aprovechar los residuos, tratamiento de agua,
generación de energía y productos reciclados, lo cual nos permitirá reducir la
contaminación y generar empleos. La ciudad más contaminada se convertirá en la
ciudad más limpia, eso me comprometí en campaña.
Arrancaremos el ordenamiento de las
concesiones y la transmisión de derechos de agua. Para ello, este mes
firmaremos un acuerdo nacional por la seguridad y sustentabilidad hídrica, con
todos los actores, y haremos las reformas jurídicas para garantizar el agua
como recurso de la nación.
Tecnificaremos más de 200 mil hectáreas de
riego y desarrollaremos proyectos estratégicos para el abastecimiento y
reciclamiento de agua.
Vamos a limpiar también y a sanear los ríos
más contaminados del país.
Haremos de México una potencia científica y
de la innovación. Para ello, apoyaremos las ciencias básicas, naturales,
sociales y las humanidades, y las vincularemos con áreas y sectores
prioritarios para el desarrollo nacional.
Las mexicanas y mexicanos tenemos
creatividad, tesón y capacidad de sobra. Estoy convencida que no podemos
quedarnos atrás en el desarrollo tecnológico. Pensémoslo, tenemos grandes
pensadores e innovadoras, innovadores, desde tiempos prehispánicos; tenemos
universidades y tecnológicos de primera, y las y los mexicanos somos
trabajadores y creativos.
En materia de seguridad, garantizaremos la
disminución de los delitos de alto impacto. No regresará la irresponsable
guerra contra el narco, de Calderón, que tanto daño le sigue haciendo a México.
Nuestra convicción es que la seguridad y la paz son fruto de la justicia. Y
nuestra estrategia consiste en cuatro ejes:
Atención a las causas, siempre dando la
posibilidad de que las y los jóvenes mexicanos tengan acceso a todos los
derechos.
Inteligencia e investigación.
Fortalecimiento de la Guardia Nacional. Quien
crea que la Guardia Nacional estando en la Secretaría de la Defensa es
militarización, está totalmente equivocado.
Nos coordinaremos con municipios, estados,
con el Ministerio Público, con la Fiscalía General de la República, que en su
autonomía no significa que deje la coordinación, eso nos va a permitir avanzar
todavía más.
Atención a las causas y cero impunidad con
los cuatro ejes de seguridad con justicia.
Lo hice como jefa de gobierno en la Ciudad de
México, disminuimos más del 50 por ciento los homicidios dolosos en tan sólo
cuatro años.
Aprovecho para decir que el día de mañana por
la tarde estaremos en Acapulco para dar continuidad a la atención inmediata que
ha dado el Gobierno de México y apoyaremos, como siempre lo hemos hecho como
gobiernos humanistas, a todas y a todos los damnificados de Guerrero y de otros
estados.
Dije que el pueblo fue muy claro al decir
este 2 de junio: ‘Es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres’. Durante
mucho tiempo, las mujeres fuimos anuladas, a muchas de nosotras nos contaron
desde niñas una versión de la historia que nos quería hacer creer que el curso
de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres. Poco a poco esa
visión se ha ido revirtiendo; hoy, sabemos que las mujeres participaron en las
grandes hazañas de la historia de México desde diferentes trincheras y también
sabemos que las mujeres podemos ser presidentas.
Y con ello hago una respetuosa invitación a
que nombremos presidenta con ‘A’ al final, al igual que abogada, científica,
soldada, bombera, doctora, maestra, ingeniería con ‘A’, porque, como nos han
enseñado, sólo lo que se nombra existe.
Hoy quiero reconocer no sólo a las heroínas
de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas
anónimas, a las invisibles, que con estas líneas hacemos visibles, a las que
con nuestra llegada a la Presidencia y estas palabras hago aparecer, las que
lucharon por su sueño y lo lograron, las que lucharon y no lo lograron.
Llegan las que pudieron alzar la voz y las
que no lo hicieron, llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a
solas, llegan las indígenas, las trabajadoras del hogar que salen de sus
pueblos para apoyarnos a todas las demás, a las bisabuelas que no aprendieron a
leer y a escribir porque la escuela no era para niñas, llegan nuestras tías que
encontraron en su soledad la manera de ser fuertes, a las mujeres anónimas, las
heroínas anónimas que, desde su hogar, las calles o sus lugares de trabajo,
lucharon por ver este momento.
Llegan nuestras madres que nos dieron la vida
y después volvieron a dárnoslos todo, nuestras hermanas que desde su historia
lograron salir adelante y emanciparse, llegan nuestras amigas y compañeras,
llegan nuestras hijas hermosas y valientes, y llegan nuestras nietas; llegan
ellas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si
naciéramos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que
nuestro sexo determine nuestro destino. Llegan ellas, todas ellas, que nos
pensaron libres y felices.
Y con todas ellas, aquí a nuestro lado, llegan
nuestros grandes sueños y anhelos, llega con nosotras el pueblo de México,
hombres y mujeres empoderados. La transformación les devolvió la dignidad, la
libertad y la felicidad, y nunca nadie más se las podrá arrebatar.
Soy madre, abuela, científica y mujer de fe,
y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta
constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Gobernaré para todos y para
todos, y tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi
historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria.
Tengo la certeza de que consolidaremos juntas
y juntos un México cada día más próspero, libre, democrático, soberano y justo.
No les voy a defraudar. Les convoco a seguir haciendo historia.
¡Que
viva la Cuarta Transformación!
¡Que
viva México!
¡Que
viva México!
¡Que
viva México!
IFIGENIA
MARTHA MARTÍNEZ Y HERNÁNDEZ: Se pide a todas y a todos los presentes a
ponerse de pie para entonar el Himno Nacional Mexicano con el acompañamiento de
la Banda de Música de las Secretaría de la Defensa Nacional, después de haber
escuchado este magnífico discurso de nacionalismo y conocimiento.
(HIMNO
NACIONAL MEXICANO)
IFIGENIA
MARTHA MARTÍNEZ Y HERNÁNDEZ: Se pide a la comisión designada para acompañar al
ciudadano Andrés Manuel López Obrador a retirarse del recinto. Se retira el
ciudadano Andrés Manuel López Obrador; se pide a la comisión que lo acompañe.
Le pido a la comisión designada para
acompañar a la presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, Claudia Sheinbaum
Pardo, a retirarse del recinto cuando así lo considere.