Renato Consuegra| 19 febrero. 2025
Tribuna
Libre.-La reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de
imponer un arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio y la
amenaza de imponer el mismo arancel a todas las demás mercancías llegadas desde
nuestro país, que está en pausa, ha generado un debate intenso sobre sus
implicaciones para la economía global y mexicana, en particular, para las
micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) de nuestro país.
En el
caso del acero y aluminio, a diferencia de medidas anteriores que se enfocaban
en países específicos, esta política afecta a todas las naciones por igual, lo
que podría mantener a las empresas mexicanas en una posición competitiva
relativa. Sin embargo, es crucial analizar las verdaderas amenazas que esta
medida representa y cómo las MiPyMEs pueden responder de manera efectiva.
En
2024, México consolidó su posición como el principal socio comercial de Estados
Unidos, representando el 15.8% del comercio total de bienes. Además, el 78% de
las exportaciones mexicanas de acero tuvieron como destino el mercado
estadounidense. La imposición de un arancel del 25% encarecerá
significativamente estos productos, lo que podría reducir su competitividad en
el mercado estadounidense, que es precisamente lo que quiere el presidente
Trump, que la industria estadounidense vuelva a ser competitiva a costa de
gravar las mercancías llegadas desde el exterior.
Aunque
este arancel se aplica a todos los países, lo que en teoría nivela el campo de
juego, las MiPyMEs mexicanas enfrentan desafíos particulares. A diferencia de
las grandes corporaciones, estas empresas suelen tener márgenes de beneficio
más estrechos y menos recursos para absorber aumentos de costos o para
reestructurar sus operaciones rápidamente. Por lo tanto, es esencial que
adopten estrategias proactivas para mitigar el impacto de estos aranceles.
Además
de explorar nuevos mercados y adoptar herramientas tecnológicas, las MiPyMEs
pueden considerar las cinco siguientes acciones:
1.
Optimización de la cadena de suministro: Revisar y ajustar la cadena de
suministro para identificar áreas donde se puedan reducir costos o mejorar la
eficiencia. Esto puede incluir la búsqueda de proveedores locales o regionales
que ofrezcan mejores condiciones.
2.
Innovación en productos y procesos: Invertir en investigación y desarrollo para
crear productos de mayor valor agregado o mejorar los procesos de producción, lo
que puede justificar precios más altos y compensar los costos adicionales por
los aranceles.
3.
Alianzas estratégicas: Formar consorcios o asociaciones con otras empresas para
compartir recursos, conocimientos y acceder a mercados que, individualmente, serían
inaccesibles.
4.
Acceso a financiamiento: Buscar opciones de financiamiento que permitan a las
empresas invertir en mejoras operativas o expansiones necesarias para adaptarse
al nuevo entorno comercial.
5.
Capacitación y desarrollo del talento humano: Invertir en la formación de
empleados para mejorar la productividad y la capacidad de innovación dentro de
la empresa.
Es
fundamental que las MiPyMEs no esperen soluciones gubernamentales inmediatas.
Aunque las autoridades mexicanas, encabezadas por el secretario de Economía,
Marcelo Ebrard, están en conversaciones con sus contrapartes estadounidenses
para abordar estos desafíos, las negociaciones pueden ser prolongadas y sus
resultados inciertos. Por lo tanto, la responsabilidad recae en las empresas
para adaptarse y prepararse ante este nuevo panorama comercial.
La
historia ha demostrado que las empresas que sobreviven y prosperan en tiempos
de incertidumbre son aquellas que muestran flexibilidad, innovación y una
visión estratégica clara.
Aunque
la imposición de aranceles del 25% representa una amenaza significativa,
también puede ser una oportunidad para que las MiPyMEs mexicanas reevalúen sus
modelos de negocio, diversifiquen sus mercados y fortalezcan sus operaciones
internas. La clave estará en la capacidad de adaptación y en la implementación
de estrategias que les permitan no solo sobrevivir, sino también prosperar en
este nuevo contexto global.
Hay que
cambiar la mentalidad del empresario mexicano. Demasiadas empresas siguen
funcionando con modelos de negocio frágiles, basados en la dependencia de un
solo mercado o cliente. La resiliencia económica exige adaptabilidad,
innovación y una visión de largo plazo. Las crisis no avisan con tiempo
suficiente para reaccionar una vez que han golpeado; se enfrentan con
preparación previa.
Si
Trump cumple su amenaza, el impacto sobre México será real y doloroso, pero no
debe ser una sentencia de muerte para las MiPyMEs, por el contrario, la
pregunta no debe ser si el golpe será duro, sino quiénes estarán preparados
para enfrentarlo. Insisto, la historia económica de México ha demostrado que la
capacidad de adaptación es la clave de la supervivencia. Hoy más que nunca, las
MiPyMEs deben tomar las riendas de su destino y prepararse para una posible
guerra comercial que podría cambiar por completo las reglas del juego.
https://yoemprendedor.mx/aranceles-de-trump-amenaza-u-oportunidad/
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