* La
política proteccionista de Estados Unidos tendría consecuencias negativas
incluso para sus propios ciudadanos, asegura Gloria Estrada Antón, presidenta
de la Comisión de Comercio Exterior del Colegio de Contadores Públicos de
México
Ciudad de México. | 02 abril 2025
Tribuna
Libre.- Tras el anuncio del gobierno del presidente Donald Trump de imponer
aranceles del 25% a las importaciones de vehículos provenientes de México y
otras naciones se pone en riesgo los avances logrados en estas tres décadas de
cooperación como los socios comerciales más importantes de Estados Unidos
gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora
renovado como el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), pero no debemos
caer en el pesimismo porque en el corto plazo podría revertirse ya que también
tendrá impacto en la economía estadounidense, señala Gloria Estrada, presidenta
de la Comisión de Comercio Exterior del Colegio de Contadores Públicos de
México.
Esta
alianza en los últimos 30 años ha permitido un desarrollo sostenido de
relaciones comerciales y la creación de cadenas productivas integradas que no
solo benefician a las grandes industrias, sino que también impulsan a pequeñas
y medianas empresas a lo largo de la región. Hoy, sin embargo, nos enfrentamos
a una situación crítica para México, que ha logrado consolidarse como el socio
comercial número uno de aquel país tras la guerra comercial que sostiene con
China.
Como
señala Gloria Estrada, "esta medida rompe dramáticamente con los
compromisos del Tratado México-Estados Unidos-Canadá, donde se liberaba de
aranceles a las mercancías producidas en el territorio de cualquiera de los
tres países". El 83% del comercio de México se ha canalizado a través de
este tratado, y el 80% de nuestras exportaciones tienen como destino el mercado
estadounidense.
Los
aranceles impuestos por Estados Unidos, que alcanzan un 25% sobre las
importaciones de vehículos, "ponen en riesgo los avances logrados en estas
tres décadas de cooperación”, especialmente porque la industria automotriz ha sido
uno de los pilares del comercio entre las dos naciones.
A pesar
de la complejidad de esta situación, señala la experta y socia del despacho
Antón Rioja, encargada del área de Trámites y Defensa Jurídica,” no debemos
caer en el pesimismo”. El futuro es incierto, pero no está perdido porque
México tiene los recursos, el talento y la resiliencia para navegar por estos
tiempos de cambio y salir fortalecido en el proceso.
Si bien
el gobierno de Estados Unidos parece determinado a recuperar su industria automotriz
y promover la producción interna (back-shoring o el regreso de la industria
hacia su territorio), México tiene alternativas para enfrentar este reto. La
respuesta que ha planteado el gobierno mexicano, a través de la negociación y
el fortalecimiento de nuestra industria nacional, se presenta como un camino
viable para mitigar los efectos de estos aranceles.
Una de
las acciones claves en esta estrategia es el Plan México, un conjunto de
medidas enfocadas en atraer inversión, promover la industrialización de las
regiones del país que fueron olvidadas en administraciones pasadas y fortalecer
nuestras capacidades productivas.
“México
tiene una red robusta de tratados de libre comercio que abren puertas a más de
50 naciones, y la diversificación de mercados es una de las opciones más
viables para enfrentar esta nueva política comercial de Estados Unidos”,
asegura la experta en comercio exterior.
Al
mismo tiempo, se busca optimizar la producción nacional y fortalecer la
relación entre las micro, pequeñas y medianas empresas con las grandes
corporaciones, creando una red productiva más integrada.
Es
cierto que la imposición de estos aranceles pone en peligro nuestra posición
como el principal socio comercial de Estados Unidos, pero también es importante
entender que estas decisiones tienen un impacto interno en la economía
estadounidense. El costo de producir únicamente en su territorio podría
repercutir en el poder adquisitivo de los consumidores estadounidenses, y en la
competitividad de los productos que antes se importaban a precios más bajos.
En un
mundo globalizado "ningún país es autosuficiente en la producción de
bienes y servicios para un mercado interno", apunta Gloria Estrada Antón,
y en este contexto, la política proteccionista de Estados Unidos podría tener
consecuencias negativas incluso para sus propios ciudadanos.
México
está listo para adaptarse a los cambios. Si bien el escenario actual puede
parecer desafiante, estamos seguros de que las negociaciones y estrategias
adoptadas por el gobierno mexicano nos permitirán superar este periodo y
reconstruir una relación comercial sólida y más diversificada.
"El
gobierno de México tiene un plan, el Plan México, que busca atraer inversión,
generar procesos de industrialización y optimizar nuestra red de tratados de
libre comercio", afirma la presidenta de la Comisión de Comercio Exterior
del Colegio de Contadores Públicos de México, quien subraya que el país tiene
las herramientas necesarias para superar este reto.
Este es
un momento de cambio, sí, pero también es una oportunidad para que México
fortalezca su economía interna, busque nuevos horizontes comerciales y
aproveche las oportunidades que ofrece un mundo interconectado. "El
compromiso del gobierno mexicano, apoyado por la iniciativa privada, es claro:
buscar alternativas que aseguren el bienestar económico de los mexicanos"
, destacó.
Comentarios
Publicar un comentario