Ángel Rafael Mtz A. | 21 abril 2025
Tribuna Libre.- El 23 de abril de 2015, mientras el mundo
celebraba el Día del Libro bajo el espectro inmortal de Miguel de Cervantes
(1547-1616)y William Shakespeare,(1564-1616) Xalapa lloraba a dos de sus hijos
predilectos. Ese jueves vespertino, la muerte tejió su ironía cósmica: junto al
empresario Abel Torres García -cuya vida fue epítome del sueño mexicano,
ascendiendo de mesero a dueño de La Parroquia; mi hermano mayor en la fe en el
Camino Neocatecumanal de la Iglesia Católica Apostólica Romana- partía también
Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, hombre-orquesta cuya vida fue sinfonía de
tinta, vocación y verbo.
I. Primeros compases: El niño de la colonia Salud
Nacido el 18 de diciembre de 1942 -fecha que el destino
hilvanó con el decreto real que elevó a Xalapa a Villa en 1791-, don Guillermo
emergió de la humildad como esos robles que enraízan entre piedras. Su infancia
en la colonia Salud fue temprana lección: los valores no se heredan como
riquezas, se labran como esculturas. La Benemérita Escuela Normal "Enrique
C. Rébsamen" pronto descubriría su don -la oratoria-, ese arte de moldear
el aire con ideas que luego se convertiría en su bastón de peregrino político.
Más tarde en la carrera de derecho de la Universidad Veracruzana.
II. El arquitecto de futuros
Mi primer encuentro con él, siendo yo un niño de nueve
años, fue un impacto dionisíaco: su corpulencia física palidecía ante la
magnitud de su presencia. Años después, cuando el azar -o ese tejido invisible
que llamamos destino- nos reunió gracias a Agustín Romero (QEPD), comprendí que
estaba ante un Midas pedagógico: todo lo que tocaba se transformaba en escuela.
Su administración municipal (1988-1991) fue un
renacimiento xalapeño:
• El
Archivo Histórico Municipal "Rubén Pabello Acosta" rescatado de su
olvido en las bodegas de Palo Verde, como un fénix de actas y memorias.
• Las
celebraciones del Bicentenario, donde el Parque del mismo nombre se convirtió
en su Ágora personal.
• La
visita del presidente guatemalteco Jorge Elías Serrano(1945) -un diálogo de
oradores que trascendió fronteras. Cuyo mandato fue de 1991-1993. De los pocos
presidentes extranjeros que han visitado a Xalapa.
III. El sembrador de universidades
En una cena tras la consagración del templo de El Dique,
don Guillermo hizo con sus palabras un inventario sagrado: cada escuela fundada
era un hijo espiritual. Desde el Instituto de Regulación Pedagógica hasta la
Universidad Popular Autónoma de Veracruz (su "hija mayor"), su legado
fue un ejército de aulas combatientes contra la ignorancia.
IV. Último acto: El orador que eligió el Día del Libro
No podía ser otra fecha. Cuando el Senado de la República
aprobaba -ese mismo 23 de abril- instituir el Día Nacional de la Oratoria por
su iniciativa, don Guillermo se unía al cortejo de Cervantes y Shakespeare. El
IV arzobispo de Xalapa, don Hipólito
Reyes Larios (1946-2021) lo proclamó "Xalapeño Ilustre", pero su
verdadero título estaba escrito en miles de cuadernos de estudiantes.
Don Guillermo Zúñiga Martínez, profesor egresado de la
hoy Benemérita Escuela Normal Veracruzana "Enrique C. Rébsamen" y
licenciado en Derecho por la Universidad Veracruzana, fue un hombre cuya vida
estuvo marcada por la cultura del esfuerzo. Oriundo de Xalapa, desde joven supo
ganarse el sustento mediante el trabajo y el estudio.
Como docente y político del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), ocupó cargos de elección popular, entre ellos diputado
federal, diputado local y alcalde de su ciudad natal. Sin embargo, nunca se
desligó de su vocación educativa.
Hace 50 años, el gobernador Rafael Hernández Ochoa lo
designó titular de la Dirección General de Educación Popular, máxima autoridad
en educación básica en Veracruz. Posteriormente, se desempeñó como secretario
de Educación en el estado.
El gobernador Fidel Herrera Beltrán lo nombró en 2004
director del Instituto Veracruzano de Educación para Adultos (IVEA). Desde ese
cargo, impulsó un proyecto visionario: la educación universitaria para adultos.
Junto a un grupo de colaboradores, fundó la Licenciatura en Educación para
Adultos, iniciativa que tuvo un éxito inesperado. Fue en este contexto que el
autor de este texto comenzó su colaboración como docente solidario.
Ante la impugnación del Gobierno Federal a este proyecto,
el maestro Zúñiga Martínez, perseverante en sus ideales, fundó el Instituto
Veracruzano de la Educación (IVE). Bajo esta nueva institución, se abrieron
diversas carreras, aunque no estuvieron exentas de críticas por la falta de
Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE). Finalmente en 2010, funda
la Universidad Popular Autónoma de Veracruz.
Epílogo: Los ecos
Hoy, diez años después, cuando imparto historia en la
UPAV -esa utopía hecha ladrillos-, siento que su voz resuena en cada pasillo.
Los grandes hombres no mueren: se traducen. Don Guillermo se tradujo en
bibliotecas, en cátedras, en esa terquedad veracruzana de creer que la
educación puede ser popular sin dejar de ser excelsa.
Xalapa ya no es la misma. Tampoco debería serlo. Cuando
un hombre dedica su vida a cambiar una ciudad, lo menos que puede hacer la
ciudad es cambiar para honrarlo.
Invitación, el próximo miércoles 23 de abril del 2025, en
las instalaciones del Casino Jalapeño en la calle Manuel Gutiérrez Zamora 12,
Zona Centro, Jalapa Enríquez Centro, 91000 Xalapa-Enríquez, Ver., a las 13 horas, sencillo homenaje con la
participación de Rafael Hernández Arias, Uriel Flores Aguayo, Jorge Lara de la
Fraga, y un servidor.
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