*En muchos de los casos trabajan clandestinamente sin ser regulados bajo normas de rehabilitación, convirtiéndose en centros de tortura.
*La
lógica es que la CEDH emita su postura y de a conocer bajo que normatividad funcionan
esos centros de “rehabilitación” que pululan en todo el territorio no tan solo
veracruzano sino en todo el País.
Córdoba, Ver. | 23 junio 2025
Fernando Coria
Tribuna
Libre.- Un hombre identificado como Paulino “N”, quien se encontraba internado
en un centro de rehabilitación para personas con adicciones, falleció la tarde
de este domingo en circunstancias desconocidas.
Los
hechos ocurrieron en un anexo ubicado en la colonia La Antorcha, cerca de la
zona conocida como Las Quintas, en esta ciudad.
De
acuerdo con reportes preliminares personal del centro solicitó apoyo de
emergencias tras encontrar al interno inconsciente dentro de las instalaciones.
Al
lugar se movilizaron elementos de la Policía Municipal y paramédicos, quienes
confirmaron que el masculino ya no contaba con signos vitales.
Al
lugar arribaron elementos de la policía municipal y Estatal para acordonar el
área en espera del arribo del personal de la Fiscalía Regional de Justicia para
ordenar el levantamiento del cuerpo para su traslado al Servicio Médico Forense
para la necropsia de ley.
Serán
las autoridades quienes determinen las causas de la muerte del masculino.
Cabe
señalar que en dichos centros de “rehabilitación” llamados también anexos, existe
mal trato, incluso hasta golpes físicos y vejados sus derechos humanos como si
fueran los peores delincuentes.
No son
tratados como seres humanos enfermos de alcoholismo, por desconocimiento de las
personas que en muchos de los casos se dicen terapeutas y los maltratan tras
viejos métodos de tortura física obligándolos a obedecer ciegamente a quienes
según dicen ser padrinos.
Las
familias fincan sus esperanzas de que sus borrachitos se restablezcan del
alcoholismo o drogadicción, pagando fuertes cantidades de dinero, con la
finalidad de ver sano a su familiar.
No
existe ninguna autoridad sanitaria o de salud que regule esos centros llamados:
albergues, centros de rehabilitación o anexos,
La Comisión
Estatal de Derechos Humanos (CEDH), como si no existiera, nunca han emitido un
comunicado a los medios de comunicación, bajo que normas sanitarias y de salud,
o métodos de recuperación se rigen para tratar a las personas anexadas por alcoholismo o drogadicción en dichos
anexos.
Por
versiones de personas que han estado “encerradas” en contra de su voluntad, se
quejan de que son vejados, humillados, torturados y dejados sin comer por los
que se dicen “padrinos”.
Mientras
que familiares pagan fuetes cantidades de dinero mensual, fincando las
esperanzas de que sus enfermos salgan rehabilitados de los anexos o centros de
rehabilitación.
Serán
las autoridades de la fiscalía y del Semefo, las que emitan un dictamen bajo
certificado las causas que le ocasionaron la muerte al infortunado Paulino “N”,
que en vez de salir rehabilitado, encontró la muerte.
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