AUTOR DE LA COLUMNA: VÍCTOR HUGO ARTEAGA
TÍTULO
DE LA COLUMNA: La descomposición y sospechas del excesivo efectivo en los
Ferrys de Ultramar
Víctor Hugo Arteaga | 27 octubre 2025
Tribuna
Libre.- El monopolio del transporte de pasajeros marítimo en Cancún, Quintana
Roo, sufre un nuevo embate ahora jurídico.
A la
contaminación, el riesgo en el tránsito cotidiano de personas turistas y
trabajadores, se suma ahora una circunstancia adicional: El desorden
administrativo que la empresa Ultramar y sus filiales tienen con motivo del
fallecimiento de don German Orozco.
El
visionario fundador de esos ferrys que todos hemos visto y viajado en ellos,
fue un hombre recio y trabajador, pero a su partida los hijos que le suceden no
están a la altura de quien fue su padre.
Como
pólvora ardió la noticia de que su ausencia generó una ambición desmedida en
todos los descendientes. El desconocimiento en el manejo y del día a día de la
empresa construyó ideas de su venta a otros empresarios de la región.
Algunos
tan reconocidos como Grupo Xcaret, que desistió de su posible compra. Las
razones se ignoran, pero algunos señalan que el manejo del efectivo en grandes
cantidades hacen opaco su control administrativo.
También
las críticas al monopolio que constituye Ultramar actividad hacen dudar a los
posibles compradores, en una época en que los gobiernos de la 4T visualizan las
oportunidades de negocio, nada difícil sería que empresarios cercanos y los hay
en gran número en la península, visualizaran el tránsito marítimo como una
forma diversa de negocios marginando a Ultramar a un segundo o tercer término.
En
cualquier caso, Ultramar hoy tiene el monopolio y la responsabilidad de no
contaminar las aguas del caribe.
La
actividad económica que desarrolla Ultramar principalmente en efectivo la hace
vulnerable a acciones de defraudación fiscal, los ingresos reportados deberían
ser contrastados con el flujo de personas y vehículos que utilizan esos
transportes turísticos.
Hace
unos días, la Fiscalía del Estado informó en redes sociales que uno de los funcionarios
de Ultramar había sido detenido por narcomenudeo.
Lo
presentó ante los medios de prensa y a partir de su nombre se pudo identificar
a Héctor “N”.
Las
audiencias fueron públicas y se escuchó que se le había sorprendido cuando
entregaba diez bolsitas con marihuana y de esa forma la fiscalía logró la
prisión de las personas y luego dos de ellas obtuvieron su libertad.
La
Fiscalía no ha informado más detalles sobre esa detención. El dato no es menor,
la propia dependencia otorgó importancia a esas aprehensiones.
Ultramar
ha entrado en un proceso de descomposición, la lucha interna por el negocio los
orilla a replantearse sobre su posición en el mercado regional del transporte
marítimo.
¿Vender
o permanecer? El costo de la decisión transita por recibir revisiones de las
diversas áreas del gobierno federal y estatal con las que se involucran, por
ejemplo el Servicio de Administración Tributaria (SAT), SEMARNAT, Protección
Civil, entre otras que cuentan con facultades para revisarla.
Pero no
es oportuno ser ingenuos, si algo se divulga al interior son las relaciones con
el gobierno del Estado. La Gobernadora de Quintana Roo tiene un amplio
reconocimiento estatal, se lo ha ganado, no se escatiman sus esfuerzos por
estar cerca de la población y su imagen es intachable.
Sería
oportuno cuestionar si sabe o está dispuesta a investigar lo que sucede en
Ultramar o de plano prefiere que la federación lo haga.

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