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febrero 13, 2014

Conversatorio…Beduino, gloria nacional hace 40 años

Ángel Rafael Martínez Alarcón | 13 febrero de 2014
Tribuna Libre.-  La historia de la domesticación del caballo, se pierde en la noche de la misma humanidad. Hasta el día de hoy el caballo sigue siendo un fiel compañero del hombre en las más diversas actividades y toda la geografía del mundo. Muchas de las importantes hazañas del hombre no se pueden explicar sin la participación de los caballo. Es muy grande la lista de los nombres de los caballos que sus dueños les impusieron; muchos de estos han sobrevivido los siglos, hasta el día de hoy: Aura, Lykos, Ferénic, Pasacas, Palomo, Grano de Oro, Az de oro. Quien  no recuerda a Bucéfalo, el equino que acompaño a Alejandro "El Grande" o de Macedonia, el más grande conquistador del mundo antiguo, que se haya conocido. En la literatura hispanoamericana está el ejemplo de Rocinante, el caballo de don Quijote de la Mancha, escrito por Miguel de Cervantes. En el descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo desde finales del siglo XV, el caballo fue  un fiel compañero de los conquistadores ibéricos, quienes fueron explorando las islas del Caribe Menor. Para el caso de México, los primeros equinos son introducidos por Hernán Cortés y sus compañeros de aventuras que zarparon de La Habana, en los primeros meses de 1519. Fue en la Villa Rica de la Vera-cruz, el primer encuentro del caballo con el mundo mesoamericano, se llamaba Molinero utilizado por el conquistador extremeño, fueron introducidos 16 caballos.  Los más de 300 kilómetros que separan a la ciudad de México-Tenochtitlan, los conquistadores caminaron y cabalgaron por una desconocida geografía para los compañeros de Cortes.  Se dice que los pobladores mesoamericanos confundían al caballo y al hombre, si era una sola persona.

Trabajando en la elaboración del número tres de la Revista de la Crónica Xalapeña, editada por Cronista de Xalapa, José Domínguez Zaydén, el editor mi amigo Jaime Ríos Otero, quien nos presente una publicación sobre la victoria de una caballo de la cuadra del xalapeño Justo Fernández Ávila, hace 40 años, hace una apuesta con un caballo norteamericano. El impacto fue ver el artículo en una de las revista de mayor circulación en mundo, y editada en varios lenguas, si Selecciones del Reader's Digest. Los integrantes del consejo editorial rápidamente aprobamos dicha publicación, por que significaba dicha victoria deportiva, en lo internacional, nacional y localmente aquí en Xalapa.

A Justo Fernández Ávila, el amor a los equinos le viene seguramente por la misma pasión de su señor padre don Justo Félix Fernández López, quien por muchos años fuera dueño del Hipódromo de las Américas, y así también de su abuelo, por línea materna, el General Maximino Ávila Camacho, ex gobernador del Estado de Puebla y Secretario de Comunicaciones durante la presidencia de su hermano Manuel Ávila Camacho, en el segundo sexenio presidencial de 1940 a 1946. Don Maximino  tuvo el mejor criadero de caballos de México, entre los equinos favoritos están “El sueños”, “La Gaviota” “ La Jaca Torera”

Beduino, al igual que su dueño, tuvieron linaje. Beduino un caballo pura sangre era su abuela materna Romany Belle, hija de Vilmorin y este a su vez de  Gold Bridge. Nacido en 1968, a los seis años alcanza su victoria en el mundo de las carreras, en la ciudad de México. Según el artículo publicado en el Selecciones del Reader's Digest, tomo XCIII, número 554, enero de 1987, escrito por Bruce Henderson y reproducido en el número 3 de la Revista de la Crónica Xalapeña, año 1, enero de 2014, 41-46 páginas, y próximamente subido a la red: http://www.revistadelacronicaxalapa.com/
Mi caballo le pude ganar al mejor caballo del mundo”, Fernández le comentó a Ronnie Banks, uno de los mejores jockeys en los Estados Unidos. “Yo pagó todos los gastos si tú me traes a México un oponente que valga la pena. Y yo pondré $50,000”.

El día programado para la carrera de los caballos de diferentes razas: un puro sangres contra un cuarto de milla; la fecha pacta fue el 24 de febrero de 1974, en día de la bandera. En el Hipódromo de las Américas, con unos 10 mil espectadores. Beduino montado por  Manuel Zavala, el cuarto de milla, llamado Come Six, equino ganador en los Estados Unidos de Norteamérica; montado por Ron  Banks.


Después de la victoria, la historia de Beduino cambio totalmente, al convertirse en semental de su raza,  siendo el primer caballo mexicano jefe de su raza. Es vendido  a Frank Vessels a los Estados Unidos, en dos etapas, sus derechos totales pasaron en 1985, a la viuda de Vessels. Tuvo una gran descendencia, su dueña afirmaba que entendía perfectamente en inglés y español, comportándose como todo un príncipe. Que muere en el año 2000.

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