Ángel Rafael Martínez
Alarcón | 13
febrero de 2015
Tribuna Libre.- El próximo 17 de febrero del presente año 2015, se conmemoran los 70
años del inesperado fallecimiento del General Maximino Ávila Camacho,
revolucionario, ex gobernador del Estado de Puebla entre los años de 1937 a
1941 y ex Secretario de Comunicación y Obras P<úblicas en el
segundo sexenio que hubo en México; encabezado por su hermano el General Manuel
Ávila Camacho, entre los años de 1940 a 1946. La terminación cinco marcaron a
los hermanos Ávila Camacho, así en 1945, muere el primogénito, diez años más
tarde el 13 de octubre de 1955, fallece el ex- presidente Manuel Ávila Camacho,
el presidente caballero, y en marzo de 1975, falleció don Rafael, también
político y militar. Los tres hermanos fueron servidores públicos en los tres
niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.
El General Maximino Ávila Camacho, nace en la ciudad de Teziutlán,
Puebla, el 23 de agosto de 1891, en plena dictadura del General Porfirio Díaz,
dicha población durante el periodo colonial perteneció a la provincia de
Veracruz. Fueron sus padre Manuel Ávila Castilla y Eufrosina Camacho Bello;
ella nació en el pueblo de Altotonga, Veracruz. Maximino fue el primogénito de
la familia Ávila Camacho. María Antonieta, Manuel, Miguel, Ana María,
Rafael Gabriel y Eulogio. Fueron nueve los integrantes de dicha
familia, que de dedicaba al comercio y la arriería.
La Revolución Mexicana iniciada por Francisco I Madero, el domingo 20
de noviembre de 1910, fue la gran oportunidad de miles de mexicanos para
sumarse en la construcción de un México mejor, y sobre todo un país más justo
como democrático, luego de 34 años del gobierno dictatorial del General Díaz, donde
hubo mucha administración y poca política; así el primogénito del matrimonio
Ávila Camacho, se suma a la revolución bajo el amparo de un tío, incursión que
le permitió cambiar radicalmente la vida de su familia, luego se sumó su
hermano Manuel, y Rafael, los tres hermanos fueron funcionarios públicos en los
tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal. El siglo XX
mexicano no se entiende sin los hermanos Maximino y Manuel Ávila Camacho.
El año de 1945, fue sin duda alguno un año muy complicado para el
mundo de aquellos tiempos. Un año de vida pero también de muchas muertes.
Fue el último año de la segunda guerra mundial que había iniciado un primero de
septiembre de 1939. Por fin llegaría el final de la guerra que dejó como saldo
a más de 50 millones en pérdidas humanas inocentes. Fallecen los líderes de
dicha guerra, en abril de 1945, muere Teodoro D. Roosevelt, a los 61 años de
vida es asesinado Benito Mussolini, el 28 de abril y días más se suicida Adolfo
Hitler en compañía de su esposa. Ame de los miles de los japoneses que murieron
en el verano de ese año, por causa del
experimento de la bomba atómica. Para el caso concreto de México, fallecieron
los Generales Maximino Ávila Camacho, Félix Díaz, y Plutarco Elías Calles, eso
tres personajes unidos por la Revolución Mexicana de 1910.
En la presente década del siglo XXI, se ha escrito varias trabajos
biográficos sobre la vida y obra del General Maximino Ávila Camacho; una de
ella, escrita por su bisnieto Rodrigo Fernández Chedraui y Arturo Olmedo, 2007.Vivir
de pie. El tiempo de don Maximino. Editorial Las Ánimas. Xalapa, 359 pp.;
Cordero y Bernal. Rigoberto. 2012. Maximino Ávila Camacho. El
ejercicio absoluto … del poder, talleres de Litografía Magnograf. Puebla.
397 pp.
El estado mexicano, ha creado las leyendas negras de los protagonistas
de nuestra historia desde Hernán Cortés, Agustín de Iturbide, Antonio López de
Santa Anna, Ignacio Comonfort, Maximiliano de Habsburgo, José Vasconcelo,
Maximino Ávila Camacho. Así al General Maximino ha sido víctima de una leyenda
negra que seguramente salió desde el Palacio de Bucareli, para denostar una
trayectoria revolucionaria, el General fue un hombre de su tiempo, al
servicio de la patria. Mucho se ha escrito sobre su vida privada como pública,
como si hubiera sido el único mexicano que haya tenido actuado así, no nos
olvida que era una forma de gobernar por la clase política emanada de la
Revolución Mexicana. El único pecado del General Maximino Ávila Camacho fue
tener una genuina aspiración acceder a la Presidencia de la
República.
En 1945, era el año en que el Partido de la Revolución Mexicana, tenía
que seleccionar al tercer presidente sexenal, era inaudito que el hermano del
Presidente en ejercicio del poder tuviera la aspiración a suceder, caso
nunca vista en la vida política de México, no estaba prohibido
constitucionalmente, pero como dicen los clásico no era lo políticamente
correcto. En el caso de las gubernaturas y alcaldía hay cientos de ejemplos que
señalar.
La verdad histórica, nos dice el viernes 17 de febrero de 1945, en una
comida en honor al Secretario-General Maximino, en Atlixco, tierra que vio
nacer al General Rafael Moreno Valle, sufre un infarto que le costó la vida y
cambió el rumbo de la historia política de México. También su fallecimiento se
ha prestado a una serie de especulaciones, Maximino Ávila Camacho murió
relativamente joven, 53 años de vida. Una de las enfermedades propia de la
familia Bello, ha sido las del corazón.
The Time, escribió que
Alemán prosperaba con la muerte: fue diputado propietario cuando murió el
titular, llegó a gobernador tras el asesinato del gobernador elector, y la
muerte de Maximino le despejó el camino a la presidencia.[1]
La presencia de don Maximino Ávila Camacho, en nuestra ciudad estuvo
representado por su hija Alicia Ávila de Fernández, por espacio de 70
años, formando una familia encabezada por don Justo F. Fernández López,
hijos y nietos son referentes en la vida económica del Estado de Veracruz. El
15 de febrero se cumple el primer aniversario de su fallecimiento.
En mi niñez, yo escuche cosa
bellas y buenas del General Maximino Ávila Camacho; en voz de mi madre
Felicitas Bello Alvarado y mi primera maestra en historia de México; otras de
mis fuentes de mis recuerdos fueron las
páginas del desaparecido diario de circulación nacional: Novedades de México,
que en aquellos años llegaba a la Xalapa después del mediodía.