Ángel Rafael Martínez Alarcón | 25 septiembre de 2015
Tribuna Libre.- El Sumo Pontífice
Romano Francisco, durante la semana del 19 al 25 de septiembre del 2015,
realiza una histórica visita pastoral a la República de Cuba y los Estados Unidos
de Norteamérica. Uno de los grandes acontecimientos de los últimos años en la
vida política de las naciones arriba señaladas, ha sido que gracias a los
buenos oficios de SS. Francisco, fue el restablecimiento de relaciones
diplomáticas con rango de intercambio de embajadores.
Cuba y Estados
Unidos, que por más de medio siglo no mantuvieron relaciones diplomáticas,
justamente cuando triunfa la Revolución Cubana se declaró socialista pro
soviético; eran los últimos meses de la presidencia de John F Kennedy. Gracias
a las negociaciones entre la presidencia de Barack Obama, SS. Francisco y el
comandante Raúl Castro Ruz, se logró normalizar el estatus diplomático; las
negociación continúan lentamente, ya sólo falta que el Gobierno de los Estados
Unidos levante el embargo comercial impuesto al régimen cubano. Nuestra nación
brilló por su ausencia en la reconstrucción de la normalización de las
relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Nada que ver de la política
exterior del presidente Adolfo López Mateos que en 1959, defendió la
autodeterminación del pueblo cubano de elegir su forma de gobierno, así como
también de mantener las relaciones diplomáticas entre Cuba y el Gobierno
Mexicano. Cuba y México, son naciones hermana desde de los tiempos del periodo colonial
Lo principal de la
visita pastoral ha sido la canonización del beato Junípero Serra, religioso
franciscano, nacido hace 202 años. Su historia es extraordinaria, como de los
muchos evangelizadores que llegaron al Nuevo Mundo desde finales del siglo XV.
conviene recordar que el conquistador de Hernán Cortés, solicita a emperador
Carlos V, el envío de misioneros franciscanos para la conquista espiritual de
las nuevas almas de las tierras descubiertas y cumpliendo unas de las cláusulas
del testamento de la reina Isabel de Castilla para evangelizar a los naturales
de las nuevas tierras.
El beato Junípero
Serra Ferrer, nació el 24 de noviembre de 1713, en la localidad de Petra en las
isla de Mallorca, hijo de Antonio Serra y Margarita Ferrer, bautizado con el
nombre Manuel José, ya cuando ingresó a la vida religiosa cambia de nombre por
Junípero, fue el tercer hijo de los cinco del matrimonio Serra Ferrer. De muy
joven ingresa a la orden franciscana en el Convento Franciscano de San
Bernardino. En 1729, se hace fraile y cambio de nombre, en el Convento de Palma
de Mallorca, destacándose como un estudioso alumno, más tarde como docente
también obtuvo el reconocimiento de su comunidad religiosa.
Por obediencia a
sus superiores, es enviado a la Nueva España, en compañía de su regula el
fraile Francisco Palou, iniciando el viaje primero a la península ibérica:
Málaga y llegando el 7 de mayo de 1749, al puerto de Cádiz del reino de
Andalucía. Su primera estancia en el Nuevo Mundo, fue en la isla de Puerto
Rico; para llegar siete de diciembre de 1749, a la edad de 36 años, al Puerto
de Veracruz. Se tiene registrado que los 500 kilómetros que separaba a la
Capital de la Nueva España, lo realizó caminado, provocando una afección en una
de sus piernas que lo acompañó el resto de sus días. Su primeras acciones en la
Nueva España fue la misión de la Sierra Gorda de la provincia de Santiago de
Queretaro. En 1767, Carlos III expulsó de los territorios de sus reinos a la
Compañía de Jesús, provocando una crisis institucional en renglón de las
instancias del clero.
Vacío que los
franciscanos tuvieron cubrir al igual de las otras órdenes religiosas.
Junípero Serra, es
enviado al territorio apache de Texas, misión que no se realizó para ser
destino a la Alta California, saliendo de puerto de San Blas en el Pacífico con
destino a las tierras más lejanas del virreinato de la Nueva España, como son
la Alta y Baja California, donde trabajar por espacio de 17 años, fundado las
misiones, que posteriormente dieron paso a poblaciones. Algunas de la MIsión de
San Diego de Alcalá, Misión de San Carlos Borromeo, Misión de San Antonio de
Padua, Misión de San Gabriel, Misión de San Luis Obispo, Misión de San
Buenaventura, amén de otras misiones tuvo una relativa vinculación.
Junípero Serra,
falleció en el 28 de agosto de 1784, en la Misión de San Carlos Borromeo, a los
70 años y nueve meses.
El camino hacia
los altares inicio en el año de 1940, conforme lo señala la congregación de los
santos. Siendo la Provincia Franciscana de Santa Bàrbara quien inició el
proceso de investigación y diez años tarde la Diócesis de Fresno, entrega toda
la documentación, obtenido la categoría de Siervo de Dios, en los primeros años
del pontificado de Juan Pablo II, lo designa en 1980, como Venerable. Para el 25
de septiembre de 1988, es declarado beato. El pasado 15 de enero del 2015, SS
Francisco, anunció su canonización, para añadirlo al libro del canon de la
Iglesia Católica Apostólica Romana para su declaración formal como Santo de la
Iglesia. siendo el primer santo de las Islas Baleares, y el primero en ser
canonizados en tierras de Norteamérica. Junípero Serra Ferrer, es considerado
como uno de los fundadores de la nación norteamericana, en el Capitolio desde
1876, tiene una estatua, como reconocimiento a su labor en las Californias, con
motivo de su canonización hubo una campaña para retirarla del recinto
parlamentario.
SS Francisco, no
tuvo la necesidad de venir a México, México fue a su encuentro con una niña de
padres oaxaqueños e ilegales. Sofia Cruz con tan sólo cinco años, fue la
portavoz del sufrimiento de los migrantes ilegales: https://www.youtube.com/watch?v=mD6-EoOzjn4
Ya en esta
ambiente religioso, la iglesia particular de Xalapa, el 22 de septiembre
recibió la grata noticia que el Siervo de Dios, Juan Manuel Martín del Campo,
recibió por parte del sacro congregación de la causa de los santo, lo designó
con Venerable, el próximo nombró entró será de beato, más cercano a la
canonización. Padre Martín del Campo 1917-1996