*Ninguna
autoridad; ni federal, estatal o municipal
hace caso alguno.
*Automóviles
sufren serios daños en la suspensión y llantas.
Catemaco, Ver. / 30 de mayo de 2012
Leonel Andrade Velásquez
Tribuna
Libre.- Automovilistas
que tienen la necesidad de viajar por diversas carreteras de la entidad
veracruzana, tiene que pasar un sin fín de contra tiempos por las pésimas
condiciones que existen en algunos tramos carreteros, puesto que no
existen señalamientos preventivos para evitar algún percance automovilístico.
Resalta el tramo a la altura de la
Congregación Coapa en la carretera ciudad Isla-Playa Vicente en donde se corre
el riesgo de quedar incomunicados en esta temporada de lluvias que se avecina
por los reblandecimientos en la carpet asfáltica en algunos tramos.
De igual manera se encuentra la carretera San
Sebastián-Chicontepec, misma que en gran parte se encuentra completamente
destrozada, siendo una de las principales arterias que comunica de una forma directa
el balcón de la Huasteca y el municipio de Benito Juárez.
También dentro de los 65 kilómetros
carreteros que comunican a Santiago Tuxtla- Ciudad Isla, se encuentra en
deplorables condiciones, poniendo en alto riesgo no tan solo a automovilistas
veracruzanos, sino poniendo en peligro a turistas que visitan el estado de
Veracruz, quienes desconocen las carreteras; haciendo con ello un serio peligro
su transitar por cualquiera de estas deplorables carreteras en el estado.
Con todo ello se ocasionan serios
embotellamientos en algunos tramos, causando serios dolores de cabeza de todos
los automovilistas que tiene la necesidad de viajar por tan deplorables vías de
comunicación, sufriendo serios daños en la suspensión y llantas de cualquier
vehículo.
Mientras tanto, ninguna autoridad llámese federal, estatal o municipal hace movimiento alguno, cuando menos para gestionar se realicen los trabajos de mantenimiento y abanderamiento; puesto que por las noches se tornan sumamente peligrosos.
Vaya desde aquí un mensaje a la autoridad correspondiente, sin que se echen la bolita los unos a los otros; pero urge “tapar el pozo antes de que caiga el niño” y haya desgracia alguna que lamentar.