Ángel Rafael Mtz. Alarcón / 27 de mayo de 2012
Tribuna
Libre.- El
pasado martes 8 de mayo, fui invitado por mis amigos y compañeros del semanario
Alegraré, el órgano de comunicación de la Arquidiócesis de Xalapa de la
Inmaculada, para acompañar a don Hipólito Reyes Larios, IV arzobispo de Xalapa,
a la exhibición del filme: La Cristiada. Película estrenada en la ciudad de
Roma un día de la primera visita del papa Benedicto XVI, y comercialmente se
estreno en el país, el pasado 24 de abril. Me dio mucha alegría asistir a la
exhibición de dicho filme para la curia jalapeño, encabezada por su pastor,
sacerdotes, seminaristas, religiosas y un número reducido de laicos comprometidos,
hasta el delegado de la SCT en Veracruz, quien nunca ha negado la fe que le
heredaron sus padres, y que cultiva con sus hijos, así como el titular de
asuntos religiosos del Gobierno de Veracruz.
La Revolución Mexicana iniciada en 1910,
rectifico el texto constitucional de la 1857, de corte liberal, sobre todo la
separación del Estado y la iglesia, en el texto constitucional convocado por
don Venustiano Carranza, aprobado el 5 de febrero de 1917, se confirmaba la
laicidad del estado Mexicano. A los liberales del siglo XIX, se les olvido un
pequeño detalle que los mexicanos de
todos los tiempos hemos sido sumamente un pueblo religioso desde los tiempos
mesoamericanos hasta el día de hoy, en la actualidad en un marcos de tolerancia
y respecto en nuestra nación se practican los más diversos credos religiosos.
Qué paradoja todos los liberales nacieron en hogares católicos y
recibieron los sacramentos, como también
fueron educandos en los más diversos seminarios de la provincia eclesiástica de
México; muchos no dejaron de practicar su fe en lo más íntimo de sus hogares.
En el siglo XX, el General Manuel Ávila
Camacho, no tuvo miedo de profesar públicamente que era creyente. Hubo una
doble moral en la clase política mexicana, eran excelentes en buscar tomarse el
chocolate con los representantes de la iglesia católica apostólica y Romana.
Carlos Salinas de Gortari hace 20 años en modernizar los artículos relativos a
la separación de las iglesias y el Estado. En esos mismos años la antigua URSS
y Cuba establecieron relaciones diplomáticas con el Vaticano, previas reformas
constitucionales.
La Cristiada, la primera es la primera gran
investigación sobre la guerra cristera que hubo en nuestro país entre los años
de 1926 a 1929. Donde el Estado Mexicano, encabezado por el General Plutarco
Elías Calles, intento someter a la Curia Mexicana a los mandatos de la
Constitución Mexicana. Es el investigador francés Jean Meyer, quien hace 40
años, publico en tres tomos, bajo el sello editorial de Siglo XXI, la gran
historia de la lucha de los Cristeros, que bajo el grito de “Viva Cristero Rey”
le dieron la batalla al gobierno federal. La historiografía priistas siempre
negó dicho guerra fratricida de los mexicanos, por más de 80 años se negó en la
educación pública este doloroso episodio de la historia de nuestra nación.
La película es una producción norteamericana,
con el asesoramiento del historiador Jean Mayer, eso da mayor confianza y seriedad al argumento
presentado. La historia gira en la heroicidad de un joven llamado José Sánchez del Rio, de 14 años, nacido el 28 de marzo de 1913 en
Sahuayo, Michoacán, quien fue asesinado el 10 de febrero de 1928. Como también Anacleto González quien nació
en Tepatitlán, Jalisco, el 13 de julio de 1888 y fue asesinado el 1° de abril de
1927 en Guadalajara. Ambos fueron beatificados el 20 de noviembre de 2005 junto
a otros 11 mártires cristeros, entre los que se encuentra el Beato Ángel Darío
Acosta, nacido en Naolinco, Veracruz el 13 de diciembre de 1908 y asesinado en
la Catedral de Veracruz el 25 de julio de 1931. Nos presentan al México valiente en
defender a su religión; como la
organización clandestina para llevar a cabo el enfrentamiento con el Ejército
Mexicano. La participación de la embajada de los Estados Unidos a favor de la
libertad Religioso, como mero pretexto a sus intereses económicos del petróleo.
La salida pactada entre el clero, el gobierno, la embajada norteamericana, y la
curia Romana. Un detalle peculiar que la imagen del presidente Plutarco Elías
Calles no corresponde a la realidad, la iconografía callista no lo presenta con
barda.
Por Último, los estados de Veracruz y
Tabasco, gobernados por Adalberto Tejeda y Garrido Carnaval, en los primeros
años de la década de los treinta volvieron a repetir una persecución a la
Iglesia en sus estados.