Ángel Rafael Martínez Alarcón/ 28 de julio de 2012
Tribuna
Libre.- El
próximo 30 de julio del presente año del 2012, se conmemora el aniversario 201
del fusilamiento del padre de la Patria: Miguel Hidalgo y Costilla, según
nombre abreviado. Sacerdote y líder de la insurgencia mexicana. La
historiografía sobre el cura Hidalgo ha sido manipulada por el mismo estado
mexicano, en la iconografía lo han pintado como un anciano, algo bondadoso.
Quien es fusilado a los 58 años, dos meses con 22 días; si bien es cierto que
el nivel de vida para principios del siglo XIX, el promedio de vida no iba más
allá de los 35 años. Así que don Miguel Hidalgo había sobre pasado el promedio
de vida de sus contemporáneos. El apodo como se conocida al padre de la Patria es muy representativo y nos evoca la personalidad:
El zorro. En el marco del bicentenario del inicio de la guerra de independencia
en septiembre de 1810. Hubo de España dar una nueva interpretación acerca de
nuestra guerra en favor de libertad encabezada por los criollos, en la que
también se quiso dar otra imagen a la actividad revolucionaria de Hidalgo y
Costilla.
Para la presente conmemoración quiero
conversar sobre el filme "Hidalgo, la historia jamás contada" 2010,
dirigida por Antonio Serrano y protagonizada por Damián BIchir y la veracruzana
Ana de la Reguera. Fue una producción que tuvo la participación de
instituciones gubernamentales como de la iniciativa privada, en su mayoría
mexicana, solo la televisión española y
20th Century Fox. Estrenada el 16 de septiembre del 2010; una duración
de 115 minutos. En la actualidad la película se puede comprar en video en
cualquier tienda de autoservicio. Yo me había resistido verla, pero hoy trabajo
con ella con mis alumnos en el bachillerato y la universidad, y los
alumnos quedan con un buen sabor de
boca y admirados de la versatilidad del
padre de la patria. Hasta el día de hoy no puedo recomendar cual es la mejor
biografía de don Miguel Hidalgo y Costilla. He trabajado con los procesos
inquisitoriales a los que fue sometido
el Generalísimo Hidalgo y Costilla, realizados
por el Tribunal del Santo Oficio por espacio de casi 4 meses.
La película se ubican en los últimos días del
padre Hidalgo, en su celda luego de vivir los procesos judiciales tanto en lo
civil como eclesiásticos. En este ultimo muy cruel al quitarle los óleos propios
de la ordenación sacerdotal. Recuerda muy dignamente sus días como sacerdote
en el curato de San .Felipe de las
Torres Mochas, hoy en el estado de Colima. Luego de un extraordinaria carrera
académica en el seminarios de San Nicolás de Valladolid, donde llego a ser
rector. Sus superiores y sobre todo la
curia de origen español, encabezada por Abad y Quipo, le inventan un desfalco
de ocho mil pesos al frene del seminario; excusa que toman para designarle una
parroquia lejos de Valladolid. Así como el escándalo de la vida licenciosa del
presbítero, teniendo mujer y par de hijos. Su nueva actividad de párroco le
permitió establecer el reino de los cielos en la tierra, pero con otra
pedagogía ni a lejana a la ortodoxia tradicional. En san Felipe de las Torres
Monchas, se va encontrar con una resistencia de lo tradicional, pero logra conectar con el pueblo tanto
criollo, mestizo e indígena a estos últimos los dignifica. Logra establecer sus
talleres artesanales. Como de teatro, logrando poner en escena la tartufo de
Moliere. A lo largo del filme encontramos a un Miguel Hidalgo en su justa
dimensión de ser humano, con virtudes como errores. Con su propia teología,
desde su tiempo de estudiante en el seminario se destaca como un educando con
muchas habilidades en lo intelectual. Finalmente solo quiero invitarlos a ver
las películas y conocer al otro Hidalgo, que sigue cabalgando en sacerdotes en
favor de los pobres y de las estructuras injustas que vive el México de hoy. A
Hidalgo todavía nos falta conocerlo y comprenderlo en su momento que vivió,
aunque su pensamiento y sus acciones
fueron de transgredir el orden establecido y ver al futuro. Solo le
bastaron seis meses al encabezar el movimiento libertario para los habitantes
de la Nueva España.
Una noche antes de morir tuvo la valentía de
agradecer a su custodio, con el poema siguiente:
Ortega, tu crianza fina,
tu índole y estilo amable,
siempre te harán apreciable,
aún con gente peregrina.
Tiene protección divina
la piedad que has ejercido
con un pobre desvalido
que mañana va a morir
y no puede retribuir,
ningún favor recibido.
Melchor, tu buen corazón
ha adunado con pericia
lo que pide la justicia
y exige la compasión.
Das consuelo al desvalido
en cuanto te es permitido,
partes el postre con él
y, agradecido Miguel,
te da las gracias rendido.