Tantoyuca, Ver. | 27 agosto de 2012
Samuel Aguirre Ochoa
Tribuna Libre.-Los campesinos y colonos organizados en el Movimiento
Antorchista del municipio de Tantoyuca, llevan ya 26 días de plantón frente al palacio
municipal de ese lugar, debido a que el alcalde Joaquín Guzmán Avilés se ha
negado a recibirlos y atender sus peticiones de obras y servicios.
Los
habitantes de varias congregaciones de ese municipio, conforme al artículo VIII
de la Constitución Política del país, presentaron en tiempo y forma las
solicitudes de servicios públicos elementales, como por ejemplo; arreglo de
caminos, introducción de agua potable, aulas para sus escuelas, introducción de
luz eléctrica en sus comunidades, etc., obras que el gobierno municipal está
obligado por ley atender, a pesar de lo cual no ha realizado ninguna de éstas
durante los 18 meses que lleva su administración.
Los
antorchistas se vieron en la necesidad de tomar esta medida, porque el alcalde
no ha querido recibirlos ni ha instruido a funcionario alguno para que dé
trámite y resuelva sus justas demandas. Por el contrario, desde un principio
dijo que a los antorchistas no les resolvería nada debido a que no votaron por
el PAN, partido al que él pertenece.
Y
ahora, que los campesinos y colonos han levantado la voz para protestar en
contra de la falta de atención y de soluciones, este funcionario ha asumido una
actitud represiva en contra de los dirigentes antorchistas de dicho municipio,
como lo demuestran los siguientes hechos: mandó a asaltar una pequeña tienda
propiedad de la organización que se encuentra ubicada en el poblado de San
Sebastián, está utilizando a policías de la PGR para tratar de intimidar a
algunos miembros de la organización, ha lanzado amenazas de desalojar
violentamente a los vecinos de la colonia antorchista, ubicada en el predio la
Cebadilla y en los medios de comunicación miente descaradamente, pues de
palabra dice estar dispuesto a atender a los colonos y campesinos
peticionarios, pero en los hechos les ha cerrado totalmente las puertas del
palacio municipal.
No
es la primera vez que Joaquín Guzmán Avilés lleva a cabo este tipo de acciones,
pues ha sido alcalde de Tantoyuca durante tres ocasiones y, no por ser honrado
y popular, precisamente sino por el cacicazgo que ha establecido en este
municipio, al que considera su feudo, en el que pretende hacer y deshacer a
voluntad, aprovechando el atraso y la desorganización de sus habitantes.
A
nivel estatal son conocidas sus fechorías, sus raterías a las arcas
municipales, con las cuales se ha enriquecido y encumbrado políticamente, pero
no tarda mucho en que el pueblo tantoyuquense le ponga un alto a este
individuo, porque no hay mal que dure 100 años, como ya lo ha demostrado la
historia en múltiples ocasiones.
El
antorchismo veracruzano y nacional está atento de la lucha de sus compañeros de
Tantoyuca y ha decidido darle todo su apoyo, hasta obligar a Joaquín Guzmán a
resolverles sus peticiones, para obligarlo a que invierta los recursos del
erario público en las comunidades y pueblos de este municipio, que es uno de
los que se encuentra con mayor grado de marginación y pobreza a nivel estatal.
Hemos
emprendido una campaña de denuncia a nivel del estado sobre la actitud de
sordera y de represión política de este sátrapa y, dentro de muy poco,
contingentes de otros municipios irán en refuerzo del plantón y de las marchas
que sostienen los antorchistas de Tantoyuca.