Escenarios
Tribuna Libre.- Desde
hace un año hemos observado una movilización juvenil en el mundo, empezando por
Chile con la hermosa comunista Camila Vallejo, en Medio Oriente, los
“indignados” en España, el #YoSoy132 en México o el “Movimiento del 4%” en
República Dominicana, en fin, creo que desde el movimiento del 68 no se había
movilizado tanto la juventud a una escala global, como hoy lo hicieron a través
de las redes sociales, aquella generación Octavio Paz la describió como la
“erotización de los cuerpos”, los que por supuesto enfrentaban al autoritarismo
de la época.
Dado lo anterior, es importante reflexionar
sobre los jóvenes y los ya no tan jóvenes, desde el punto de vista sociológico
y político, independientemente de los psicólogos norteamericanos, a quienes les
gusta hacer este tipo de cortes generacionales, aquí no tocaré a los famosos
Baby Boomers, quienes nacieron entre 1945 y 1965.
Por supuesto que empiezo con los de mi
generación “X”, los nacidos entre 1961 y 1981; en la literatura norteamericana,
uno de sus representantes más visibles de esa generación fue Bret Eston Ellis,
cuyas novelas más exitosas fueron: “Menos que Cero” y “American Pyscho”; pero
regresando a esa generación, es conflictiva, escéptica, realista, informal,
desconfiados de las instituciones y pragmáticos, sólo confían en sí mismos. Le
otorga cierta importancia a los celulares, las computadoras y al Internet, aunque
no están cómodos con el avance de la Web 2.0 (muchos amigos de mi generación
están fuera del Facebook, Twitter). No viven ni tienen proyecto de largo
alcance. Es la primera generación sin ideales.
La generación “Y” son los nacidos entre 1982
y 1992, altamente pragmáticos, no les interesa el liderazgo, la tecnología deja
de ser un medio para convertirse en un fin, su espacio laboral es de alta
conectividad, valoran el tiempo libre, a la familia, se adaptan rápidamente al
cambio, son funcionales, valoran la calidad de vida, así como el trabajo en
equipo, aprecian la experiencia, son propensos al consumo. Buscan la utilidad,
el confort y la independencia.
Por otra parte, la generación “Z” o llamados millenians son los que nacieron entre
1993 y 2004, se gestaron con el Internet, por eso se les conoce como “nativos
digitales”, su mundo es virtual, por eso su sociedad es Internet, su característica es que poseen y manejan
toda su tecnología: Internet, SMS, móviles, IPOD, IPAD, Notebook, etc.; su
individualismo los lleva a no respetar las normas sociales; no ven a la
educación como un factor de movilidad social, ya que el único medio que les
puede ser útil es el virtual para sobrevivir. Es la generación wiki, son
adictos a las redes sociales (Facebook, Twitter, YouTube, Blog); además son
multifuncionales, laboralmente no creen en una vida laboral larga, son
colaborativos, creativos, y conectados.
Finalmente, irrumpió la generación
“Einstein”, la que nació en 2006 y aún no hay nada escrito, sólo su
denominación.
En esta ocasión escribo sobre este tema por 3
cosas que me hicieron pensar un rato acerca de los jóvenes: a) la semana pasada
en un Foro de Consultores Políticos, Joe Trippi, quien es el padre de las
campañas electorales en Internet dijo: “los celulares serán los partidos
políticos del futuro”, b) ¿por qué un alto porcentaje del voto joven lo hizo
por AMLO?, y c) las nuevas interpretaciones (que más parecen un retroceso) para
entender como vota cualquier ciudadano son a través de la neuropolítica.
Respondiendo a mis propias dudas y para el
caso mexicano, donde los 3 partidos políticos están en una crisis interna,
tanto el PRI, el PAN y el PRD, y no necesariamente por el poder político, ni
por su crisis de identidad, si no porque la mayoría de los políticos mexicanos
son analfabetas digitales y ya no saben a que sociedad van a gobernar o
desgobernar, y eso frente a sociedades que cada día son más individualistas y
metidas en la red, fue así como lo político tradicional ya no le dice nada a
los ciudadanos, y es allí con todas las funciones que tiene un celular
inteligente, que seguramente si se podrán hacer cosas muy interesantes en la
conformación de una especie de partido político a través del celular, muy ad hoc con la generación “Z”.
Lo anterior si lo comparo y combino a los
jóvenes españoles con los mexicanos, “los indignados” desaparecieron en España
porque no tuvieron una causa por la cual luchar después de la elección, lo
mismo le puede pasar al #YoSoy132, quienes fueron devorados por la propia
dinámica de la campaña electoral: ¿cuál será su salida?, la vía radical podría
ser la guerrilla (que no la veo) o la sentimental, que será alejarse de la vida
pública mexicana y refugiarse en el desencanto con impacto en la abstención
electoral futura.
Tuve que acercarme a esa nueva disciplina de
la neuropolítica y al revisar las funciones del cerebro que descubrió el Doc.
M. C. Lean que son: 1.- Reptilíneo (donde está el voto), es la parte
instintiva, donde se actúa, se hace y se adecua, es el presente. 2.- Límbico es
el desarrollo sentimental, el sentir y desear, son las motivaciones básicas, es
el pasado. 3.- Neocortex es el entendimiento, el del proceso racional e
intelectual, es el futuro.
Continuando la línea de dudas anterior, y
concretando hacia el caso mexicana en definitiva el voto rural y del nivel de
primaria fue el voto mayoritario que tuvo Peña Nieto, es decir fue un voto
instintivo, el cual se encuentra en la parte primaria del cerebro (reptilínea);
en el caso de AMLO el voto afectivo lo tuvo de esos jóvenes y ubicado tanto en
el límbico y en el neocortex, porque le votaron también los de mayor educación
y de sectores urbanos. En el caso de Josefina Vázquez fue un buen producto
político que no se supo vender. En fin, hay que continuar reflexionando sobre
los jóvenes y su participación en la política.