Grupo
especial de agentes estuvo a cargo
* Tres líneas de investigación se desahogaron en
estos 180 días
* Declararon 38 personas, se integraron 56
dictámenes periciales
* Se integraron 35 informes de investigación
presentados ante el MP
Xalapa, Ver. | 31 octubre de 2012
Tribuna Libre.- El esclarecimiento
del homicidio de la corresponsal de la revista Proceso,
Regina Martínez Pérez, fue el resultado del trabajo profesional, acucioso y
científico que durante más de seis meses realizó un grupo especial de elementos
de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), que luego de los
lamentables hechos, trazaron tres líneas de investigación que permitieron,
durante su desahogo, identificar plenamente a los probables agresores,
deteniendo a Jorge Antonio Hernández Silva, alias El Silva, quien confesó el móvil y detalló
ampliamente la manera como fue privada de la vida a la periodista.
Durante la
conferencia de prensa donde el procurador General de Justicia, Amadeo Flores
Espinosa, dio a conocer la identidad de los probables homicidas de Regina
Martínez Pérez, y la detención de Jorge Antonio Hernández Silva, la directora
de Investigaciones Ministeriales de la PGJ, Consuelo Lagunas Jiménez, informó a
los medios de comunicación los detalles de la investigación que dio como
resultado el esclarecimiento del homicidio de la comunicadora.
La funcionaria
explicó que luego de los lamentables hechos, se conformó un grupo especial de
agentes investigadores para llevar a cabo las indagatorias que permitieran la
identificación y localización de el o los agresores.
Resultado de este
trabajo, se generaron tres líneas de investigación. La primera, en el círculo
personal y de convivencia de la periodista, tal como sus amigos, vecinos,
personal doméstico; la segunda, vinculada a la problemática delincuencial de la
zona donde vivía, y la tercera, relacionada con su entorno laboral y desempeño
profesional.
En 180 días de
investigación, la Procuraduría General de Justicia desplegó más de 155
diligencias, entre ellas 56 dictámenes periciales.
Se agotaron
diversas diligencias, asentadas en 35 informes rendidos ante el Ministerio
Público por la Agencia Veracruzana de Investigaciones que aportaron información
diversa de personas relacionadas con la vida profesional, personal y
circunstancial de la periodista.
Se tomó la
declaración de 38 personas, 10 de ellas relacionadas con actividades
periodísticas y que tenían un vínculo personal o profesional con la víctima, y
28 más que conformaban su círculo de vecinos, trabajadores domésticos y
testigos en la zona para desahogar las líneas de investigación ya señaladas.
Los comunicadores,
cuyas versiones están asentadas en declaraciones ministeriales, indicaron no
conocer sobre reclamo, acoso, peligro o amenaza que se cerniera sobre la
periodista, a quien describieron como una persona profesional, sumamente
reservada en su ámbito personal, y quien nunca les comunicó sobre algún temor
que tuviese.
Los vecinos y
trabajadores domésticos coincidieron en que era una persona muy discreta y
aislada con la cual tenían escasa convivencia.
En el curso de las
investigaciones sobre el fenómeno delincuencial de la zona, se encontró el
testimonio de un vecino que desde un principio hizo referencia de haber visto
el día del crimen, alrededor de las 22:00 horas en las inmediaciones de la
vivienda, a dos sujetos vecinos de la zona de quienes dijo sólo conocía sus
apodos que eran El Silva y El Jarocho.
Diversos
malvivientes de la zona se ausentaron de forma simultánea tras la comisión del
homicidio de la periodista, retornando la mayoría de ellos, al cabo de unos
días, no así los sujetos apodados El Jarocho y El Silva, sobre los cuales se profundizó la
investigación, lográndose la identificación plena de estas personas que
responden a los nombres de Jorge Antonio Hernández Silva, alias El Silva, y de José Adrián Hernández Domínguez, alias El Jarocho.
Se logró obtener
el diagnóstico de su modus vivendi y modus operandi delincuencial, ubicándolos como
malvivientes, y cuya zona de operaciones eran la colonia Felipe Carrillo
Puerto, Los Lagos y el Parque Juárez.
Ambos sujetos
cuentan con antecedentes penales por los delitos de lesiones y robo calificado,
cometidos en tiempos anteriores recientes, y por los que purgaron penas en el
reclusorio de Pacho Viejo, donde se conocieron por medio de la pareja sentimental
de José Adrián Hernández Domínguez, El Jarocho, María
del Rosario Morales Zárate, quien es hermana de crianza de Jorge Antonio
Hernández El Silva.
La información
obtenida permitió generar las órdenes de búsqueda, localización y presentación
de ambos sujetos, lo que derivó en la localización en el municipio de Colipa,
de Jorge Antonio Hernández Silva, quien al ser
declarado en actuaciones, confesó su participación en los hechos investigados.
Hernández Silva
refirió de manera amplia y con todos los detalles, la forma en que el 27 de
abril llegó cerca de la media noche al domicilio de Regina Martínez, en
compañía de José Adrián Hernández Domínguez, El Jarocho, quien
era conocido de la periodista.
Narró que llegaron
a la casa de la víctima, quien los dejó entrar; explicó que tras un rato de
conversación, se suscitó una discusión entre la víctima y El Jarocho, y éste comenzó a golpearla, agresión a la
cual él se sumó, con la intención de que les dijera el lugar donde guardaba
dinero y objetos de valor, privándola finalmente de la vida.
Posterior a ello,
según su declaración, procedieron a apoderarse de objetos de valor, así como
una cantidad de dinero que localizaron abajo del colchón, misma que dijo no
saber el monto, pero del cual José Adrián Hernández Domínguez, El Jarocho, le dio tres mil pesos en ese momento,
guardándose el resto.
Jorge Antonio
Hernández, El Silva, ubicó la casa de su
hermana de crianza y pareja de El Jarocho, como
el sitio donde ocultaron los objetos robados, de donde al día siguiente los
sacaron para vendérselas a un sujeto que se dedica a comprar cosas robadas a
los malvivientes de la zona, y que responde al nombre de Sergio Hernández
Martínez, alias El Mafer, quien en declaraciones
ministeriales confirmó la versión de haberse quedado con los objetos robados a
cambio de mil pesos que entregó a Hernández Domínguez.
Sergio Hernández
Martínez declaró también que un día después José Adrián Hernández Domínguez, El Jarocho, fue a exigirle más dinero por las
cosas, y al no dárselo se llevó la mayoría, dejándole sólo un reloj de pulsera
color café que está ya a disposición de la autoridad.
De igual manera
fue citada ante el Ministerio Público la pareja sentimental de Hernández
Domínguez, María del Rosario Morales Zárate, quien declaró que días después de
la muerte de Regina, El Jarocho le
confesó su delito, le mostró incluso los objetos robados, y le dijo que tenía
que huir, siendo el 6 de mayo el último día que lo vio.
“Con el cúmulo de
actuaciones y diligencias ministeriales que comprenden las declaraciones de
testigos y confesión calificada de Jorge Antonio Hernández Silva, mecánica y
reconstrucción de hechos, se puede válidamente sostener que se ha llegado al
esclarecimiento del homicidio de Regina Martínez Pérez”, concluyó su exposición
la Directora de Investigaciones Ministeriales.